Tribunales

«Me pasaba el día con el extintor para salvar la contabilidad»

El contable de la empresa de Lenita niega que tuviera un papel clave en la dirección | El juicio ha quedado visto para sentencia

Uno de los testigos, durante el juicio a  la empresa Burmen. | |

Uno de los testigos, durante el juicio a la empresa Burmen. | | / ÁNGEL MEDINA/EFE

El responsable de contabilidad de la empresa Burmen, Airam del Pino Martel, ha negado que su papel en la empresa fuese el de un ejecutivo que tomara decisiones y ha afirmado que seguía órdenes de la familia Burman Mentado y del director financiero, Juan Alberto González. Su función, ha dicho, era más bien la de «pasarse el día en la nave con el extintor en la mano» para salvar la contabilidad.

Así lo ha expresado este jueves Martel durante su declaración en el segundo y último día del juicio contra los creadores de las marcas Lenita y XTG, Lenita Burman y Luis Mentado, y contra su hija Nicole, de la marca Maldito Sweet, por un presunto fraude a la Seguridad Social de 580.994 euros y un posible delito de alzamiento de bienes, si bien de este último cargo el Ministerio Fiscal se ha retractado hoy [por ayer] en base a jurisprudencia del Tribunal Supremo emitida el pasado marzo.

A Airam del Pino Martel la acusación particular que ejerce la Tesorería de la Seguridad Social le imputa delitos contra este ente y de insolvencia punible y le otorga un papel clave en la dirección del entramado empresarial, hechos que la Fiscalía no aprecia.

La acusación particular sostiene que del Pino Martel era directivo de la empresa y responsable porque, además de ejercer como apoderado mancomunado, envió un correo electrónico ordenando el trasvase de empleados de Burmen, la compañía que dirigían Lenita Burman y Luis Mentado, a la empresa que asumió las deudas, Beach Concept, propiedad de su hija Nicole.

El Ministerio Fiscal mantiene para cada uno de los procesados la multa de 2,32 millones

En cuanto a los motivos de creación de Beach Concept, que absorbió las deudas de Burmen y su cartera de clientes, y que la Fiscalía achaca a una voluntad de la familia de seguir eludiendo pagos a la Seguridad Social y a proveedores, Martel ha afirmado que se debe tanto al regreso de Nicole Mentado tras finalizar sus estudios como a los problemas de Burmen con la producción en China.

Sobre si Luis Mentado y Lenita Burman participaban en la nueva empresa, Martel ha señalado que seguían teniendo sus despachos en la nave y que hacían diseños para su hija, a la par que ha dicho desconocer si Beach Concept pagaba por esos diseños y ha aseverado que por lo que sí hubo un pago fue por la cartera de clientes que se «compensó descontando facturas que debían» por valor de 150.000 euros.

Por su parte, Nicole Mentado ha defendido que sus padres no tenían relación con Beach Concept salvo el diseño puntual de algunas prendas y los «consejos» que, como familiares, podían darle.

Preguntada por cómo consiguió poner en marcha una empresa con su edad, ha afirmado que lo hizo con ahorros y 6.000 euros de un premio a emprendedores, y aprovechando la maquinaria y experiencia de la fábrica de uniformes que pertenecía a su abuelo.

También ha defendido que era Airam del Pino Martel el que tomaba las decisiones contables y ha explicado que si se decidió contratar a los trabajadores de Burmen, respetando su antigüedad, era porque no quería tener que «empezar de cero» con nuevos empleados. También ha defendido que siempre pagó las cuotas a la Seguridad Social «hasta que me derivaron la deuda».

Durante las conclusiones finales, la Fiscalía ha mantenido para cada uno de los procesados la multa de 2,32 millones de euros mientras que las defensas han pedido, además de la absolución, el atenuante de dilación indebida.

Para el Ministerio Fiscal durante el juicio ha quedado «sobradamente acreditado» el delito contra la Seguridad Social y ha considerado que el «dolo» es observable al crearse una sucesión de empresas que, en su opinión, tenían como único objetivo «ocultar, distraer y apartar activos y rendimientos positivos de las posibilidades de cobro de la Seguridad Social».

Para el abogado defensor de Mentado y Burman, no pagar las cuotas a la Seguridad Social «no supone en ningún caso defraudar» y ha afirmado que los acusados tenían dados de alta a todos sus empleados, algo que, a su juicio, demuestra que no había voluntad de ocultar las cuotas o declararlas de manera torticera.