La pugna por la planta de gas genera malestar entre los empresarios del Puerto de Las Palmas

La polémica suscitada por la posible instalación de una planta de gas y una central eléctrica en el Puerto de Las Palmas ha llegado al empresariado de este recinto, que está preocupado por cómo puede cambiar la percepción de la ciudadanía sobre la importancia y las actividades que se desarrollan en el Puerto. Así lo afirmó este jueves la presidenta de la Autoridad Portuaria, Beatriz Calzada, que mantuvo recientemente un encuentro con los representantes de las asociaciones empresariales y el Cluster Marítimo para abordar este asunto.

En este encuentro, precisó Calzada, se recordó que «siempre ha habido un entendimiento bastante alto de la población, de la importancia que tiene este Puerto para nuestra vida, para la conectividad de nuestra tierra y para el abastecimiento» y, por tanto, «es vital tener un puerto competitivo, y ellos han entendido que eso ha sido algo que la población ha aceptado y controlado en toda nuestra vida». Sin embargo, insistió la máxima responsable de la Autoridad Portuaria, «en ningún caso se está justificando, ni se justificará el que se lleve a cabo con una actividad que realmente produce un daño cierto».

Esta preocupación del sector empresarial fue compartida con los miembros del Consejo de Administración que se celebró este viernes, cuando se cuestionó a la presidenta acerca de este proyecto y su posicionamiento y se pusieron sobre la mesa las reticencias de algunos de los consejeros. En ese sentido, Calzada reiteró su convencimiento de que hay que esperar al resultado del informe de impacto medioambiental. Además, manifestó su convencimiento de que si en vez de hacer declaraciones públicas en contra de este proyecto antes, se hubiera preguntado antes en el Consejo, «no se habría transmitido la sensación de beligerancia como sentí yo».

El bunkering, fundamental

Calzada volvió a pedir tiempo para que se termine de tramitar el expediente, pero adelantó que el Puerto trabaja ya en otras alternativas para seguir manteniendo su posicionamiento como segundo del territorio español en bunkering. «El suministro de combustibles es fundamental», sentenció, dada «la gran cantidad de movimientos que tenemos en este Puerto y la cantidad de bajos que vienen precisamente a tomar combustibles y ya que vienen, hacen transbordos, tránsito e importación».

Según los datos que manejan, un 80% de estos barcos que repostan en Las Palmas dejan mercancías en la Isla, que podrían perderse si no se es capaz de atender su demanda. Por este motivo, desde hace un año trabajan ya en la posibilidad de tener un espacio para el almacenamiento de todos los combustibles que en el futuro se vayan a necesitar en el caso de que no se pueda tener una planta de generación. Calzada apuntó que hay «algunas ampliaciones que ya estaban solicitadas desde hace tiempo» en la zona de La Isleta, detrás de Oryx, y se está «terminando otra franja». Esta zona es la que inicialmente se bajara para ampliar el espacio dedicado al bunkering y para que las empresas puedan instalar los tanques, que dependiendo del tipo de combustible deben tener unas características u otras. 

Generación de electricidad

La otra pata, la generación de electricidad para que los barcos Y después tenemos la cuestión de la generación de «energía suficiente» para que los barcos puedan enchufarse en los muelles, porque si no se ofrece esta opción «se irán a otros puertos del continente africano».

Para atender esta demanda, el Puerto de Las Palmas necesita 42 megavatios en 2030, «con un horizonte de 80» para avanzar en la descarbonización.