Las Palmas de Gran Canaria pierde los logos que poblaron sus calles en el siglo XX

Los logos forman parte del paisaje urbano, hablan de cómo es una ciudad, de su evolución y de su gente. Las Palmas de Gran Canaria está perdiendo muchos de esos distintivos comerciales que poblaron sus calles a lo largo del siglo XX. En los últimos seis meses, la asociación Insula Signa ha contabilizado la desaparición de cuatro insignias a lo largo de la capital. Y aunque han logrado recuperar el letrero de los cines Galaxy's, desde el punto de vista del colectivo se está perdiendo en el vertedero un patrimonio gráfico que forma parte del acervo cultural. Estos elementos también forman parte del patrimonio y la historia.

Una capital en rótulos

El último en caer bajo la piqueta ha sido el logotipo de las máquinas de coser Alfa que adornaba en el umbral del local comercial de León y Castillo 41. El inmueble, construido en 1940, ha sido restaurado en los últimos años, de hecho, los nuevos propietarios lo han rebautizado como Edificio Alfa. La pieza, un mosaico de terrazo de mitad del siglo XX, permaneció en la entrada décadas. Sobrevivió al cierre del negocio original y posteriormente a varios bazares chinos. Hasta la semana pasada.

Jaime Medina, miembro de la asociación, apunta que este es «un caso especialmente sangrante». «En mayo de 2021 contactamos con el estudio de arquitectura de la arquitecta María Luisa Martínez Zimmermann, que en ese momento era el encargado de la reforma, para comunicarles nuestra preocupación por el trato que el mosaico estaba recibiendo y nuestro temor a que acabase desapareciendo», explica el diseñador gráfico, «nos comunicaron que eran conscientes del interés de la pieza y que su intención era respetarla».

Insula Signa resalta que llegaron a contactar con la familia Álvarez Vidal, «representantes pioneros en todo el Estado», según les comunicaron desde la central de Alfa en Guipúzcoa. Los herederos de Manuel Álvarez siguen representando a la compañía en la capital grancanaria, con un comercio en Guanarteme. Según estos, su abuelo encargó el mosaico y lo mandó instalar a las puertas del negocio cuando abrieron en León y Castillo. «Fue un caso extraordinario de fidelidad a la marca y amor por el producto que representaba», resalta Medina, «toda esta historia ha quedado sepultada bajo el desprecio».

Hostal Oriente, en Arenales

El caso de Alfa no ha sido un hecho aislado. Insula Signa lleva varios años peinando las Islas en busca de letreros, rótulos y mosaicos que estén en peligro. A comienzos de este año detectaron otra insignia que ya pasó a mejor vida en el mismo barrio de Arenales. En este caso, se trata de también una baldosa en el suelo; a las puertas del desaparecido Hostal Oriente, en la calle Castrillo 10, esquina con Quince de Noviembre. El nombre del alojamiento permaneció impreso en la loseta durante más de medio siglo. 

La asociación detectó la pieza del Hostal Oriente tras la demolición del edificio. «Las obras dejaron visible una bonita placa de terrazo con letras negras incrustadas que daba la bienvenida a los clientes al hostal», señala Medina. Este explica que al estar integrado en el pavimento «imposibilitó su extracción sin ser dañado». Por lo que, con la construcción de un nuevo inmueble de viviendas ha desaparecido.

La loseta era un vestigio de las pensiones que en otro tiempo proliferaron en Venegas y la desaparecida 18 Julio, calles traseras de León y Castillo que entonces daban al mar. El Hostal Oriente abrió sus puertas, al menos, a comienzos de los 60 por Santiago Said Abu, quien traspasó el negocio a finales de dicha década. El lugar fue testigo de un truculento suceso en 1981, momento en el que un chico que trabajaba de mozo en el alojamiento mató a uno de los huéspedes.

Zona Puerto

En la zona del Puerto, la asociación lamenta la desaparición de dos rótulos en los últimos meses. En Navidad la piqueta acabó con una casa terrera en la isletera calle Gordillo con Juan Rejón. Vivienda que en uno de sus laterales conservaba el logo «Post Vox» en letras metálicas. Desde Insula Signa especulan que allí habría algún tipo de oficina o buzón de correos para los marineros desde comienzos del siglo XX, cuando en la trasera del edificio batía el mar y había astilleros, aunque durante décadas albergó el Bar Chus.

En Santa Catalina, la asociación lamenta la desapareción del logo de La Madrileña 2, en General Vives por «un insulso cajón luminoso de plástico». Esta pérdida se une a la de La Madrileña original en Ripoche hace unos años, de similares características. Ambas churrerías que fueron buques insignia del auge turístico de la capital en los 60 y 70.

No obstante, el pasado marzo Insula Signa logró rescatar de su destino -el vertedero- el logo comercial de los cines Galaxy’s de Mesa y López; todo un icono de los 80 y 90 en la ciudad. También han recuperado el de la librería Rexachs de General Vives, el del Cuasquías o el de la relojería y platería Verol, en Vegueta.

Suscríbete para seguir leyendo