Semana Santa 2023

La inflación se rinde al sancocho en las mesas de Las Palmas de Gran Canaria

A pesar del alza de precios los grancanarios respetan el plato tradicional del Viernes Santo | En el Mercado de Vegueta los puesteros se sienten conformes con las ventas de este año

La tradición manda en Semana Santa y el sancocho no pierde su peso a pesar de la inflación, que merma las cestas de la compra canaria. En el Mercado de Vegueta en Las Palmas de Gran Canaria la mayoría de puesteros terminaron la jornada del miércoles contentos por las ventas de este año, aunque sin grandes cambios respecto al pasado. 

Julio Sánchez atiende a sus clientes en la Pescadería Santiago y Julio y asegura que el precio del cherne, el pescado estrella para el plato tradicional, no ha variado mucho frente al 2022. La etiqueta marcaba los 15,50 euros y junto a él estaba expuesto el filete de fogonero, que también compran los clientes bastante, comenta. 

"Con la crisis que hay no me he podido quejar", destaca María del Pino Hernández que lleva al frente de su pescadería, del mismo nombre, desde hace 60 años. El cherne solo ha subido un euro más respecto al año pasado, porque quiere que "todos puedan comer". También han vendido mucha corvina, perca, tollo y burro. Y para aquellos que no cocinan sancocho, pero tampoco comen carne, el pescado más vendido es la sama. Así lo hace un cliente que espera en la cola, en esta ocasión se le ha echado el tiempo encima y no puede preparar la tradicional comida. "Uf", suelta cuando habla del alza de precios, "en todas partes es más caro", apunta.  

Comida en familia

Las hermanas Olga y Rafaela Pérez van a comer el Viernes Santo en casa de un familiar, ellas proporcionarán un queque para endulzar el paladar. Reconocen que este año ha sido excepcional, la reunión no es una tradición entre sus allegados y el sancocho no solo lo comen en esta fecha tan señalada sino durante todo el año porque les encanta. 

Para completar el laborioso plato son imprescindibles las papas y batata. "Se ha visto un poco de meneo, la gente pregunta mucho por nuestra papa y batata de Lanzarote", indica Alejandro Jiménez desde su puesto del mismo nombre. Comenta que se ha mantenido el precio como siempre, "quien busca lo bueno y fresco viene al Mercado", explica señalando los precios de la batata, que la tiene a 2,50 euros y la papa a 1,40. Desde hace una semana la gente ha comenzado a adquirir las provisiones aunque esperan también a los rezagados el jueves. 

"En Sema Santa se dispara el consumo de gofio", indica Carolina Noda tras el mostrador de Bentayga a Granel

Desde Frutas y Verduras Caty Tejeda, Caty Suárez comenta que las ventas no "han sido una locura" esta semana, e incluso han registrado menos beneficios. Afirma que los precios se mantienen como todo el año: "Una señora me dice al ver el precio de la batata, ‘¡Ños, qué caro! porque se piensan que subimos el precio cuando se acerca la Semana Santa, pero lleva así desde principios de año". En cambio, las papas se las llevan "por cajas". Suárez ha observado que cada vez vienen a comprar para más comensales como familias, "y no solo eso sino también para grupos de amigos". 

La demanda también ha cambiado, antes los clientes solo compraban batata blanca, pero ahora la amarilla también se lleva un pellizco de las ventas. La dueña del puesto estima que ha vendido un 40% de la segunda variedad. 

La pella, imprescindible

La pella de gofio tampoco puede faltar en el plato y en Bentayga a Granel sirven de varios tipos: "Cada cliente tiene su paladar, algunos me piden de Gran Canaria y otros de La Gomera". "En Semana Santa se dispara el consumo de gofio a pesar de que es un producto que durante todo el año se compra", cuenta Carolina Noda tras el mostrador. La inflación se ha notado en el precio, pero comenta que desde su puesto intentan que la diferencia no sea abismal para ayudar al bolsillo de sus clientes. Los dueños Carolina Noda y Luis Caballero confiesan que su sancocho no puede faltar el Viernes Santo. Caballero prepara la pella de gofio con plátanos maduros, poca agua, gofio no muy tostado y para sus hijas, que son golosas, le añade almendras y miel. 

En la Carnicería Ramírez, Ismael Ramírez opina que la gente sigue respetando las tradiciones aunque no por ello bajan sus ventas. "Vendo sobre todo pollo, que es lo que llamo el producto del pobre porque lo puedes usar para muchas cosas, así que lo compra la gente que no puede permitirse el pescado al estar por las nubes", hace hincapié. Ramírez ya tiene su cherne de cinco kilos esperando para ser disfrutado con la familia. "Claro, imagínate tú todo el día entre carne, tengo ganas de comer pescado también", comenta entre risas. 

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