Comercios históricos de Las Palmas de Gran Canaria

Tazas de café con aroma internacional en el Mercado Central

El negocio Café Ojeda lleva abierto desde 1961 y desde hace 40 años se ubican en el Mercado Central | El fundador, Pedro Ojeda, comenzó después de salir del cuartel

Comercio Histórico: Café Ojeda

T. M. R.

El sonido de la máquina moliendo café se escucha desde el principio del pasillo del Mercado Central de Las Palmas de Gran Canaria. Pedro Ojeda atiende a los clientes que llegan a por sus sobres de café recién molido, llegarán a casa y se prepararán una taza de café con sabor a historia, ya que Café Ojeda lleva desde 1961 abasteciendo las cafeteras de los grancanarios. El padre del actual dueño, también Pedro Ojeda, fundó el negocio en la calle Pi y Margall tras salir del cuartel. Veinte años después se traspasó a la plaza de abastos, donde sigue desde entonces.

«Supongo que le vio que tenía futuro al sector», comenta Ojeda sobre las razones por las que su padre comenzó con el negocio. El fundador se jubiló hace dos décadas cuando Ojeda tenía tan solo 21 años y fue entonces cuando se produjo el relevo generacional, aunque él ya se había criado en el negocio. En la primera tienda que regentaron en Alcaravaneras su vivienda estaba encima de la tienda, con lo que Ojeda estaba más que habituado al trabajo de la empresa. 

Ojeda admite que la suya es una casa donde se toma mucho café. «Yo tengo la tensión baja, así que me viene bien», bromea. El dueño comenta que se habituó al café al catarlo, ya que cada partida nueva tiene que probarla primero para comprobar que es de buena calidad. «Lo catas porque es como el vino, hay años que el café es mejor que otros que no sale tan bueno, aunque tú pidas la misma calidad», explica. 

En la pared del puesto tiene expuestos los diferentes cafés que vende de diferentes partes del mundo; Colombia, Brasil, Kenia o Italia. «Hemos escogido estos cafés porque son los que más se venden y los que más demanda la gente por la calidad que tienen», indica. El más vendido es el colombiano y confiesa que también es su favorito. «Yo creo que es por la buena fama que tiene, también puede ser porque no es fuerte y es muy aromático y la gente lo conoce mucho», supone. Los clientes no se complican y compran lo seguro, si alguna vez ofrece un café de un sitio con poca fama como Honduras se vende muy poco, por eso, Colombia y Brasil son los granos estrella. 

Ojeda detalla que lo compran directamente de origen y lo tuestan personalmente. «Traen el café verde, así que nosotros lo tostamos, le damos el punto y luego lo exponemos aquí en la tienda. El punto de tostado es lo que diferencia a cada café, el tipo de tueste te diferencia de la competencia y también la calidad que compres», afirma. 

También distribuyen café a bares y cafeterías, pero el mayor beneficio es a través de la tienda con el consumidor minorista. Ojeda pone en valor la calidad de comprar el café recién molido frente a comprar un paquete en una gran superficie. «Solemos tener una calidad importante, no traemos cualquier café, también es la frescura, eso es el aliciente que tiene esto», refleja. El amante del café es el que más lo nota, sobre todo cuando lo toma solo y puede apreciar los aromas y sabores de forma más intensa. «No es solo la frescura sino que es una calidad mayor que los otros», incide.

Cada mes suelen pedir 3.000 kilos de granos de café para la tienda. Los clientes suelen pedirlo molido, pero con la reciente venta de máquinas más modernas que consiguen moler los granos en muy poco tiempo, Ojeda ha notado un incremento de demanda de venta de grano. Aunque el 80% de las compras siguen siendo del tipo molido. 

Sus clientes además de ser en su gran mayoría, de toda la vida, vienen de todos los municipio de la Isla, ya sea desde Arucas o Ingenio para llevarse dos o tres kilos de café recién molido. También aquellos que se van a vivir fuera o tienen hijos en el extranjero compran sus paquetes para beber una taza con sabor a casa y que la morriña por el hogar se disipe por unos momentos. 

«De todas formas, siempre se ha dicho que el café de Canarias sabe un poquito mejor que en la Península», destaca. Ojeda no sabe cuán de cierto es la afirmación, pero sí sabe que sus ventas se incrementan en Navidades y verano porque durante las vacaciones los clientes compran kilos para llevar a sus familiares o amigos. «Hay gente que regala café», asegura Ojeda. Y es que no hay nada mejor que una buena taza de café para acompañar los días y mañanas.

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