Alerta máxima en el Arsenal de Las Palmas de Gran Canaria

La Armada activa varias incidencias en la Base Naval para medir la respuesta de su policía y demás unidades especializadas en la protección de sus efectivos

Simulación de una agresión con arma blanca en la Base Naval

Simulación de una agresión con arma blanca en la Base Naval / LP / DLP

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Corre la mañana entre el tráfico del centro de la ciudad y el Arsenal de Las Palmas de Gran Canaria recibe un aviso de bomba. Así que se activan los protocolos para reforzar la seguridad en la Base Naval y el resto de las instalaciones militares, con la finalidad de verificar la situación de peligro, aislar la zona y desactivar el explosivo si finalmente se confirma la veracidad de la amenaza. Es uno de los ejercicios Cancerbero 23-01 que ha realizado en la capital la Fuerza de Protección de la Armada (Fupro) y la Unidad de Seguridad de Canarias (Uscan), los cuales están destinados a comprobar la vigencia de los planes de seguridad y de contingencia de las unidades de la Armada.

Estas maniobras nacionales comenzaron el martes y finalizaron el miércoles. También se celebraron en la Bahía de Cádiz y Cartagena, movilizando a 4.500 efectivos para poner a prueba los mecanismo de seguridad interna en la zona Sur, Levante y Canarias. 

La unidad canina tira del olfato de Alma, una pastora belga especializada en detectar explosivos

La Fuerza de Protección de la Armada, en ese sentido, está especializada en operaciones de interdicción marítima y en garantizar la seguridad física de las personas, las bases, las instalaciones y las unidades que se determinen. Por eso el ejercicio Cancerbero tiene como objetivo comprobar la vigencia de los planes de actuación, todo mediante la inyección de incidencias relacionadas con la seguridad para poner a prueba los procedimientos de reacción ante las diversas amenazas que puedan darse en estas unidades.

Y eso es lo que ha pasado estos días en la Base Naval de Las Palmas. Tras recibir el aviso de bomba, se subió el estado de alerta hasta llegar a charlie, el máximo establecido en el argot militar sin contar con delta, que solo se activa en los casos de conflictos de guerra o ataques bélicos (el orden es alfa, bravo, charlie y delta). 

Esto motivó que se incrementasen las medidas de seguridad para hacer frente a cualquier amenaza que pueda surgir. En concreto aumentaron las patrullas exteriores e interiores, con el refuerzo de los accesos y más medios técnicos para reducir los tiempos de reacción, entre otras acciones. 

En la puerta de entrada al Arsenal, por ejemplo, se activó un control doble, con al menos seis agentes armados con metralletas, cascos y chalecos antibala. La Policía Naval registraba todos los vehículos, incluidos los comerciales y hasta los adscritos a la base militar, con un espejo grande de mano para revisar los bajos de las carrocerías, además de inspeccionar los maleteros, las mochilas o cualquier otro bulto o equipaje sospechoso.

Más allá, ocultó entre los jardines de aire inglés, aparece una caja que no debería estar entre las flores. Así que se acordona la zona, se traza un perímetro de seguridad y se activa la unidad canina. El guía da instrucciones a Alma, una pastora belga que empieza a olisquear el ambiente hasta dar con la caja.

La Uscan refuerza el control de acceso al edificio y dobla las patrullas para neutralizar la amenaza

Al poco de constatar que no existen explosivos porque todo es una falsa alarma, se activa otra alerta, esta vez en la zona de entrada al edificio militar. Porque hasta ahí ha llegado un hombre armado con un cuchillo. El agresor apuñala por la espalda a un oficial, pero dos policías navales lo desarman y se lo llevan detenido a punta de pistola.

La ajetreada mañana aún guarda una sorpresa de última hora: un individuo se acerca a nado y hay que neutralizarlo. El ejercicio que simulaba la llegada de migrantes finalmente no se hizo al tratarse de un supuesto que no entra dentro de los cometidos habituales de la Fuerzas de Protección de la Armada, que solo está especializa en la interdicción marítima (abordaje, controles de buques...) y la seguridad de su personal e instalaciones.  

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