El buque ‘Relámpago’ parte entre lágrimas y besos a su misión en África Occidental
Los marineros estarán cuatro meses y medio en una misión de vigilancia y seguridad marítima en la costa de África Occidental

La Provincia
El buque de acción marítima Relámpago partió este lunes del Arsenal de Las Palmas de Gran Canaria ante la atenta mirada de los familiares de los 64 hombres y seis mujeres a bordo. Minutos antes los marineros se despidieron de sus allegados en un momento emotivo lleno de muestras de afecto y lágrimas. Estarán cuatro meses y medio en una misión de vigilancia y seguridad marítima en la costa de África Occidental, en la que lucharán contra la piratería y la pesca ilegal. Al acto asistió el almirante de Acción Marítima y vicealmirante del Cuerpo General de la Armada, Victoriano Gilabert, junto al almirante comandante del Mando Naval de Canarias, Santiago De Colsa.

Visita del Almirante de Acción Marítima y partida del BAM relámpago / José Carlos Guerra
"Este tipo de misiones son importantes porque esa zona tiene una gran importancia estratégica en cuanto a seguridad, economía y diplomacia, por ello, es importante estar allí y colaborar con los diferentes países ribereños, así como con las marinas aliadas que van también en el proyecto de ‘Presencias marítimas coordinadas’, de la Unión Europea", señaló el capitán de corbeta y comandante del buque, Víctor Meijueiro.
Cuatro buques
El BAM Relámpago es el tercero de una serie de cuatro buques de acción marítima dependientes del Mando Naval de Canarias. En diciembre del año pasado regresó el Meteoro, tras más de tres meses en la costa de África, y anteriormente estuvo el Furor y el Tornado desempeñando las mismas tareas. Ahora es el turno del Relámpago, en una misión que lleva en marcha desde 2009.
Meijueiro se acercó a los familiares con el objetivo de resaltar el "apoyo tremendo" que son para los militares. "Gracias por el ánimo y espero cuidarlos lo mejor posible", apuntó. María Navarro y Gloria García despidieron a sus novios. Para Navarro es la primera vez que se separa durante tanto tiempo de su pareja y aseguró que "es complicado". En el momento no lo había asimilado, pero se imaginó que a la mañana siguiente ya notaría su partida. "El finde lo pasamos juntos y también vemos a amigos para que desconecte porque estará metido en el barco mucho tiempo", contó. Para García estos momentos siempre "son duros", sobre todo cuando están destinados a puertos extranjeros y es más complicado visitarlos.
Ocho países por visitar
Los marineros visitarán ocho países, primero llegarán a Camerún, luego a Angola, Gabón, Ghana, Mauritania, Senegal y Costa de Marfil. "En los puertos también hay una actividad intensa de cooperación militar con las diferentes marinas y somos un medio más de apoyo para el embajador en cada país", explicó Meijueiro. En su discurso, el almirante Gilabert instó a los marineros a la "coordinación con los estados ribereños porque es importante estrechar lazos con los países con una actitud profesional". "En todos esos países España tiene intereses comerciales, costeros y marítimos que deben ser protegidos de los riesgos y amenazas que existen", resaltó.
"Los que nos quedamos en tierra seguiremos cuidando de vosotros", afirmó Gilabert. En tierra estaba Sonia Santana, también militar de la sección de infantería de marina. En esa ocasión vestía de civil para despedirse de una compañera. "Lleva toda la vida en el ejército, desde que era joven", contó sobre su colega. "Es un orgullo verla embarcar, ahora solo espero que venga pronto sana y salva", añadió.
Peligros a afrontar
Meijueiro detalló que los marineros se enfrentarán a peligros como la piratería o la pesca ilegal a los que deben hacer frente: "En este tipo de zonas sigue existiendo la piratería aunque en todos estos años ha ido disminuyendo gradualmente. Además existe la pesca ilegal o la contaminación, son diferentes amenazas que se pueden seguir erradicando".
A Loli Padilla se le caían las lágrimas cuando hablaba de su hijo, que enroló en el ejército hace un año. "Es la primera despedida larga porque antes había tenido pruebas de un mes o mes y medio y siempre por España", contó. Aunque no podía ocultar la pena por la despedida era consciente que la marcha sería positiva. "Será bueno para él porque vivirá experiencias y es una motivación", opinó.
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