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Un armador paga 358.500 euros por un buque que está para el desguace

La Luz se quita de encima un barco japonés que llevaba tres años abandonado por las deudas del armador | Despiezarlo sale más rentable que devolverlo al mar

Los remolcadores sacan del Puerto de Las Palmas al ‘Frío V’ tras ser adquirido el barco en una subasta pública. | | LP/DLP

Los remolcadores sacan del Puerto de Las Palmas al ‘Frío V’ tras ser adquirido el barco en una subasta pública. | | LP/DLP / M. Reyes

El Puerto de Las Palmas ha subastado con éxito un buque mercante japonés de 115 metros de eslora que llevaba abandonado desde 2020 por su armador en el pantalán Fransari.

Se trata del Frío V, un carguero especializado en mercancía refrigerada, con bandera de Camerún, 115 metros de eslora y casi 5.000 toneladas de arqueo bruto que ha sido adquirido por la empresa Imera Shipping.

El nuevo propietario ha pagado 358.500 euros para hacerse con esta vieja gloria de los mares. Fue construido en los astilleros japoneses de Kukuoka. Su botadura se realizó en 1984 con el nombre de Shidaka Maru. Desde entonces ha sido rebautizado al menos cuatro veces: Ocean Wind, Frio Star, Forline I y su actual Frío V.

Es, además, un buque conocido en el Puerto de Las Palmas, pues fue sometido a una actualización exterior en los astilleros de Astican poco antes de quedar a su suerte en el Puerto de La Luz, según recoge el informe pericial realizado para determinar el estado del barco.

El precio mínimo de la subasta pública fijado por la Autoridad Portuaria de Las Palmas (APLP) fue de 358.000 euros, una posición de salida que ha sido mejorado en tan solo 500 euros por Imera para hacerse con el carguero.

La compañía, según las fuentes consultadas, ha comprado el Frío V para destinarlo a transporte de carga general, no frigorífica, razón por la que recientemente ha zarpado rumbo a Grecia, con la finalidad de someterse a una puesta a punto en sus astilleros.

La actualización del buque no será sencilla porque el informe pericial sobre su estado no es del todo favorable. Era la segunda vez, además, que el mercante salía a subasta. El anterior procedimiento de enajenación quedó desierto porque no pujó nadie por él.

El Frío V pertenece a una flota de buques de carga frigorífica que se ha reducido en los últimos años al competir de manera directa con el transporte en contenedores frigoríficos, aunque este tipo de servicios se ha reactivado durante 2022 en mercados locales y en condiciones muy específicas, explica el ingeniero naval que ha revisado sus entrañas.

La mayoría de los buques de carga refrigerada de la flota mundial tienen una antigüedad que oscila entre los 40 y los 20 años, añade el técnico, existiendo un número escaso de nuevas construcciones al respecto.

La antigüedad media de los barcos desguazados, sin embargo, es mucho menor que la del Frío V, que se acerca a los 40 años de existencia.

La renovación de su casco de acero está pendiente de ejecución y es necesaria para conseguir la recertificación que necesita el navío. También es obligado reparar o sustituir el grupo generador, que está fuera de uso. Sobre la maquinaria y el resto de equipos hay incertidumbre respecto a su funcionamiento.

El experto naval, debido a todos esos inconvenientes, recomienda desguazar la nave como opción más viable, aunque tampoco descarta que sea posible rescatarlo para la navegación. Esto último es lo que ha decidido su nuevo armador para aprovechar su capacidad general de carga, descartando de entrada recuperar sus cámaras de refrigeración.

El Frío V llevaba abandonado en el pantalán Fransari al menos desde octubre de 2020. Siete meses después, en mayo de 2021, se llegó a un acuerdo con la asegurada para repatriar a su tribulación, que estaba compuesta por 15 marineros rusos y ucranianos, los cuales recibieron cuatro meses de salario, unos 136.389 euros, quedando pendiente de pagar una deuda de 32.490 por parte de su armador e iniciándose, por tanto, el correspondiente procedimiento de embargo en el Juzgado de lo Mercantil.

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El inspector la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte en Canarias (ITF), Gonzalo Galán, explicó ayer que en el Puerto de Las Palmas no hay en estos momentos tripulaciones que se encuentren atrapadas en sus barcos por el abandono de sur armadores. Los dos últimos casos, el del mercante Frío V y el del pesquero Galileo, ambos vinculados entonces a la empresa Pescatlant, están resueltos. El primer incidente afectó a 15 tripulantes que fueron repatriados e indemnizados, mientras que en el otro eran 40 los marineros y mecánicos que permanecieron en el puerto varios meses sin cobrar. Ambos conflictos laborales están resueltos, aclara Galán, aunque el Frío V ha estado embargado hasta el mes pasado que la Autoridad Portuaria logró adjudicarlo en una subasta pública por 358.500 euros. | M. R.

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