Patrimonio | Jaime Medina Miembro de la asociación ínsula signa

«La situación del patrimonio gráfico es lamentable, ha sido ninguneado»

Jaime Medina, impulsor de la asociación Insular Signa señala que «gran parte de nuestra labor es dirigirnos a las instituciones, pero hay una desidia general»

Jaime Medina, de Ínsula Signa.

Jaime Medina, de Ínsula Signa. / Juan Castro

Jaime Medina es rotulista artesanal y diseñador gráfico. Auténtico apasionado de su profesión, pateaba las calles y apuntaba los rótulos que veía en precario o fueran curiosos. En 2020 formó junto a un grupo de amigos y conocidos la asociación Ínsula Signa, con el objetivo de rescatar un patrimonio que se está perdiendo y que ha sido «ninguneado» hasta ahora. Eso sí, han logrado rescatar los carteles de los Galaxy y de Rexachs.

Pregunta: ¿Cuál es la situación ahora mismo del patrimonio gráfico en Canarias y de la capital grancanaria en concreto?

Respuesta: La verdad es que es lamentable. Partimos de la base de que es un patrimonio ninguneado e ignorado, ya sea por desconocimiento o por falta de interés. Nuestra labor se centra en ponerlo en valor, en concienciar a la gente en general y a las instituciones en particular. Estamos consiguiendo alguna cosita como el rescate del Galaxy, que ha tenido un gran efecto de difusión. Parece que el público general está acogiendo bien el tema; ahora falta que esto llegue a las instituciones. Básicamente porque somos una asociación sin ánimo de lucro, por nosotros mismos no podemos proteger estos elementos como quisiéramos.

El reciente rescate del cartel de los Cines Galaxy, ¿ha conseguido una especie de efecto llamada y se les ha abierto la puerta para otros rescates?

Hemos recibido llamadas cada vez más frecuentemente. Sobretodo particulares para ofrecernos algún rótulo que ellos creen que nos puede interesar. Claro, falta un criterio. Nosotros decimos que para rescatar un rótulo hace falta que tenga algún interés, ya sea artístico, histórico o técnico. Estos criterios no siempre se cumplen. La gente piensa que cualquier rótulo podría valer y no es así. Nos han ofrecido varios, pero no los hemos considerado de interés.

¿Qué es lo que tiene que tener un rótulo para considerarse digno de ser conservado?

Tiene que tener interés cultural, eso se puede valorar en torno a varios factores. Uno de ellos sería el artístico, otro el histórico; también el tecnológico, hay rótulos que destacan por su factura, porque están hechos a mano o bien porque incorporan alguna nueva técnica. A veces basta con que cumpla uno de estas estos valores. Hay algunos que reúnen más de uno, cuando es así se convierten en rótulos de alto interés.

Retirada del cartel de los multicines Galaxy por la asociación Insula Signa.

¿Es el caso del rótulo de los cines Galaxy?

Exacto. Reunía, sobre todo, el histórico e identitario porque representaba esa zona de la ciudad y de hecho ha dado nombre a muchos locales de alrededor. Además de ser el primer multicines. Luego el artístico, por la estética propia de una época, de los 80, con neones y colores llamativos.

De momento conservamos los rótulos rescatados, hay que evitar que acaben en el vertedero»

¿Se patean las calles para saber qué carteles peligran? ¿Tienen algún tipo de inventario?

Esa es la tarea sobre la que se basa nuestra acción. Queremos elaborar un inventario de todos esos rótulos que aún existen. El archivo que tenemos lo hemos conseguido básicamente gracias a mi labor de rotulista durante muchos años. Con la creación de la asociación en 2020 se ha extendido gracias a nuestro grupo de Facebook, Instagram y demás. Estamos recibiendo constantemente imágenes y referencias de rótulos que no están a nuestro alcance porque están en un lugar remoto. Muchos se pierden, otros se deterioran, otros están en buen estado. Contamos con una base de miles de fotografías. Ese es el primer paso que habría que dar a la hora de poner en marcha el proyecto de Ínsula Signa, que pasaría ineludiblemente por un catálogo.

¿Qué hacen con los rótulos que rescatan?

De momento conservarlos, hay que evitar que se deterioren y que vayan a parar a un vertedero. Los estamos guardando con nuestros medios. En mi casa, en mi taller, en el garaje de un amigo, allá donde podamos. Tenemos una veintena de rótulos que queremos conservar, pero somos conscientes de que no es la situación ideal. Los rescatamos para que puedan seguir siendo observados en un espacio adecuado. Es algo que tenemos pendiente, exponerlos. Estamos poniendo en marcha un proyecto interesante; una alternativa que nos parece atractiva y viable. Ofrecemos estos rótulos a comerciantes que tengan un local público donde los quiera exponer. Ya hemos colocado dos. Allí se expone el rótulo junto a una lámina informativa donde habla de su historia y sus características.

Medina en su taller.

Medina en su taller. / Juan Castro

¿Por qué no se ha tenido en cuenta el valor de estos elementos gráficos?

El desarrollo de estas islas ha venido dado por la historia del comercio, que es un sector muy vivo. Siempre se ha considerado al rótulo un instrumento, nunca como una obra de arte en sí, sino como una herramienta que tiene el comerciante para vender más o para llamar la atención. Todos estos, en su contexto, cuando adquieren una pátina de historia o de características de valores culturales, pues sí que pasan a ser una obra de arte entre comillas.

No todo el mundo comprende esto y han desaparecido rótulos recientemente a pesar de la labor que hacen.

Gran parte de nuestra labor, que no es tan conocida, es dirigirnos a las instituciones. Hemos solicitado varias declaraciones de Bien de Interés Cultural para algunos rótulos sin respuesta alguna. Nos hemos interesado por algunos que pensábamos que estaban en custodia de las instituciones y hemos obtenido respuestas evasivas. Por ejemplo, el cartel de Sovhispan. La Autoridad Portuaria llegó a reconocer el interés que tenía, pero años más tarde nos han dicho que no saben nada del mismo. Hay una desidia general.

Esa desidia también ocurre con los particulares, como en el caso del edificio Alfa.

Al final es una cuestión de concienciación general. Las instituciones son un reflejo de la ciudadanía y hasta que todos no le demos un valor a esto, nadie se lo va a dar. Menos las instituciones, que siempre suelen ir por detrás del clamor popular.

Hay asociaciones similares a Ínsula Signa por toda España. ¿La situación en otros lugares es mejor o peor a la de aquí?

Somos miembros de hecho de la Red Ibérica por el Patrimonio Gráfico, una federación de asociaciones que se han interesado por este tema. Hay como una veintena de grupos que están haciendo cosas en su territorios y están recuperando rótulos. Unos con mejor suerte que otros. En Madrid se han hecho ya algunas exposiciones. Pero la situación es similar, hay un déficit de atención. La visión que se tiene a la hora de declarar un bien cultural y protegerlo se centra mucho en la arquitectura. Hay que traspasar esa frontera, porque son elementos que acompañan y que muchas veces le dan otro carácter al edificio, lo modelan o pasan a ser por sí mismos elementos valiosos.

Rótulo rescatado de la librería Rexachs.

Rótulo rescatado de la librería Rexachs.

Proteger no solo el continente, si no también el contenido. En unas jornadas recientes en Vegueta hablaban de dejar atrás el fachadismo.

Claro. Ahora mismo hay una visión muy del punto de vista del arquitecto, que me parece bien. Para ellos lo importante es el edificio y muchas veces los rótulos son elementos que molestan. No todos lo ven así, pero es la tendencia general. Se tiende a olvidar este tipo de elementos. Quizá por el mal uso que ha habido y la falta de regulación. Pero como te decía, muchos han formado parte del paisaje urbano y ya tienen un valor cultural. Dejando a un lado el aspecto estético, está el histórico y el cultural. Son negocios que han formado parte de la historia de la ciudad, de su esencia. Si un edificio tenía un rótulo durante 50 años, ese rótulo también ha formado parte. 

¿Les gustaría cambiar esta tendencia?

Hay mucho trabajo por hacer. Este es otro aspecto en el cual nosotros queremos también influir, que es en la regulación de estos elementos. Hace falta en todas las ciudades, más en Canarias, donde se ha vivido el boom del turismo y el crecimiento desmesurado. Sólo tienes que pasear por Las Canteras y ver el desorden que hay en cuanto a gráfica. Hay intentos por parte de las corporaciones de regularlo, pero muchas veces sin unificar criterios y casi siempre con una visión sesgada desde el punto de vista del arquitecto. Creo que la presencia de un diseñador gráfico en una mesa que decida estas normativas estaría bien para tener esa visión.

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