El videojuego en la vida real que revoluciona Las Palmas de Gran Canaria

El centro de entretenimiento 'The Ninja Games' atrae a jóvenes y mayores desde su apertura con una aventura inmersiva que invita a la nostalgia y a no parar de moverse

Centro de entretenimiento ‘The Ninja Games’

Benyara Machinea

Benyara Machinea

Benyara Machinea

Un videojuego retro en la vida real ha llegado a Las Palmas de Gran Canaria para animar a las familias y a los grupos de amigos a no parar de moverse. El ocio de los scape rooms, los paintball y los parques de trampolines da un paso más allá con un nuevo concepto que se inspira en los píxeles y en los juegos clásicos y que consiste en intentar alcanzar la máxima puntuación posible moviéndose de un lado a otro con cuidado de dónde pisar. El proyecto recibe el nombre de The Ninja Games y en las primeras semanas desde su apertura ha revolucionado las redes sociales.

Se trata de un juego inmersivo que transcurre en una sala en la que el suelo y las paredes están formados por unas baldosas táctiles que funcionan como si fueran los píxeles de una pantalla. Los participantes tienen casi una hora para convertirse en los protagonistas de un videojuego donde tienen que conseguir distintos objetivos esquivando las baldosas rojas, mientras que las baldosas verdes significan que están en casa y las azules y las lilas son las que disparan la tabla de puntuaciones. La experiencia se presta a piques porque los jugadores se dividen en dos grupos y, cuando termina la partida, pueden comparar quiénes están perdiendo y quiénes ganando.

Uno de sus puntos fuertes es el factor visual por los juegos de luces saturadas que atraen todas las miradas cuando se iluminan en medio de una habitación oscura. Pero, para no distraerse con los teléfonos móviles durante las partidas, sus organizadores han decidido dejar unos cuantos minutos al finalizar para que los participantes aprovechen y se saquen unas fotos que pueden guardar para el recuerdo.

Los jugadores tienen que tener cuidado de dónde pisan para no perder puntos y llevarse un premio

Detrás de la idea se encuentran Enetz Olasagastei y su amigo, que son unos fanáticos de los juegos retro y querían conjugar eso con la actividad física, por lo que cuando vieron que existía este concepto en el extranjero decidieron traerlo a Canarias. "La oferta que hay en cuanto a entretenimiento, tanto en Canarias como a nivel estatal, es un poco sota, caballo y rey porque no hay nada ningún elemento diferenciador, así que decidimos hacer la prueba para ver qué tal respondía el público", explicó uno de los propulsores del proyecto.

El resultado les ha dejado bastante sorprendidos por la buena acogida que está teniendo y se han encontrado con que la gente está reservando la sala con mucha antelación. "No teníamos experiencia en lo que es abrir un negocio, pero el sábado pasado, por ejemplo, tuvimos nuestro primer sold out que fue todo el día, de 10 a 10, sin parar, y este ha sido prácticamente igual. No podríamos estar más contentos", aseguró Olasagastei.

Buena acogida

El dueño explica que se trata de una vuelta de tuerca al concepto de las scape rooms y a la idea de "quedar con algunos amigos para ir a un sitio cerrado a hacer algún tipo de actividad". Comparado con los juegos de realidad virtual tiene la ventaja de que los participantes no tienen que ponerse ningún aparato encima, como las gafas o los guantes, pero el mayor reto consiste en conseguir que la gente vuelva a repetir.

"Para diferenciarnos de otros modelos de entretenimiento tiene que ser una experiencia diferente cada vez que vienes a jugar y por eso nosotros vamos desarrollando constantemente nuevos minijuegos", afirmó Olasagastei, que aclaró que la parte del software la han desarrollado ellos mismos y es muy reciente. Su intención es plantear desafíos nuevos cada temporada, pero están abiertos al feedback y a los comentarios que van haciendo los jugadores que prueban la experiencia.

Dos modalidades

Por el momento cuentan con dos opciones, un modo challenge y un modo fiesta. El primero consiste en una selección de seis juegos diferentes en los que se combinan las destrezas físicas, mentales y de agilidad y cuenta con diferentes niveles de dificultad. Es la opción ideal para los más competitivos porque incluye un trofeo para el equipo ganador que cambia en cada temporada. La segunda opción parte de una premisa más relajada y accesible con más de 20 minijuegos y es la que se recomienda para quienes ya han probado el juego y quieren explorar nuevos desafíos o para los grupos grandes que pretenden entrar y salir de la sala a su propio ritmo.

"Estamos intentando apelar a esa nostalgia de los juegos de antes incluso mediante la decoración del local, que tiene un diseño un poquito pixel art en el que hemos intentado mantener esa estética de los videojuegos retro. Para los que ya tenemos cierta edad es ese recuerdo de la infancia que tenemos, esa primera toma de contacto con la tecnología", señaló Olasagastei. En las primeras semanas desde la apertura del local han conseguido atraer un público de todas las edades, desde niños muy pequeños que van a celebrar sus cumpleaños hasta gente mayor con 60 y 70 años que termina pasándoselo incluso mejor que los pequeños.

Aitana Macario, Arantxa Mateo y Javier de Lissau fueron tres de los niños que acudieron este sábado con sus padres para celebrar dos cumpleaños que recaían el mismo día. "Estuvo muy bien porque era bastante largo, aunque se hace corto, pero nunca lo había probado y me parece bastante guay", aseguró Aitana. Javier advierte que "si eres de estas típicas personas a las que no les gusta hacer deporte no te va a gustar", aunque Arantxa le restó importancia porque "es un espacio pequeño". "Normalmente las chicas no solemos jugar y los chicos sí, así que era muy entretenido para ver quién ganaba", añadió Aitana.

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