Salud Pública disipa la apertura de El Confital ante un pico de vertidos

Pasos atrás en el objetivo de recuperar El Confital, en Las Palmas de Gran Canaria, como zona de baño. Aunque el Ayuntamiento capitalino obtuvo un análisis favorable de la calidad del agua durante 2023, que apuntaba a una posible reapertura, Salud Pública registró datos completamente diferentes, incluso con picos históricos de enterococos en esas fechas. La concejalía de Ciudad de Mar convocó una jornada técnica en el marco del convenio Investiga en Las Canteras con el objetivo de poner sobre la mesa las líneas de investigación llevadas a cabo a lo largo de estos siete años que lleva cerrada la playa y proponer nuevas hipótesis. "Yo pensaba que teníamos los datos bien, y resulta que a unos les dan de una manera y a otros de otra. Esto lo tenemos que aclarar, porque es de interés general y se puede resolver de dos maneras; con banderas diciendo disparates, que es la moda, o bien sentándose a trabajar, que es lo que estamos haciendo nosotros", señaló el concejal del área, Pedro Quevedo.

Desde Salud Pública y la empresa encargada por el Ayuntamiento de hacer los análisis ET Hidrotecnia aseguran que la disparidad de datos "es normal". "El milagro es pillar un microorganismo en lo inmenso que es el océano, no nos sorprende la diferencia, pero hay que saber que si no lo encuentras no significa que no esté, pero si lo encuentras es que está", explicó la jefa de sección de Salud Pública, Esther Fierro.

Salud Pública comenzó a testear la calidad de las aguas de El Confital a partir de 2010, y entonces tenía unos parámetros inmejorables. "Está la calidad excelente, buena, mejorable y lo que nosotros llamamos 'agua bendita'. El Confital tenía esta última", recordó Fierro. En 2015 percibieron los primeros picos de enterococos y en 2017 ante la persistente contaminación se vieron obligados a prohibir el baño en pos de la salud de los usuarios. 

Actuaciones

A partir de entonces comenzó un periplo de actuaciones para conseguir atajar el problema. Comenzaron por eliminar los baños de la caseta de la Cruz Roja, se inspeccionó la red de alcantarillado de la zona y se arreglaron deficiencias, se estudió el saneamiento de Las Coloradas y se renovó el de la Base Militar. Nada sirvió para frenar los vertidos. 

La causa sigue siendo una incógnita, aunque desde entonces se han descartado algunas hipótesis, aún faltan más estudios que puedan dilucidar el origen de la contaminación. En este sentido, los investigadores e instituciones que participaron en este encuentro, en su mayoría, miembros de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria propusieron nuevas líneas a seguir. Algunas de las propuestas estaban relacionadas con el estudio del comportamiento de los microorganismos; la existencia de posibles reservorios subterráneos; el posible origen animal de la contaminación; la dinámica de mareas y la condición de El Confital como un punto sumidero en esta parte de la geografía insular; o la presencia en verano de algas que pueden provocar una aportación de nutrientes.

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