La retirada de las tuberías de La Cícer, a la espera de nuevas mareas vivas

Los técnicos solo podrán actuar cuando el mar vuelva a sacar a la luz los elementos y se den las condiciones de mar para hacerlo de forma segura

Las Palmas de Gran Canaria

La retirada de las tuberías de refrigeración de la antigua estación eléctrica de La Cícer tendrá que esperar. Concretamente, a que se produzcan nuevas mareas vivas que las vuelvan a sacar a la luz. Las mareas equinocciales de la semana pasada, que además coincidieron con la luna nueva, destaparon una serie de elementos con amianto que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria desconocía que permanecían ocultos bajo la arena. Desde la concejalía de Ciudad de Mar, que dirige Pedro Quevedo, señalan que tienen que darse las mismas condiciones para poder efectuar los trabajos especializados.

A lo largo de la última década, las mareas más intensas han destapado restos de la antigua fábrica de La Cícer en varias ocasiones. Desde entonces se han retirado algunos de los elementos que han ido saliendo a la luz, pero según explican desde la concejalía, las condiciones de esta parte de la playa dificultan los trabajos. Otros, en cambio, permanecerán como testigos históricos de la vieja central. Esta fue inaugurada en 1928 y permaneció en funcionamiento hasta comienzos de los años 90, posteriormente fue derribada para poder expandir el paseo de Las Canteras hasta El Rincón.

¿Cuándo podrán volver a actuar?

Según explican desde Ciudad de Mar, las fuertes mareas vivas -que además provocaron destrozos en diversos puntos de la playa de Las Canteras- destaparon las tuberías de refrigeración a comienzos de semana. "Esta era la primera vez que salían a la luz, se desconocía su existencia", remarcan. A partir de ahí, los técnicos procedieron a solicitar un permiso a Costas para poder actuar con maquinaria en una zona de dominio público marítimo. Recibieron el visto bueno el viernes, cuando reservaron una partida para hacer la contratación de la empresa especializada en la retirada de este tipo de materiales.

El lunes, cuando tendrían que haber actuado, los vestigios volvían a estar ocultos bajo capas de arena compacta. Las mismas fuentes recalcan que el permiso de Costas no caduca y que estos elementos, con varias decenas de metros de longitud a lo largo de la playa, "serán retirados sí o sí", pero para ello habrá que esperar a que el mar vuelva a destapar estos elementos. Los técnicos calculan que esto podría ser posible a finales de primavera, que es cuando pueden volver a darse intensas mareas al coincidir con el solsticio de verano.

Desde la concejalía que dirige Quevedo explican que actuar en esta zona de la playa de Las Canteras trae consigo una serie de dificultades. Entre otras, la estrechez de la zona con arena seca, de tal manera que los operarios apenas tienen unas cuatro horas para poder ejecutar los trabajos de retirada. A esto habría que añadir posibles imprevistos al ser este un medio natura; de hecho, hay que tener en cuenta que, como ha ocurrido en esta ocasión, los restos pueden volver a cubrirse en apenas unos días. Además, habría que cerrar momentáneamente al ocio y disfrute esta zona del arenal.

Restos de fuel y combustible inerte

Los restos de la vieja central eléctrica han salido a la luz en diversas ocasiones a lo largo de la última década. En marzo de 2015 un temporal de mar destapó varias pocetas, además de cableados y tuberías recubiertas de elementos plásticos y con hierros oxidados. También emanaron en semanas sucesivas restos de fuel y combustible inerte -más conocido como mazut-, lo que provocó un fuerte mal olor en la playa. Tras llegar a un acuerdo con Costas en abril, estos vestigios no pudieron ser retirados en su mayoría hasta octubre de 2015.

Las pocetas de La Cícer, protegidas por Patrimonio.

Las pocetas de La Cícer, protegidas por Patrimonio. / José Carlos Guerra

Los vestigios de la central volvieron a salir a la luz en su plenitud en enero de 2018 tras un temporal invernal. El pleno aprobó entonces la redacción de un estudio para conocer la viabilidad de retirarlos. Ya previamente, en 2012, durante la alcaldía de Cardona, se planteó devolver a la playa a su estado natural con la demolición del muro de la vieja fábrica. Por su parte, Patrimonio del Cabildo, tras analizar y estudiar los vestigios, dictaminó que las pocetas no pueden ser demolidas al considerar que son elementos de valor histórico.

La base de los muros de la fábrica volvieron a salir a la luz la semana pasada. Los restos del edificio, que forman un escalón a la altura de la pasarela de La Cícer y el gimnasio Go fit, suponen el mayor obstáculo, aunque desde el Ayuntamiento señalan que apenas están visibles unos días -cuando el mar los saca a la luz- y que dada la complejidad que supondría no hay planes para retirarlos. "Se actuará con los elementos que supongan un riesgo", indican y, además, matizan que las pocetas "están protegidas", por lo que no se pueden tocar.

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