Las Palmas de Gran Canaria se convierte este domingo en la ciudad de los ciclistas. Deportistas y aficionados de las dos ruedas se animaron a participar en familia en un evento que persigue fomentar el uso del transporte sostenible e incentivar un estilo de vida saludable entre los más jóvenes. Bicicletas que van desde medio metro hasta tres, carritos para los que aún no tienen edad de pedalear, monopatines y los cada vez más frecuentes patinetes eléctricos partieron desde la plaza de Belén María y recorrieron la Avenida Marítima hasta llegar a la Fuente Luminosa, donde se llevaron a cabo sorteos y actuaciones musicales para animar a los 5.000 participantes a salvar los últimos metros de recorrido.
La carestía del precio de la gasolina y su pasión por el deporte llevaron a Estefanía y a Michal a hacer de la bicicleta su medio de transporte. Para Eugenio es también su sustento, desde que se animó a fabricar un modelo en el que pudiera pedalear cómodamente con sus más de dos metros de estatura. En el caso de Rayco y Diego, es una forma de fortalecer sus lazos familiares y de limitar la huella de carbono. Todos ellos recogieron sus dorsales para disfrutar de un día donde el vehículo estrella no tiene motor.
El evento puso el broche final a la Semana Europea de la Movilidad, que en su doceava edición recuperó su recorrido original y cerró el tráfico de la GC-1 en dirección sur a los coches y guaguas hasta la altura de San Telmo. La alcaldesa de Las Palmas de Gran Canaria, Carolina Darias, el concejal de Movilidad, José Eduardo Ramírez, así como otros concejales del Consistorio y autoridades del Cabildo de Gran Canaria, que financia el evento, encabezaron la comitiva a su salida de la plaza y animaron a los cientos de participantes que acudieron a la fiesta.
Entre ellos estaba Rayco Martín, fiel defensor de la cultura de la bicicleta, que acudió acompañando a su hijo Diego en la que se convertiría en su primera travesía. "Me encanta la técnica, sobre todo lo que es la montaña, y siempre me ha gustado correr sobre dos ruedas. Al fin y al cabo, es otro deporte más para ponerme en forma", aseguró el menor, de doce años, pocos minutos antes de lanzarse a la carretera.
Falta de civismo en la carretera
Su padre Rayco le enseñó desde pequeño a utilizar la bicicleta como medio de transporte en su municipio natal, en Arucas, aunque echa en falta poder pedalear juntos hasta la capital, pues no se atreve de momento por "la falta de civismo de los coches". El aficionado a las dos ruedas aplaude que se lleven a cabo este tipo de iniciativas, pero pide que se instalen más carriles bicis en la Isla con el consejo de las federaciones y de los usuarios. "Hay que aportar nuestro granito de arena para que día a día se vaya sumando más gente a este movimiento y que todos utilicemos menos el coche, limitemos el combustible y la contaminación, al tiempo que conseguimos que la juventud tire por el deporte", aseguró el ciclista.
Al igual que él, cientos de padres estrenan cada año a sus hijos en este trayecto, pues la ausencia de grandes desniveles en el camino de seis kilómetros y la nula presencia de coches lo convierten en una buena oportunidad para iniciarse en el deporte. Algunos pedaleaban en pequeñas bicicletas decoradas con los personajes de sus dibujos animados favoritos, mientras que los de menor edad solventaron la distancia a bordo de carritos dirigidos por sus padres.
El evento pone el broche final a las actividades de la Semana Europea de la Movilidad
Uno de los más jóvenes era Eloy, que con solo un año y medio de edad acude cada día a la guardería a bordo de una pequeña bicicleta y bajo la atenta mirada de sus padres, Estefanía García y Michal Pawlak. No tienen coche ni intención de adquirirlo. En Alemania, donde nació Pawlak y convivió la pareja antes de mudarse a Telde, es una costumbre ir en bici a cualquier parte y muchos solo hacen uso de vehículos de motor con alquileres por horas y en momentos muy puntuales. "Cuando nos mudamos aquí decidimos mantener ese estilo de vida, aunque en Canarias es bastante más difícil", aseguró la madre del menor.
No pueden pedalear con la misma tranquilidad con la que recorrían noche y día las calles de Alemania, entre otros motivos porque muchas carreteras por las que pasan son inseguras, hay demasiada gente que se mueve en coche y no se fomenta la habilitación de lugares para ir en bici, según García. "Es una pena. Los niños lo usan como un juguete y no como un medio de transporte, cuando lo suyo sería que se pudiera utilizar de las dos formas", lamentó la ciclista.
El evento pone el broche final a las actividades de la Semana Europea de la Movilidad
La madre de Eloy matiza que no se trata solo de que "se habiliten carriles bicis porque no solo tenemos que movernos por ahí". "A mí me da igual ir en carretera, pero que estén bien hechas, que haya distancia y los conductores respeten a la bicicletas, que no las vean como algo molesto sino que esté normalizado", sostiene. Su pareja secunda sus palabras y señala que animar a los niños a estrenarse sobre las dos ruedas "les ayuda a independizarse, para que poco a poco se muevan solos y no solo en la parte de atrás de un coche".
Diseños personalizados
Entre la fila de bicicletas que se situó en la plaza, una de las que más llamó la atención de los participantes es la de Eugenio Hernández, un experto en diseñar modelos personalizados con los que ayuda a plasmar la personalidad del ciclista. Acudió junto a su hija pequeña pedaleando en un modelo confeccionado por él mismo de tipo custom, más común en la década de los cuarenta y de los cincuenta pero que, como él mismo explica, está teniendo bastante éxito en las competiciones del sector. "Es un estilo de bicicletas más habitual en el norte de Europa y en la Península, pero nosotros estamos trabajando ahora un poquito esta cultura, a ver si se extiende", explicó el diseñador.
Además, es un modelo que se adapta mejor a su estatura, de más de dos metros. Hernández empezó a fabricar bicicletas hace una década porque en las tiendas habituales no encontraba ninguna de su talla y a partir de ahí fue adquiriendo conocimientos a través de revistas, programas de televisión y de lo que le enseñaban sus amigos del norte de Europa y de la Península. "Desde siempre hay mucha innovación en el diseño de bicicletas. A nivel de usuarios igual no tanto, pero en todo momento hay gente que se interesa en tener una bicicleta personalizada y a eso es a lo que tenemos que atender", explicó el canario, que a su vez elabora creaciones de bambú para la carretera y la montaña.
Una vez en la Fuente Luminosa, los asistentes pudieron disfrutar de diversas actividades, con puestos de palomitas y helados gratuitos, talleres infantiles de portarretratos, abalorios, malabares y pintacaras, un scalextric solar y sorteos de regalos, mientras que la nota musical la puso el DJ Ulises Acosta.
Los participantes aprovecharon la ocasión para pedir una mayor seguridad en las carreteras
La alcaldesa, Carolina Darias, destacó que este tipo de iniciativas contribuyen a situar a Las Palmas de Gran Canaria como un "referente" en materia de movilidad sostenible. "Así lo acreditan los más de 30 kilómetros de carriles bici que tenemos a lo largo de la ciudad y ahora el objetivo es incrementarlo hasta los 80 kilómetros, dando entrada también hacia la Ciudad Alta", subrayó al inicio del evento. La primera edil destacó que en los últimos diez años se ha reducido el uso de los coches y del vehículo privado, que ha pasado de más de un 70% de conductores a menos de un 50%. Como origen de estos datos apunta a iniciativas como la Sítycleta, un servicio de alquiler de bicicletas que se verá reforzado a partir de ahora con una partida de un centenar de patinetes eléctricos denominada Sítyneta.
En este sentido, el edil José Eduardo Ramírez señala que el nuevo servicio de patinetes permitirá salvar la distancia entre la parte alta y la parte baja de la ciudad sin recurrir al vehículo privado. Además, habla de un potente transporte público: "Guaguas Municipales bate récords de usuarios a diario, nunca hemos movido a tanta gente como ahora, y hay una fuerte red de carriles bici en la parte baja de la ciudad con carriles segregados y seguros, salvo obras puntuales, y un servicio público de bicicletas que tiene uno de los mejores sistemas del Estado español, como podemos decir con la cabeza alta".