Los reparadores navales reclaman más control a los trabajos de empresas externas en buques extranjeros en el Puerto de Las Palmas

El sector de las reparaciones navales se ha reunido con Capitanía Marítima y la Autoridad Portuaria de Las Palmas (APLP) para afinar el cumplimiento de la ordenanza que regula los trabajos en buques, plataformas y artefactos flotantes en el Puerto de La Luz.

A la cita de trabajo, que se celebró ayer en el salón de actos de Capitanía Marítima, acudieron representantes de casi todas las empresas vinculadas a la Asociación de Reparaciones Navales de Las Palmas (ARN), quienes, en líneas generales, plantearon la necesidad de reforzar el control de las reparaciones de buques en los muelles comerciales, esto es, fuera de los astilleros, pues aseguran que en estos negocios se cumplen las medidas de seguridad y los estándares de calidad. 

El problema surge al realizar esos controles a los barcos extranjeros, sobre todo porque la normativa interna del puerto no es aplicable en esos mercantes y tampoco está clara qué administración debe extremar el celo. Los conflictos, por tanto, surgen con los trabajos realizados por empresas externas y tripulaciones en buques de bandera extranjera.

 En resumen, grosso modo, Capitanía Marítima es la administración competente para subir a los buques y ejecutar las inspecciones vinculadas a la seguridad y la contaminación, mientras que la Autoridad Portuaria, a través de su policía, tendría que encargarse de controlar la actividad comercial en sus muelles. 

La ordenanza, en ese sentido, fue aprobada en 2021 por el propio organismo portuario, con la finalidad de regular un sector que está en auge, hasta el punto de convertir al Puerto de Las Palmas en uno de los centros especializados en reparaciones navales más importante del Atlántico. 

Control y protección

Lo que reclaman los asociados de ARN es que se refuerce el control a empresas y barcos extranjeros para garantizar «la mayor protección posible» frente a posibles accidentes y aplicaciones incorrectas de la ordenanza. La presidenta del colectivo, Luisa Ramos, aclara que sus asociados cumplen la normativa, al tiempo que califica la reunión de trabajo de «muy positiva» porque ha permitido conocer las inquietudes del sector y transmitirlas a las administraciones marítimas de forma directa.

A la cita acudieron el director del Puerto de Las Palmas, Francisco Trujillo Ramírez, la presidenta de ARN, Luisa Ramos, y el capitán marítimo de Las Palmas, Francisco Garcia Lascurain, impulsor este último de la reunión con el sector tras el paréntesis involuntario de la actividad derivado de la pandemia del covid. 

«Gracias al nivel de compromiso de nuestros talleres y empresas especializadas, Las Palmas destaca por ser un Puerto seguro y con elevados estándares de calidad técnica», destaca Ramos tras la reunión. La implicación en la prevención de riesgos y la seguridad en el trabajo «es crucial para nuestro sector», añade.

Y es que el objetivo de Capitanía Marítima es «refrescar» la normativa local para desarrollar la actividad con el máximo de garantías, así como las normas internacionales y la calidad de los procedimientos de trabajo, sobre todo después de que dos marineros fallecieran el mes pasado en un buque perforador extranjero por una intoxicación de gas. 

En estos casos es necesario cumplir siempre con los protocolos de actuación establecidos para entrar en espacios confinados que sean susceptibles de este tipo de intoxicaciones respiratorias, entre otras medidas de seguridad, así como comunicar de manera inmediata a las autoridades marítimas cualquier anomalía detectada en ese sentido.

Capitanía Marítima de Las Palmas ha abierto un expediente informativo para averiguar qué falló en el accidente que causó la muerte de los dos tripulantes extranjeros en el barco perforador Valaris DS -17.

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