La Luz escritura la parcela del Náutico para cerrar su venta al club deportivo

El Puerto de Las Palmas encara la recta final del proceso iniciado a mediados de 2021 para vender al Real Club Náutico de Gran Canaria el suelo que la institución social y deportiva ocupa en la bahía Las Palmas de Gran Canaria.

Está previsto que al final del verano esté listo el informe de tasación con la valoración de los terrenos, pero las fuentes consultadas dan por hecho que su precio superará los tres millones de euros.

Tras culminar el trámite de desafección del dominio público portuario, la Autoridad Portuaria de Las Palmas (APLP) ha comenzado a escriturar la parcela como bien patrimonial. Este trámite es necesario y obligatorio para proceder a la valoración del suelo y ejecutar la operación de compraventa, según recoge el artículo 44 de la Ley de Puertos del Estado y la Marina Mercante, que regula el procedimiento a seguir para enajenar los bienes sujetos al dominio público portuario.

La desafección fue autorizada en junio de 2022 por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, pasando ahora el Puerto de Las Palmas a realizar la escritura de la parcela para formalizar su inscripción en el Registro de la Propiedad.

La reversión de la concesión afecta a casi 10.000 metros contiguos a la sede institucional

El siguiente hito, explica el presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Luis Ibarra, es encargar el informe de tasación y obtener la autorización de Puertos del Estado para realizar la venta. Este dictamen también es obligatorio al superar la operación los tres millones de euros.

No se prevé ningún obstáculo administrativo al estar todo el proceso supervisado por el ente estatal desde el inicio de las negociaciones en 2021, por lo que todo el papeleo previo a la firma podría estar resuelto para finales de agosto en el mejor de los casos, añaden las fuentes consultadas.

Alcaravaneras

Se trata de una parcela de 7.657 metros cuadrados al norte de la playa de Las Alcaravaneras que se ha ido ampliando hasta los 9.965 metros cuadrados con la ejecución en las últimas décadas de diferentes infraestructuras náutico-deportivas. La mayor parte del edificio que alberga la sede de la institución, sin embargo, se encuentra sobre suelo que ya es de su propiedad.

El Real Club Náutico de Gran Canaria se mudó a Las Alcaravaneras a finales de la década de 1950 por el crecimiento del Puerto de La Luz y de Las Palmas. Antaño tenían su sede en el muelle Santa Catalina. Desde entonces pagan en régimen de concesión por la ocupación de ese espacio en la bahía capitalina, pero el título expira en 2027, razón por la que ambas partes negocian una solución.

La última valoración realizada por los técnicos del Puerto de Las Palmas fija en 132,32 euros el precio del metro cuadrado en la zona donde está ubicada la parcela. Esa estimación se realizó para actualizar en 2014 la tasa de ocupación que el Club Náutico debe abonar todos los años a la Autoridad Portuaria por disfrutar de ese espacio. El dato, en cualquier caso, es meramente orientativo, pues en los últimos años se han bajado dos veces las tasas, con la finalidad de promover la liquidez y la competividad de las empresas portuarias. El Náutico, además, abona una tributación menor al estar vinculada su actividad al proyecto Puerto-Ciudad.

La inscripción como bien patrimonial, tras desafectar el uso de la parcela, es clave para ponerle precio

La de idea de Luis Ibarra es encargar la tasación desde que la parcela se inscriba en el Registro de la Propiedad porque la operación está consensuada con Puertos del Estado, organismo que debe autorizar la compraventa y establecer las condiciones de su ejecución.

No es la primera vez que el Puerto de Las Palmas desafecta su domino público y se lo vende a un club privado para que pueda seguir desempeñado su actividad social y deportiva. También el Metropole compró a la Autoridad Portuaria la parcela en la que están sus actuales instalaciones. La compraventa se firmó en 2003 y el popular club de natación pagó un millón por el suelo. Se suscribió entonces una hipoteca que fue saldada a los 15 años con las derramas abonadas por sus socios.

La gran mayoría de los clubes náuticos españoles se enfrentan al mismo problema que el Náutico y que el Metropole, pues viven de las cuotas de sus socios y carecen de fondos para afrontar la reversión de las concesiones para poder continuar con la actividad. Un escollo que ahora está un poco más cerca de resolverse en el caso del Real Club Náutico de Gran Canaria.

Suscríbete para seguir leyendo