PATRIMONIO | El primero mural a cielo abierto de la ciudad vuelve a la luz

Los murales de Pepe Dámaso regresan a la fachada del Mercado Central

El artista se muestra feliz por la recuperación de una de sus primera obras, que desapareció en los 70. La obra será reproducida en cerámica antes de fin de año

Los clientes del Mercado Central, en Las Palmas de Gran Canaria, volverán a disfrutar antes de fin de año de la luz y el color de los murales que pintara en 1957 Pepe Dámaso a ambos lados de la entrada a la plaza de abastos y que un día desaparecieron nadie sabe decir por qué. Ni siquiera Dámaso, que este miércoles se mostraba feliz como un chiquillo ante la vuelta de sus grafitis, una recuperación que tras cinco años de infructuosos intentos parece por fin materializarse.

  El rescate del mural será una especie de culminación del profundo proceso de cambio por el que atraviesa el mercado, entre ellos la implantación de un Mercadona y la rehabilitación del edificio que vuelve a recuperar una imagen más fiel a la que diseñó en su día el arquitecto Joan Margarit i Serradell, quien se empeñó en rematar la fachada de la construcción con los murales de Pepe Dámaso.

  El consejero insular de Hacienda Pedro Justo Brito y el concejal de Turismo, Pedro Quevedo, anunciaron la recuperación de la obra antes de que acabe el año en un entrañable acto en el que el pintor recordó como el entonces alcalde José Ramírez Bethencourt le encargó que hiciera dos murales, uno a cada lado de la entrada principal, en los huecos del semicírculo que la enmarcan.

Los murales, los primeros al aire libre que se hicieron en la capital grancanaria, se convirtieron en el foco de atención durante la inauguración del mercado de abastos el 18 de julio de 1957.

Cactus y caracoles envueltos en un rebumbio de vivos colores se mezclan con un volcán y otros elementos a descifrar por el espectador en una creación que transita por la abstracción y el indigenismo. 

«Yo tenía 25 años y es casi un grafiti, porque llegan hasta el suelo y se hicieron directamente al natural. Yo era un joven de Agaete, sin apenas experiencia técnica, y los pinté con Titanlux, que era una pintura barata que se vendía en las tiendas de aquel momento», recuerda Dámaso quien atribuye a la mala calidad de las pinturas la desaparición de la obra de arte, un episodio que asegura haber borrado de su mente. 

Pedro Quevedo: "Estamos saldando dos deudas histórica, una con el pintor y otra con la ciudad, porque este mural cuando Dámaso lo pintó dejó de ser de él y pasó a ser propiedad de la ciudad"

«Como me hizo tanto daño su desaparición, me lo he quitado de la cabeza. Debió ser en los años 70, pero eso no importa», sostuvo el artista, que subrayó «lo bonito que es el misterio de la cultura, que es duradera. Estos murales vuelven a salir como afloraran en su día los murales de Pompeya», tras quedar enterrados por la furia del Vesubio.

Del proceso de recuperación de los murales, informó, se va a encargar el galerista Manuel Ojeda, «porque cuenta con la experiencia para hacerlo y porque yo a mis noventa años me muero el día menos pensado».

«No saben ustedes lo que significa para mí, que tomo veinte pastillas al día, sentirse valorado de repente. Quevedo, que Dios te bendiga y que te voten todos porque no todo el mundo cumple lo que dice», agradeció el creador al concejal. Dámaso tuvo un recuerdo emocionado para el fotógrafo Félix Urquijo y al periodista Luis Jorge Ramírez

El Cabildo ha cedido 64.200 euros a la sociedad Turismo LPA para pagar la obra, una cantidad que según Manuel Ojeda, deberá ampliarse, ya que el proyecto lleva esperando cinco años y hay que actualizar el precio. La idea es reproducir el mural con telas de cerámica.

En palabras de Pedro Quevedo, se trata de saldar «dos deudas históricas, una con Pepe Dámaso y otra con la ciudad , a la que se devuelve un valor patrimonial que es suyo. Cuando Pepe pintó este mural dejó de ser de él y pasó a ser propiedad de la ciudad. Y lo que estamos haciendo hoy es recuperarlo. Nos está costando años recuperarlo porque no era sencillo, menos mal que Pepe tenía las cosas bien guardadas y tenemos la posibilidad de reproducirlos exactamente como eran».

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El pintor Pepe Dámaso subrayó la importancia que tiene rescatar los murales del Mercado Central y lanzó un «canto a los grafiteros que han llenado la ciudad con su arte».

«El arte del grafiti ya ha entrado en los museos y a mis 90 años me solidarizo con ellos, soy su amigo y los admiro», resaltó el autor del primer mural al aire libre en Canarias, según afirma Carlos Javier Delgado, autor de El artista transitable : la obra de Pepe Dámaso, quien destaca que el entonces alcalde José Ramírez Bethencourt entendió el mensaje de las vanguardias artírticas sobre «la necesidad de crear arte para la convivencia ciudadana», seguramente influenciado por el arquitecto Joan Margarit.

Por su parte, el consejero insular de Hacienda Pedro Justo Brito resaltó que la reposición de los murales del artista de Agaete «supondrá un cambio cualitativo enorme para el Mercado Central y no sólo ayudará a la ciudadanía y al entorno sino que mejorará el papel que tienen actualmente los mercados que no es unicamente comprar y vender» productos.

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