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El calvario de unos vecinos de El Fondillo sin conexión al alcantarillado: "Estamos afectados psicológicamente"

Las 41 viviendas del Residencial Monteluz tienen que asumir los costes de extracción de las aguas residuales por su cuenta

Los residentes estiman que gastan un poco menos de 24.000 euros al año para descargar la fosa de 40.000 litros que se llena cada 12 días

Las Palmas de Gran Canaria

El edificio Residencial Monteluz en El Fondillo, Las Palmas de Gran Canaria, lleva desde su construcción hace 22 años sin conexión al alcantarillado. Los vecinos de las 41 viviendas tienen que asumir los costes de extracción de las aguas residuales por su cuenta, la comunidad de vecinos estima que gastan un poco menos de 24.000 euros al año para descargar la fosa de 40.000 litros que se llena cada 12 días. Puede parecer una situación de otra época, pero en realidad, no es la única zona de este barrio capitalino que no está conectado a la red de alcantarillado.

Podría decirse que algo tan básico como estar conectado a la red de alcantarillado en El Fondillo es casi un lujo o una suerte. La Asociación Vecinal y Cultural del Fondillo ha identificado tres núcleos poblacionales que no están conectados a la red y que generan problemas de salubridad al generar pozos negros.

El presidente de la comunidad de vecinos de Monteluz, Rafael Hidalgo, explica que a los primeros propietarios del edificio no les informaron sobre esta situación, y tampoco a los más nuevos como él mismo que llegó hace seis años. "Los primeros compraron sin saberlo, se dieron cuenta cuando empezaron los primeros problemas de mantenimiento de unas bombas extractoras, porque el edificio se abrió con unas bombas en funcionamiento, entonces no había ningún problema y nadie se entraba de nada", apunta. Pero cuando las toallitas húmedas empezaron a provocar fallos en los mecanismos los vecinos se dieron cuenta de que el edificio no estaba conectado y tuvieron que invertir 500 euros en la reparación de las averías.

Alto coste de mantenimiento

Las bombas llevaban el agua de la fosa a la calle Camilo José Cela, que está conectada a la red de alcantarillado. "Bombea hacia arriba, hacia el otro lado donde sí hay una caída en gravedad, con un alcantarillado en condiciones", explica Hidalgo. Pero el alto coste del mantenimiento y reparación de las mismas provocó que uno de los primeros presidentes de la comunidad las quitara y comenzaran a llamar a camiones para succionar las aguas fecales de la fosa. Un procedimiento que continúan en la actualidad casi cada dos semanas y que les genera un gasto de entre 800 y 1.000 euros por el servicio. "No pasamos de 4.000 euros en la cuenta de la comunidad mensuales porque todo se lo lleva la fosa", apunta.

El edificio Residencial Monteluz.

El edificio Residencial Monteluz. / José Pérez Curbelo

Sin embargo, cuando llueve el colector se llena en tan poco tiempo que para los vecinos es inviable económicamente llamar, lo que provoca su reboso al barranco que está a unos pasos de la zona y la visita de animales indeseados y malos olores. "En la parte baja hay una plaga de mosquitos, se ven las ratas y las cucarachas es una pasada el suelo a veces por la noche ni se ve de la cantidad de cucarachas que salen y no tenemos ni siquiera mantenimiento de insecticidas para ratas por parte del Ayuntamiento", lamenta Hidalgo.

Los vecinos se encuentran "afectados psicológicamente" por esta situación en la que están en un callejón sin salida. "Cada vez que tiramos de la cisterna o echamos agua por cualquier parte de nuestra casa sabemos que va a un sitio que se va a llenar y que tenemos que pagarlo nosotros", comenta el presidente de la comunidad.

Una posible solución

Por ello, han propuesto al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria crear una carretera en el solar que divide el edificio con la calle Timagada para conectar el edificio con el alcantarillado de esta calle y, además, evitar atascos. Sin embargo, no han obtenido respuesta alguna. En el mandato pasado la concejala de Aguas, Inmaculada Medina, se acercó a la zona con el técnico jefe de agua, una visita que quedó en nada. "Estaba predispuesta a ayudarnos, pero después, debe ser que a lo mejor se dio cuenta de lo que aquí estaba pasando", opina Hidalgo.

El barranco donde hay filtraciones de aguas residuales.

El barranco donde hay filtraciones de aguas residuales. / José Pérez Curbelo

Por su parte, la asociación vecinal se puso en contacto con la Unidad Técnica de Aguas para solucionar este mismo problema en otros núcleos como El Cercadillo, a lo cual les detallaron que es obligación de los residentes conectarse al punto de conexión que se encuentre a 100 metros y si la vivienda está más lejos de esa distancia pueden optar por otros medios costeados por los ciudadanos. El problema es que las viviendas están a más de 100 metros y por la orografía es muy difícil que los camiones puedan acceder para extraer el agua residual.

El pasado mes el presidente de la asociación de vecinos, Daniel Rivero, envió una nueva petición al Consistorio capitalino para solicitar la presencia de los responsables del departamento en el barrio: "Para que puedan observar de primera mano las deficiencias que enfrentamos en cuanto a la infraestructura del alcantarillado y saneamiento". Rivero detalló también la situación de un vecino de El Cercadillo que solicitó en 2013 un colector para esta zona y aún espera respuesta. "Esto provoca la contaminación de aguas pluviales óptimas para el riego que se recogen en el estanque, así como en una galería de agua potable", recoge en el escrito.

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