Honores y distinciones | Hijo predilecto

Dámaso Martínez, el líder que puso en valor el folclore de las Islas

Director de la agrupación Roque Nublo durante tres décadas, será reconocido Hijo Predilecto a título póstumo

Dámaso Martínez Martín en una actuación de la agrupación folclórica Roque Nublo.

Dámaso Martínez Martín en una actuación de la agrupación folclórica Roque Nublo. / Ceduda por la familia

«Fue un auténtico líder, tenía un liderazgo innato», resalta Juanra Martínez, hijo de Dámaso Martínez Martín, histórico director de la Agrupación Folclórica Roque Nublo. Natural de La Isleta, Martínez padre llevó la música en las venas. Casi desde niño tocaba en parrandas de amigos por las calles del barrio portuario, sería en la década de 1950 cuando conoce al guitarrista Efrén Casaña, quien le mete el gusanillo para estudiar música en el Conservatorio. Aunque ya había participado anteriormente en el grupo, no sería hasta principios de los años 80 cuando asumiría la dirección del mismo, puesto que ostentó hasta el final de sus días. Como diría el dicho, falleció con las botas puestas en marzo de 2017. Seis años después el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria le reconocerá el próximo 23 de junio a título póstumo como hijo predilecto de la ciudad en el acto oficial de Honores y Distinciones.

Martínez nació en 1938 en el seno de una familia humilde de seis hermanos. En sus inicios se dedicó a la restauración, regentando bares en su Isleta natal. También gestionó varios apartamentos en pleno boom del turismo en la capital en los años 60 y 70. Entre tanto, estudió música gracias a Efrén Casaña, «quien le engatusó», cuenta su hijo, «él ya hacía sus pinitos con amigos en bares del barrio».

«Creía en el proyecto del grupo y en preservar nuestras señas de identidad», destaca su hijo

A comienzos de los 60 entra en Roque Nublo. Esta agrupación folclórica nació en 1953 casi de la mano del Pueblo Canario, lugar emblemático del turismo donde todavía hoy tocan cada fin de semana, ahora bajo la batuta de Juanra, hijo de Martínez. Esta primera etapa en el mundo del folclore no duraría mucho. El isletero «por circunstancias de la vida», sale del grupo y pasa por distintas ocupaciones dentro y fuera de la música. Tras dimes y dirites entra en la tertulia lírica Víctor Doreste.

A partir de esta asociación impulsa la orquesta lírica de pulso y púa Alfredo Kraus. Durante años sería el director de esta agrupación, bautizada con el nombre del tenor grancanario. Y es que la púa era lo suyo, especialmente la guitarra, aunque tal y como relata su hijo, «un músico debe conocer muchos instrumentos». El piano, el timple «y todos los de viento se le daban bien».

Regresa a Roque Nublo

A comienzos de los 80 regresa a Roque Nublo, agrupación en la que, ahora sí, permanecería hasta el final. Ingresó como presidente, aunque pronto delegaría el puesto para ser director, aclara su hijo. «Decidió afrontar ese liderazgo, creía en el proyecto y en preservar nuestra señas de identidad», apunta su hijo. «Al final se convirtió en un lazo de unión que lograba mimetizar a personas de diferentes generaciones, creaba una familia», señala.

El grupo alcanzó mayor relevancia y recorrido e hizo escuela. Y es que Roque Nublo no es una agrupación folclórica cualquiera, cuenta con una Medalla de Oro de la ciudad, diversos reconocimientos al mérito turístico -uno de ellos otorgado por el Gobierno de España- y por sus filas pasó gente emblemática como Nanino Díaz Cutillas. De hecho, el grupo ha sido «embajador» de la capital, de las Islas y del país en multitud de encuentros a nivel internacional. «Viajaban en una época en la que no era tan fácil hacerlo como es ahora», indica.

Martínez hijo, quien ingresó en el grupo a finales de los 80 después de que su padre le transmitiera el gusanillo de la música, recuerda especialmente la gira del 92. «Salimos en barco de la isla y cuando desembarcamos tocamos en Sevilla con motivo de la Expo», apunta. De ahí tiraron para Zaragoza, cruzaron Francia y llegaron a Hamburgo, «donde tocamos en la inauguración de un metro». Dieron media vuelta y antes de volver a recalar en la capital andaluza pasaron por Barcelona, donde actuaron con motivo de las Juegos Olímpicos de aquel año.

70 aniversario

«La gente estaba comprometida con él», expone el hijo y sucesor del músico. El isletero tenía esa capacidad para aunarlos. «Era un fenómeno, tenía cualidades innatas, sabía lo que estábamos pensando cuando nos miraba», relata. Capacidades que le permitieron estar al frente de la agrupación cada sábado en el Pueblo Canario a pesar de superar de largo los 70 años.

«Como hijo es un honor este reconocimiento, no tiene explicación», apunta Juanra Martínez. El reconocimiento a título póstumo, «significa que no se han olvidado de él». Además, al coincidir con el 70 aniversario de la agrupación folclórica Roque Nublo supone un nuevo espaldarazo para una formación que ya es «toda una institución». «Al final mi padre fue representante de una generación del folclore un tanto defenestrada», indica; «fue un abanderado», matiza, por su defensa de la música tradicional canaria. 

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