Revuelo en el Puerto de Las Palmas por la prohibición temporal de fondear para suministrar combustible en su dársena interior

Buzos, consignatarios y provisionistas de buques han visto su trabajo peligrar desde principios de Semana Santa por una prohibición de Capitanía Marítima que les impedía fondear a la entrada del Puerto de Las Palmas para hacer sus operaciones habituales, como la asistencia a los barcos o el suministro de combustible. 

«Si los armadores cancelan escalas podemos tener pérdidas millonarias», se quejaban desde una de las empresas afectadas, que cuestionan la decisión «unilateral» de prohibir el fondeo en el canal de acceso al Muelle Grande. 

Pero la sangre no ha llegado a la entrada del puerto. Ayer por la tarde, tras una reunión de urgencia con la Autoridad Portuaria de Las Palmas (APLP), Capitanía Marítima levantó su prohibición, permitiendo el fondeo entre los diques para las operaciones de bunkering (suministro de combustible).

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Esto es importante porque en abril empieza a entrar la fuerza del Este y el oleaje impide a las gabarras salir del Puerto para llenar los depósitos a los barcos fondeados fuera (rada norte y rada sur). 

La alternativa, cuando esto ocurre, es hacer la operación en la dársena interior, pero estos días no ha sido posible por la prohibición de trabajar entre los diques y la imposibilidad de fondear en la rada sur debido al temporal.

La tercera opción es entrar y atracar en el puerto solo para repostar, pero esto encarece el servicio de manera exponencial, multiplicando los costes por cinco en algunos casos, según intervengan los prácticos o el número de remolcadores asignados, por citar algunas de la variables que incrementan el precio de la actividad. 

Preocupación

De ahí la preocupación del sector, que ayer se vio, sin previo aviso, ante la imposibilidad de fondear los barcos en la dársena interior para atenderlos, «algo que aquí se ha hecho de toda la vida», explican históricos del puerto como José Mayor, presidente de la Federación de Operadores Logísticos y Servicios Portuarios de Canarias (Oneport), una de las patronales afectadas por la medida adoptada, sin precedentes hasta fecha en el trajín diario de La Luz.  

La orden de Capitanía Marítima es por seguridad y viene avalada por la alerta del temporal emitida desde el Gobierno de Canarias, pero detrás de esa decisión existe un problema aún mayor: la invasión del canal de entrada al Puerto de Las Palmas por las embarcaciones que entran y salen del Muelle Deportivo, desde lanchas motoras hasta piraguas. 

Según las fuentes consultadas, esa es la verdadera razón que ha motivado el cierre «provisional» del fondeo, sobre todo después de que una de estas embarcaciones menores ignorase el pasado domingo la prohibición de acercarse al canal de entrada al Puerto, comprometiendo la seguridad de la naviera que opera en la zona.

El comunicado remitido por Capitanía Marítima a las asociaciones y patronales afectadas no hace alusión a ese incidente, sino al «borneo de un petrolero» (girar sobre sus amarras) que estaba fondeado esta semana a la entrada del Puerto de Las Palmas. 

Capitanía alerta de que puede ocurrir una desgracia si no se controla el tráfico del Muelle Deportivo

«A raíz de las situaciones de riesgo para la seguridad marítima que se están produciendo en la dársena interior y su zona de entrada y de salida”, recoge la instrucción de Capitanía Marítima, «queda prohibido provisionalmente el fondeo en entre diques», con mención expresa a la navegación de «embarcaciones a remo, canoas, kayacs, motos de agua, tablas de windsurf, artefactos flotantes a pedales o a motor, tablas deslizantes propulsadas o similares». Sí se permiten las escuelas de vela históricas y las regatas tradicionales, siempre con la obligación de cumplir los requisitos de seguridad acordados, al tiempo que se recuerda a las embarcaciones de recreo la obligación de cumplir las normas de navegación, sobre todo al salir y entrar del Muelle Deportivo.

El capitán marítimo, Francisco Garcia Lascurain, recuerda en su escrito que muy cerca opera la Naviera Fred. Olsen, los contenedores de Opcsa, la terminal de cruceros, el bunkering de los petroleros o las falúas que prestan servicios portuarios. De ahí que pida respetar las normas y extremar las precauciones para evitar «desgracias» mientras se revalúa la seguridad.  

Las drásticas medidas preventivas tuvieron un efecto inmediato en la Autoridad Portuaria, que, a las pocas horas de generarse el gran revuelo entre buzos, consignatarios y provisionistas de buques, se comprometió con Capitanía Marítima a reforzar el control de las embarcaciones menores en los canales de acceso al Puerto de Las Palmas y en sus dársenas, las cuales están destinadas a tráfico comercial, nunca al náutico deportivo. Por eso el choque entre ambas administraciones. También se harán cambios en el Centro de Control, con la finalidad de mejorar la vigilancia y sancionar a los infractores. 

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