Los navegantes de la ARC zarparon este domingo del Muelle deportivo de Las Palmas de Gran Canaria rumbo a la isla caribeña de Santa Lucía. Un total de 156 barcos participaban en la travesía oceánica sin escalas, organizada por World Cruising Club, aunque dos veleros decidieron regresar tras la salida y otros tres emprenderla este lunes por temas logísticos.
Como en las anteriores ediciones, decenas de personas se dieron cita en el Muelle Deportivo de Las Palmas de Gran Canaria para desear a las tripulaciones buen viaje y admirar también los preciosos veleros que surcarán el océano Atlántico en los próximos días como el multicasco Alandi One, de dos plantas y de color negro; o el crucero Babiana, en cuyo casco azul brillante se reflejaba el mar.
Las tripulaciones partían con gran entusiasmo tras varias semanas en Gran Canaria organizando la travesía, atendiendo las instrucciones de la organización en materia de seguridad y también divirtiéndose y explorando la isla. Los franceses del catamarán Piment Rouge se agenciaron unas guitarras inflables y salieron a ritmo de rock, mientras que los británicos del Bare Necessities optaron por uniformarse con unas camisas hawaianas. Todos ellos llevaban puesto el reglamentario chaleco salvavidas.
Unos 930 navegantes de 39 nacionalidades concurren en esta aventura, que este año celebra su 38ª edición. El 26% de los navegantes es de origen británico, el 12% alemán y el 11% sueco, según datos de la organización. Entre los navegantes figuran también 18 menores que viajan con sus familias. El pequeño Elliot Poole, de 7 años, que viaja en el Pure Joy ha sido el elegido para cuidar de Ted, un pequeño oso de peluche que es la mascota de la regata.
En esta edición, el número de participantes supera al de la pasada regata, que contó tan solo con 138 barcos, llegando así a cifras anteriores a la pandemia.
La organización ya está preparando la nueva edición de esta aventura atlántica, que lleva celebrándose más de tres décadas
Bajo un día espléndido y sin apenas viento, los barcos salieron de uno en uno de la bocana de la Marina deportiva, aunque con rapidez. Tanto es así que en algún momento se encontraron hasta siete barcos enfilando la salida, aunque esta se realizaba oficialmente en alta mar, a la altura del barranco del Guiniguada.
El Buque de Acción Marítima (BAM) de la Armada Española ‘El Rayo’ fue el encargado de dar el pistoletazo rumbo al Caribe a los 112 monocascos, 43 catamaranes y 1 trimarán inscritos en esta regata, que cambia por completo el ambiente del Muelle deportivo entre octubre y noviembre, ya que muchas tripulaciones prefieren venir semanas antes de la salida para preparar los barcos o disfrutar de unos días de vacaciones. Su estancia supone un importante impulso a la treintena de negocios de la Marina, pero también a otros establecimientos de la ciudad y de la Isla.
La salida fue en tres turnos dado el número de barcos; entre los que se encuentran cascos de apenas 10,11 metros de eslora con otros que llegan a los 32 metros. Los primeros en partir fueron los Multicascos y Open, a las 12.30 horas; después llegó el turno de la Racing Division y, finalmente, a las 13.00 horas, la de los cruceros.
La regata ARC está patrocinada por la Oficina de Turismo de Gran Canaria y la Autoridad de Turismo de Santa Lucía. En esta edición, una delegación de la isla caribeña visitó la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria aprovechando la preparación de la travesía.
La organización cuenta además con el apoyo de la Autoridad Portuaria de Las Palmas y el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.
«Este año será una clásica travesía de ‘navegar hacia el sur hasta que la mantequilla se derrita’ hasta llegar a la latitud de Cabo Verde, antes de que los barcos giren hacia el oeste con los vientos alisios constantes que los llevarán al Caribe», comentaba la organización en una nota de prensa sobre el rumbo que emprenderá la mayoría de los barcos para llegar hasta la isla de Santa Lucía. El tiempo les acompaña en estos primeros días navegando pegados a la costa africana, ya que apenas alcanzarán los 15 nudos. «Es poco probable que se desafíe el récord de la ARC de 2016 de 8 días y 6 horas establecido por George David en el Rambler 88 (USA)», señalaban dado el tiempo que les acompañará. Está previsto que los barcos tarden unos veinte días en alcanzar su destino.
Por delante van ya los 95 veleros participantes de la ARC+, que partieron el pasado día 5 con escala en Cabo Verde, y que ya han pasado el archipiélago macaronesico. La organización ya prepara la próxima edición.