La Policía Portuaria se sube a la lancha para controlar a los barcos deportivos en la entrada al Puerto de Las Palmas

Los agentes reclaman un servicio fijo y ágil de vigilancia para ordenar la navegación de recreo en la bahía capitalina

La Policía Portuaria comienza a patrullar en lancha el Muelle Deportivo

La Policía Portuaria comienza a patrullar en lancha el Muelle Deportivo

La decisión de prohibir temporalmente el fondeo a la entrada del Puerto de Las Palmas, que fue adoptada en plena Semana Santa por Capitanía Marítima en forma de aviso y llamada de atención a navegantes, ha tenido una respuesta positiva e inmediata de la Autoridad Portuaria de Las Palmas (APLP) para ordenar el tráfico marítimo y mejorar la seguridad en la bahía de Las Palmas de Gran Canaria. 

Y es que la Policía Portuaria ha retomado desde este fin de semana el servicio marítimo de control y de vigilancia de las embarcaciones deportivas, desde tablas de windsurfing o de canoas y similares hasta barcos a vela o motor, con la finalidad de que los usuarios de la playa de Las Alcaravaneras y del Muelle Deportivo no interfieran en la seguridad de los buques comerciales que entran y salen del Muelle Grande.

Esas interferencias en el canal de acceso al Puerto de Las Palmas, donde operan petroleros, grandes portacontenedores y navieras de transporte de pasajeros, preocupa mucho a Capitanía Marítima, cuyo responsable en Las Palmas ha advertido que puede ocurrir una «desgracia» si no se toman medidas para vigilar a las embarcaciones menores y a los usuarios deportivos en esa importante franja del litoral capitalino.

Tras el encontronazo con Capitanía Marítima de Semana Santa, fuentes de la Autoridad Portuaria explican que se ha llegado a un acuerdo para cambiar la organización del servicio y mejorar las labores de vigilancia, incluido el Centro de Control, que viene a ser el gran ojo que todo lo ve en el Puerto de Las Palmas con sus cámaras instaladas. 

La finalidad de ese nuevo protocolo de actuación es reforzar el control de las embarcaciones menores, tanto en los canales de acceso al recinto portuario como en sus dársenas, que son espacios destinados siempre al tráfico comercial de buques, nunca al náutico deportivo. 

Por eso la Policía Portuaria ha comenzado a embarcarse este fin de semana en lanchas de la Autoridad Portuaria para abordar a las embarcaciones menores que estén mal situadas en la bahía capitalina. Los agentes disponen de una barco propio, pero está fuera de servicio y es demasiado grande para maniobrar en el Muelle Deportivo o para abordar a los usuarios que invadan la zona de seguridad reservada al tránsito de los buques mercantes. 

Por eso las primeras patrullas han comenzado a funcionar este fin de semana en lanchas pequeñas de la Autoridad Portuaria, con un patrón del mismo organismo que se ocupa de manejar la zódiac y de llevar al guardamuelles para realizar las inspecciones, iniciando así las identificaciones y los expedientes sancionadores que considere oportunos.

«Desde siempre ha habido embarcaciones deportivas que se cruzan delante del Fred. Olsen o piraguas que van por donde no deben, pero la falta de personal y de medios hizo que el servicio de vigilancia marítima cayera por sí solo», explican fuentes portuarias, que van ahora una oportunidad de cumplir con esa vieja aspiración de vigilancia

La Policía Portuaria, en ese sentido, quiere tener un «servicio marítimo completo», con embarcaciones más ágiles, rápidas y propias, no solo para vigilar el canal de acceso al Puerto o «controlar el descontrol del Muelle Deportivo», sino para escoltar a los cruceros y cumplir con los protocolos de seguridad o recoger muestras de vertidos, por citar algunas de las funciones que podrían ejercer si tuvieran la formación y los medios adecuados.

Pero poner en marcha un servicio así no es una tarea fácil ni sencilla en el Puerto. Antes habría que rescatar o reciclar las titulaciones de los agentes para no disponer de los patrones de la Autoridad Portuaria, los cuales no hacen turnos de 24 horas como sí ocurre con los guardamuelles.

La idea, aclaran, es disponer de agentes titulados y embarcaciones propias de la policía para que puedan patrullar continuamente las aguas del Puerto y acceder a zonas como el Muelle Deportivo o la misma playa de Alcaravaneras, que es donde parten o se concentran la mayoría de las incidencias detectadas por Capitanía Marítima de Las Palmas.

Desde el sindicato de la Policía Portuaria consideran un «avance» que se reactive este servicio de vigilancia, aunque por el momento solo esté en marcha con patrones de la Autoridad Portuaria y con agentes en régimen de pasaje, los cuales hacen funciones policiales y de control de marinería. Recuerdan, eso sí, que «lo importante ahora es controlar las aguas del Puerto», una facultad que los agentes llevan «años reivindicando». Las propias normas portuarias establecen que son responsables de ordenar la navegación y control de las embarcaciones deportivas dentro de la zona de servicio de La Luz. 

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