Conferencia

Más allá de la desamortización

El intendente de la Armada Alfonso de la Hoz González resalta en la Económica el papel del liberal Juan Álvarez de Mendizábal en la modernización de España

El teniente coronel de la Armadas Alfonso de la Hoz González durante su ponencia en la Económica.

El teniente coronel de la Armadas Alfonso de la Hoz González durante su ponencia en la Económica. / ALEJANDRO QUEVEDO

«Expropiar a la Iglesia le pasó factura. Cien años después, con la llegada del nacionalcatolicismo quitaron su estatua en Madrid y mentarle era mentar a la bicha. La izquierda tampoco le consideró como tal, para ellos fue un gran capitalista por su pasado de comerciante». El teniente coronel de intendencia de la Armada en Las Palmas Alfonso de la Hoz González (Barcelona, 1967) destacó este miércoles en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria el papel del liberal Juan Álvarez de Mendizábal (1790-1853) en la modernización de España, pese a ser una figura olvidada durante el siglo XX por el hecho de haber llevado a cabo una de las más importantes expropiaciones de bienes de la Iglesia. «Nadie le reconoce como propio, aunque fue un gran protagonista del siglo XIX», dijo el militar minutos antes vía telefónica de su ponencia 'Aspectos navales de Mendizábal'.

Las Palmas de Gran Canaria, como tantas otras ciudades de España, se vio afectada por aquel proceso (1835-36), que no era el primero ni fue el último. Los conventos de San Bernardo, San Francisco y Santa Clara se vieron afectados por aquella expropiaron y a cambio la ciudad ganó espacio. La alameda de Colón, la plaza de Cairasco y el palacio Quetgles son secuelas de aquella ley que más que contentar a los pequeños propietarios y al pueblo, enriqueció, por contra, a los que ya eran poseedores de tierras por el modo de poner en el mercado los lotes dada las prisas por conseguir dinero para frenar la primera carlista. 

El político, que fue presidente del Consejo de Ministros y ministro en dos ocasiones, dividió la estructura de la Armada en cuatro secciones que hoy siguen en pie

 «Cambió la estructura para siempre de la tierra, consiguió que salieran al mercado todas las tierras. Se creó una clase media de grandes propietarios, especialmente en Andalucía», comentó el militar, que el proyecto se quedó, sin embargo, a medias dado que cuando dejó el gobierno la guerra ya estaba prácticamente ganada. «Fue un hombre de grandes arranques pero no terminaba de rematar muchos proyectos, hay que tener en cuenta que desde 1834-60 hay más de cincuenta gobiernos y una gran inestabilidad en el país con pronunciamientos incluidos; era muy difícil con este clima que los proyectos acabasen», indicó De la Hoz al relatar el momento histórico en el que se movió el gaditano Juan Álvarez de Mendizábal, entre la muerte de Fernando VII y el reinado de Isabel II.

Un hombre del romanticismo

El teniente coronel de Intendencia de la Armada repasó durante su ponencia la biografía del político liberal que fue además de presidente del consejo de ministros, ministro de Hacienda y de Estado, alcalde de Madrid y árbitro político durante la guerra civil portuguesa. En este sentido, resaltó su trabajo en la reorganización de la Marina durante su mandato. «Dividió a la Armada en cuatro secciones - Logística, Personal, Financiera y Operativa- que son casi las mismas que operan hoy en día, aunque 200 años después», dijo.

Vista de la Económica durante la ponencia de Alfonso de la Hoz González.

Vista de la Económica durante la ponencia de Alfonso de la Hoz González. / ALEJANDRO QUEVEDO

Para Alfonso de la Hoz González, que lleva nueve años destinado en Canarias y que recientemente ha sido nombrado coronel, Mendizábal fue «un visionario, un aventurero y un romántico» al estilo de los hombres de su tiempo. «Participó en todas las conspiraciones liberales, incluso desde el exilio, y se batió dos veces en duelo por discusiones políticas en el Parlamento», comentó sobre este personaje de la historia española, marcado por la desamortización pero que también realizó «otras medidas democratizadoras» para el país como incrementar la libertad de prensa, hacer que el Parlamento controlara al gobierno o rebajar el nivel de renta para poder tener derecho a votar.

«Mendizábal fue un gestor, un visionario, un hombre de acción que triunfó», destacó el conferenciante

«Fue un gestor, un hombre de acción que triunfó. Su familia era comerciante y no pertenecía a ninguna de las tres aristocracias que gobernaban el país -Nobleza, Militares y Jueces-. Puede decirse que fue un hombre de la sociedad civil, un hombre de negocios, con experiencia internacional, que desde pequeño aprendió idiomas y le fue bien en la vida, incluso cuando se exilió a Londres siguió haciendo negocios», resaltó sobre el perfil de Mendizábal, que pese a hacer fortuna repartió toda su riqueza entre su familia antes de morir en Madrid, donde sus restos descansan. «Fue todo un símbolo, y no solo como político. A su entierro fueron unos 8.000 ciudadanos».

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