Jesús llega en burro a Tamaraceite

Decenas de vecinos del distrito Tamaraceite-Tenoya-San Lorenzo se dieron cita este viernes en el parque de Tamaraceite Sur para disfrutar de la Pasión de Cristo, protagonizada por cerca de un centenar de vecinos de la zona aficionados al teatro. El jubilado Juan Francisco Afonso fue el encargado de narrar a un grupo de niños y a todos los espectadores la historia de los últimos días de Jesucristo bajo la piel del apóstol San Juan. Como manda la tradición cristiana, a Tamaraceite también llegó Jesucristo con un burro y entre palmas.

La iniciativa fue promovida por la Asociación Cultural Tasate, nacida el pasado año para reactivar la vida cultural de Tamaraceite, Tenoya y San Lorenzo, defender su patrimonio y crear al mismo tiempo espacios de convivencia entre los vecinos.  

 Dos meses de trabajo bastaron a estos actores aficionados para sumergirse en sus papeles de la mano de David Diepa, director artístico del espectáculo, que aprovechó el espacio del parque para narrar once escenas, desde la entrada de Jesús a Jerusalén hasta el entierro de su cuerpo en el sepulcro.

Entorno propicio

El entorno favoreció la representación de algunos momentos como el encuentro de San Juan con los niños en la grada de césped; la entrada de Jesús a Jerusalén con el centro comercial Los Alisios de fondo; la última cena con los apóstoles entre la escultura de palos o la presentación ante Pilatos, una escena enmarcada entre muros. Pero, por contra, dificultó el seguimiento del texto al tener el espectador que seguir el itinerario y buscar sitio entre la gente para poder ver a los protagonistas interpretando pese a que los diálogos habían sido grabados previamente. Un acierto que le dio dramatismo a las escenas junto con la ambientación musical y las luces. 

La asociación cultura Tasate fue la organizadora del espectáculo en colaboración con el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria

La grabación de los diálogos fue posible gracias a Juan Francisco Villegas, un vecino de Tamaraceite que había participado en anteriores ediciones en que la Pasión de Cristo ha sido representada en el barrio, una idea que comenzó en los años 80 del pasado siglo y que tuvo un seguimiento errante a lo largo del tiempo. Juan Francisco Villegas sacó lo mejor de los protagonistas en cuanto a entonación e interpretación.

La asociación Tasate recogía este año el testigo después de siete años sin celebrarse el espectáculo por decisión de la concejalía de distrito actual, que no consideraba la temática propia para un teatro familiar. Los organizadores dieron en esta ocasión un giro más pedagógico a la historia y contó con la colaboración del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria sin problemas.

El espectáculo teatral tuvo algunos guiños a la actualidad como el que los niños que se acercaron a San Juan jugaban al balón; que le preguntaran si estaba escribiendo a su enamorada o que María Magdalena estuviera sentada en la última cena con los doce apóstoles, aunque no se la dio voz. 

Precisamente, el cartel que anunciaba la representación era un homenaje a la obra del pintor e hijo de Tamaraceite Jesús Arencibia, del que este año se cumple el 30 aniversario de su fallecimiento con varias actividades promovidas también por Tasate. 

Especialmente bello fue el pasaje en el que Jesucristo oraba en el monte de Getsemaní, mientras los apóstoles que le acompañaban se quedaban dormidos. Un joven, vestido como un ángel negro, interpretó una coreografía de ballet alrededor de Jesucristo emulando a las contradicciones por las que debió pasar en aquel momento el Hijo de Dios.

La actividad organizada por Tasate encantó a los espectadores, que siguieron con atención a sus vecinos, convertidos en unas horas en protagonistas de una de las historias más duras y sorprendentes que narra el Evangelio.

Suscríbete para seguir leyendo