Los gallos no dejan dormir a Parque Central: "El canto es toda la noche"

Los vecinos de esta zona de La Paterna se quejan de la proliferación de colonias de gallos y gallinas y señalan que "padecen" el ruido de las aves "día y noche".

El Consistorio ha realizado 96 intervenciones en la ciudad en lo que va de año.

Los gallos no dejan dormir a Parque Central: "El canto es toda la noche"

LP/DLP

Las Palmas de Gran Canaria

Mari Carmen Socorro toma pastillas para dormir desde hace ocho meses. Sufre de ansiedad y de problemas del sueño desde que una colonia de gallos y gallinas deambulan por los parterres y las calles alrededor de su casa, en la urbanización Parque Central, en La Paterna

«El canto es toda la noche, empiezan a las 00:00 horas, vuelven a las 02:00, a las 04:00, a las 06:00h y yo ya no puedo más». Mari añade que nunca había tomado pastillas «mañana y noche como ahora». A la dificultad para dormir añade «el miedo que les tengo». Cada vez que sale a la calle, la vecina de Parque Central señala que antes de salir mira por la ventana para ver dónde están y evitarlas. 

«Nunca antes habíamos visto este tipo de animales en el barrio, pero veo que está pasando en más zonas de la ciudad». El canturreo que para algunos resulta idílico y recuerda a la vida en el campo, altera ahora el ritmo circadiano de los ciudadanos. 

«Hay quien se ríe cuando lo cuento, pero es que parece que hasta se reúnen para dar un paseo hasta el garaje». Mari no es capaz siquiera de aparcar su coche ahí. «Teniendo plaza, prefiero dejarlo fuera para no tropezármelos». 

Los vecinos señalan que el foco del problema fue una antigua casa terrera abandonada en la carretera general del Norte que colinda con la urbanización. «De ahí se cruzaron hasta aquí y se han ido reproduciendo». 

Al rescate con cazamariposas

Mari comenta que tras ir hasta en tres ocasiones a las dependencias de Salud Pública, ubicadas en El Secadero, personal del servicio se desplazó el pasado mes de septiembre, «pero vinieron con un cazamariposas, y solo pudieron llevarse uno». Asegura que los trabajadores le reconocieron «falta de personal y medios», algo evidente, ya que meses después y en un recorrido por la zona pudieron contabilizar al menos seis, sin contar los nidos que hayan podido crear. «Lo que pedimos es que pongan más medios para que se los lleven y nos den una solución». 

Jacinto Vega es el presidente de la comunidad de vecinos de la torre donde vive Mari Carmen. «Somos muchos los que nos quejamos, lo que queremos es una solución, no solo por el ruido que provocan, sino también por el problema de higiene que suponen. Nadie los cuida y, en cambio, hay quien les pone de comer y eso tampoco es correcto porque provocan un perjuicio mayor». 

Los vecinos Agustín Navarro y Jacinto Vega señalan a uno de los parterres donde anidan las aves.

Los vecinos Agustín Navarro y Jacinto Vega señalan a uno de los parterres donde anidan las aves. / José Carlos Guerra

Por la carretera, la acera, muros y hasta vallas, a las aves se les ve deambulando por la zona a cualquier hora. «Se pasean como uno más del barrio, no tienen un sitio específico, pero lo que sí han hecho ha sido anidar entre los arbustos de los parterres», añade Vega.

Los servicios municipales han realizado, en lo que va de año, 96 intervenciones para la retirada de gallos y gallinas en varios puntos de la ciudad. Según el protocolo, los animales deben ser entregados a los granjeros interesados en su protección y cuidado.

«Sabemos que no es lo mismo que la plaga de ratas, que está originada por la falta de Limpieza, pero este es otro tipo de contaminación, es acústica, y también está generando problemas de convivencia». 

La presencia de estos animales, propios del ámbito rural, es cada vez más común en los núcleos urbanos. «Las luces de las calles y los coches las confunden, por eso piensan que es de día y se ponen a cantar, pero no hay ventana que insonorice esto», lamenta Jacinto. 

No solo la vida vecinal, el IES 1º de Mayo, ubicado en la misma calle, también cuenta con estos peculiares residentes. «Muchas veces vemos que los propios alumnos se asoman para callarlos porque no les dejan estudiar o concentrarse cuando están haciendo un examen, por ejemplo», explica Agustín Navarro, otro de los vecinos que señala a tres de ellos mientras habla. «Ahí están, en la ladera del colegio». 

La Paterna se une a otros barrios como Salto del Negro, Lomo Blanco o El Batán en su petición de ayuda al Consistorio para devolver a los pequeños cantores a su espacio natural.

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