¿Por qué no pueden navegar los barcos deportivos en la entrada al Puerto de Las Palmas?

La asociación de navegantes rechaza que se les vigile y que se les multe y propone que se señale con boyas el canal de acceso

Una de las patrullas que ha empezado a controlar la navegación en el Muelle Deportivo

Una de las patrullas que ha empezado a controlar la navegación en el Muelle Deportivo / LP / DLP

La Asociación de Navegantes de Recreo (Anavre) se ha reunido esta semana con sus asociados de Canarias para abordar las medidas adoptadas por Capitanía Marítima y la Autoridad Portuaria de Las Palmas (APLP) sobre la ordenación de la navegación en la bahía de Las Palmas de Gran Canaria, entre ellas reforzar la vigilancia y el control de las embarcaciones menores para evitar que entorpezcan el tráfico comercial al invadir el canal de acceso al Puerto. 

«No nos parece razonable que la Policía Portuaria aborde a los barcos para decirles cómo deben navegar, porque para eso está el Reglamento Internacional de Prevención de Abordajes (Ripa)», asegura el responsable de comunicación Anavre, Ricardo Tormo

El colectivo, que tiene una gran presencia de asociados en el Muelle Deportivo de Las Palmas, está preocupado por la deriva tomada por los acontecimientos. Capitanía Marítima, a principios de Semana Santa, prohibió el fondeo en la dársena interior. Luego levantó la medida, tras llegar a un acuerdo con la Autoridad Portuaria, que se comprometió a reforzar la vigilancia en la entrada y salida del Puerto, con la finalidad de que las canoas, los veleros y los barcos a motor respeten las normas de navegación y no comprometan las maniobras de los buques mercantes.

Anavre considera que balizar el canal de acceso con pequeñas boyas sería una «solución aceptable», pero no aumentar la vigilancia ni las inspecciones de las embarcaciones para abordarlas, pues ese «suele ser el paso previo a endurecer las medidas y ponerse a sancionar», reflexiona el responsable de comunicación de la asociación de navegantes.

BARCO FRED OLSEN ENTRANDO A PUERTO | 05/04/2023 | Fotógrafo: Juan Carlos Castro

Una canoa y un barco de Fred. Olsen Express en la entrada al Puerto de Las Palmas / Juan Carlos Castro

Tormo recuerda que «no es obligatorio» plegar las velas y entrar a motor al muelle, «sino conveniente», y el reglamento tampoco prohíbe navegar por las zonas de salida de buques ni contempla sanciones específicas por ese motivo. Ese problema, añade, lo han tenido en otras dársenas deportivas nacionales, y casi siempre logran anular las multas porque es «muy difícil» demostrar que un pequeño velero perjudique la maniobra de un mercante y comprometa la seguridad marítima.

Navegar pegado a la derecha

El colectivo náutico entiende que con la señalización del canal de acceso y el cumplimiento del Ripa sería «suficiente» para evitar más conflictos marítimos con el tráfico comercial del Puerto de Las Palmas. Esas normas, que son estudiadas por «cualquier navegante», recogen la obligación de circular lo más ceñido posible a la derecha en canales angostos. En la práctica, además, lo habitual es cederle la preferencia al barco mercante, simplemente por la diferencia de tamaño entre una y otra embarcación.

Eso, navegar pegado a la costa y enfilar luego el canal hacia el exterior de la había, es lo que deberían hacer las embarcaciones al salir del Muelle Deportivo, pero no siempre es así, pues Capitanía Marítima ha detectado bastantes casos en los que se ataja en perpendicular, invadiendo así el canal de entrada y salida al Puerto.

La cosa se puede complicar si sale el Fred. Olsen y se produce algún fenómeno imprevisto, como ocurrió en Semana Santa, que un petrolero giró sobre su ancla por efecto del viento y se quedó atravesado en el canal, teniendo que maniobrar la naviera entre el petrolero y las embarcaciones menores, que no circulaban pegadas a la costa. La cosa se enreda aún más si los veleros que no van a motor y se quedan a merced del viento o las canoas que salen a mar abierto.

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