Seis empresas se disputan la última gran ampliación exterior del Puerto de Las Palmas

Habrá ampliación del Puerto de Las Palmas. Seis empresas, tres mediante la conformación de una unión temporal (UTE), competirán por ejecutar la cuarta fase del dique de La Esfinge, luego bautizado como Muelle Nelson Mandela, un espacio en el que está previsto el desarrollo de la energía eólica marina, entre otras industrias, como el almacenamiento de coches que promueve Domingo Alonso, o la sede construida por Naviera Armas como base de sus operaciones en Canarias.  

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El proyecto, que asciende a 30,9 millones, se presenta como la última gran obra exterior del Puerto de Las Palmas. Más allá del Nelson Mandela resulta inviable cualquier prolongación debido a la profundidad de las aguas y las dificultades económicas para rentabilizar la operación. 

Es, por tanto, el último crecimiento exterior previsto por los técnicos de la Autoridad Portuaria de Las Palmas (APLP), cuya adjudicación se materializará en los próximos meses si no surgen demoras ni problemas en el proceso de licitación. Los plazos apremian para aprovechar los fondos europeos solicitados.

Dragados, FCC y Sacyr se presentan en solitario mientras que Sato y OHL concurren juntas

Ayer finalizó la fase de presentación de las ofertas, con una concurrencia notable por parte de las grandes empresas habituales del sector. Dragados SA, FCC Construcción SA, y Sacyr SA han apostado por competir en solitario, mientras que las otras tres propuestas se corresponden con la UTE Sociedad Anónima Trabajos y Obras (Sato) – Obrascon Huarte y Lain SA (OHL); la UTE Acciona Construcción - Lopesan Asfaltos y Construcciones; y la UTE Rover Maritime – Satocan SA – Rover Infraestructuras. Los técnicos analizarán ahora las ofertas y elegirán la mejor opción para los intereses del Puerto de Las Palmas.

El nuevo tramo del dique tendrá una longitud de 238,50 metros y se realizará en 18 meses desde el inicio de los trabajos, según el plazo de ejecución establecido en las condiciones del concurso. El calado o profundidad será de 25,00 metros referido al cero del puerto, con un ancho para efectuar maniobras de 18,25 metros. 

Estos parámetros son importantes para la Autoridad Portuaria, cuyo primer objetivo de la ampliación es «atender las nuevas necesidades» de la operadora Oryx Iberia SA en los tráficos de graneles líquidos. El aumento de capacidad por línea de atraque permitirá maniobrar a buques tanque de productos petrolíferos de gran porte, tipo VLCC, «potenciando los tráficos del puerto y posicionándolo como un hub para estos productos», recoge la memoria justificativa del proyecto.

El segundo objetivo es «mejorar las condiciones de operatividad de los muelles y atraques en la dársena de África», donde actualmente se producen episodios con altos niveles de agitación y resonancia de las aguas. Estas molestias, además, se han visto amplificadas en los últimos años, conforme ha ido avanzando el desarrollo de la dársena y la construcción de las explanadas asociadas.

Una de las líneas de trabajo que se ha marcado Luis Ibarra en sus dos mandatos es ordenar el puerto por sectores de actividad, como hizo, por ejemplo, con las navieras Armas y Fred. Olsen, los astilleros o las plataformas petroleras. De ahí la pertinencia de que ahora se opte por incrementar la capacidad para los buques tipo Very Large Crude Carrier (VLCC), que se corresponden con grandes petroleros cuya capacidad estriba de las 200.000 a las 320.000 toneladas de peso muerto. 

Ubicar estos barcos al final del Nelson Mandela, que es la zona más alejada del Puerto respecto a la ciudad, permitirá reducir los costes unitarios de transporte marítimo y potenciar las economías de escala. 

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La finalidad de la inversión es que se traduzca en una mejora de la competitividad al impulsar los tráficos vinculados al tránsito marítimo y la actividad del bunkering (suministro de combustible).

La obra consistirá en la colocación de siete cajones flotantes de hormigón. De los siete, con 24 metros de manga, cuatro serán de nueva construcción. Los otros tres serán reutilizados del actual martillo del muelle, que se demolerá y se volverá a fondear en su nueva ubicación.

El muelle, por tanto, crecerá hacia el sur, con una sección tipo con tipología de dique vertical, manteniendo la misma alineación con orientación norte-sur y una longitud total de 238,50 metros.

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