Decoración para el árbol, menaje navideño y gastronomía: el Mercado de Navidad llega a Mesa y López

Mercado de Navidad de El Corte Inglés, que estará abierto hasta el 5 de diciembre

Cuenta con14 casetas de madera al estilo nórdico y cuatro food trucks

Mercado de Navidad de El Corte Inglés en Mesa y López

Gretel Morales Lavandero

En las últimas semanas, la ciudad se ha engalanado para recibir a la Navidad, y Mesa y López no ha sido menos. Las luces guían a los viandantes por un camino, lleno de decoraciones, hacia el Mercado de Navidad de El Corte Inglés, que estará abierto hasta el 5 de diciembre en horario de 12:00 a 21:30 horas y hasta las 23:30 horas en el caso de la hostelería. Es la primera vez que el centro comercial organiza este evento, aunque en otros años las ramblas ya ha acogido otros mercadillos por estas fechas. En total, 14 casetas de madera al estilo nórdico albergan artículos de decoración, menaje, dulces y regalos para los más pequeños. Además, cuatro food trucks saciaron el apetito a los asistentes. Las Palmas de Gran Canaria, junto a Santa Cruz de Tenerife, son dos de las once ciudades españolas en las que El Corte Inglés ha instalado estos mercados de Navidad. 

En los puestos de comida trabajaban sin descanso, las mesas centrales para comer estaban llenas de familias y amigos. El restaurante Píkaro abrió hace tan solo una semana en la zona Gourmet de El Corte Inglés, por lo que salir a la calle ha sido una gran oportunidad para darse a conocer. «Nos está ayudando porque facilita al cliente a que venga y pruebe algo nuevo, además así podemos informarle de lo que tenemos en carta», aseguró tras la barra Antonio Manzano. «¿Puedo llevarme una carta?», le preguntó después una joven. El restaurante tiene un 60% de la carta con platos asiáticos y un 40% con un estilo occidental contemporáneo. Para la ocasión prepararon dorayakis, unos dulces orientales típicos que se han popularizado a través de la animación japonesa. De pistacho, dulce de leche o nutella son algunos de los sabores que pueden probar los clientes y que se acomodan a todo tipo de paladares. «Nuestro objetivo es romper con los sabores», destacó Manzano.

Compras para Navidad

Helena, Nuria y Mari Carmen Déniz se pusieron las botas y probaron varios establecimientos a modo de picoteo. Cataron las hamburguesas, las pizzas, unos palitos de pollo, un helado y estaban a punto de comprar unos churros. «Es un plan diferente y queríamos ver el ambiente y reunirnos entre amigas», detallaron. «Debería ser todos los años», opinó Déniz. Además de degustar las opciones de gastronomía, tacharon algunos de los pendientes de la lista de juguetes para regalar. 

«Con el Black Friday todo el mundo pasa por aquí, esto es acogedor», observa una dependienta

En la caseta infantil, los juguetes, peluches y libros colmaban el espacio. Algunos de los productos solo se pueden comprar en el Centro Comercial como son aquellos de la marca Disney. «Esto no se ha hecho nunca y el ambiente es muy bueno, al final, el público se entretiene porque es la novedad», señaló el dependiente Roque Rodríguez. Desde su inauguración el jueves, muchos padres han optado por hacer sus compras en este puesto, aunque para los que no ha pasado desapercibido ha sido para los más pequeños, que señalan lo que más les llama la atención.

Aunque los adultos no se han quedado sin opciones. En el puesto de decoración los peluches de Papá Noel son incontables, hay de todos los tipos y colores. A pesar de la variedad, la trabajadora Paula Guerra apuntó que los Santa Claus tradicionales son los más vendidos, así como las figuras de cascanueces. «Tenemos un montón de variedad, pero la gente ha tirado más por lo clásico», aseveró. Guerra afirmó que parte de las ventas han sido para regalos, pero también para decorar el árbol o el recibidor. Aunque algunos productos han pasado desapercibidos, Guerra señaló a los calendarios de adviento hechos a mano y que se pueden rellenar de forma personalizada. «Al final todos los años nos gastamos un montón de dinero en calendarios y con esto te lo compras una vez y lo puedes rellenar con lo que quieras», aconsejó.

Las tazas, un éxito

La cabaña de menaje es el sueño de cualquier amante de la cocina o de una mesa bien decorada. Manoplas rojas con copos de nieve, vajilla decorada para las fiestas, paños de cocina, delantales para convertirse en el duende de la cocina y tarros para almacenar los dulces que alegran las fiestas. «Las tazas han sido un éxito total y también los mini panettones y el carrusel», enumeró el dependiente Saúl Santana. Las tazas con líneas rojas o figuras como las de Papá Noel colgaban de la cabaña junto a moldes para cocinar con forma de árbol de Navidad. 

Para los que el postre prefieren comprarlo y no prepararlo, Tirma presentó los primeros lotes navideños de su trayectoria. «Se está vendiendo un montón y todos los que pasan paran para echar un ojo a lo que hay porque al final es una marca canaria que es nuestra», observó Laura González desde la caseta. La trabajadora detalló que la caja roja contiene seis tabletas de chocolate, un árbol de Navidad con dulces variados y una caja grande en forma de casa con cinco sabores de galletas, café, cuatro tabletas de chocolate y caramelos. «El árbol le entra a la gente por los ojos porque para regalar es una monada», afirmó. «Con el Black Friday todo el mundo pasa por aquí, esto es acogedor porque quedó muy bonito con la alfombra roja y las mesitas, vienen a comprar y luego comen y se toman una cerveza», analizó González antes de ocuparse de unos clientes.

Un año excepcional

Ricardo era uno de los muchos que disfrutaban de una caña, y en su caso, era para una ocasión especial, ya que celebraba junto a su familia el cumpleaños de su hija. Almorzaron cerca de la zona y con la excusa de dar un paseo terminaron echando un ojo a las casetas y comprando ropa para bebé. «Este año es una pasada con la publicidad de la Navidad que se ha hecho, yo tengo 60 años y nunca he visto tanta movida para la Navidad, se ve que el Ayuntamiento se ha movido más para que la gente salga», reflejó. «Es bueno porque así hay movimiento y hay más trabajo», añadió. 

A unos pasos más allá, Aday Gómez confesaba que nunca habían sido muy proclives a celebrar la Navidad por todo lo alto ni tampoco de ver las luces. Sin embargo, con el nacimiento de la pequeña él y su pareja han empezado nuevas tradiciones. «No vengo a comprar, pero si veo algo que me gusta sí que compraría, más bien venimos para las luces», explicó. A su alrededor los troncos de los árboles brillaban y lágrimas de luces colgaban de las ramas. «Mira, mira, las luces», señalaron los padres a la niña. 

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