Comercio | Nauzet Martín Presidente de la Zona Comercial Abierta de Schamann

Nauzet Martín, presidente de la Zona Comercial de Schamann: "El barrio vuelve a estar deprimido"

El barrio sigue esperando el Plan director municipal que lo revitalice

Los empresarios denuncian inseguridad y falta de presupuesto para dinamizar un área que forma parte del distrito más poblado de la ciudad

Nauzet Martín, en la calle Pedro Infinito, en Schamann.

Nauzet Martín, en la calle Pedro Infinito, en Schamann. / La Provincia

Las Palmas de Gran Canaria

¿En qué momento se encuentra la Zona Comercial de Schamann?

Está otra vez bastante deprimida, porque hace casi un año que no se hace ningún tipo de dinamización por falta de presupuesto, que además ha llegado tarde. En 2024 no se pudo hacer ninguno de los proyectos que teníamos previsto, ni en Navidad, ni en San Valentín, ni para la temporada de Semana Santa que se viene. El Cabildo entregó las subvenciones el pasado mes de diciembre, un total de 12.500 euros, y ahora tenemos de plazo hasta el 31 de marzo para hacer llevar cualquier actividad, si no habría que devolver el dinero, pero el problema es que nos quedamos sin tiempo, hay que pedir permisos para poder hacer cosas en la calle, hay que hacer muchas cosas antes de hacer una dinamización. Como mucho, creo que podremos hacer uno y esperar a que eso apacigüe un poco las pérdidas que se han tenido, tanto en Navidad como en las fechas anteriores. A eso se suma que tuvimos un cambio de concejal de distrito, que influyó para que esos proyectos siguieran estando pendientes.

¿Solo eso influye en que la zona, como dice, esté deprimida?

Los problemas de seguridad también tienen que ver. Y en parte se da por falta de alumbrado y de podas de árboles que no dejan ver toda la calle. Esa inseguridad ha hecho que se cierren bastantes locales cuando ya se había conseguido algo de mejora y de promoción interna. Pero es que además seguimos esperando por el Plan director de Schamann que se suponía que iba a estar listo entre 2023-2024, y aún no sabemos nada. Un trabajo que nos llevó casi 10 años y que consistía en ver qué tipos de calles se podían modificar, qué actuaciones se podían hacer dentro de los parques, que planteaba el cambio de las aceras, etc. Era una intervención bastante potente, de una inversión de ocho millones de euros y cuya primera fase implicaba la unión de todos los parques, desde el de Don Benito hasta la calle Zaragoza. Buscábamos con eso que los vecinos volvieran a confiar en los comercios de la zona y que tuvieran espacio, no solo para comprar, sino también para pasear y estuvieran más cómodos. Estaba todo aprobado, pero no sé qué ha pasado, seguro que lo de siempre, la espera de licitaciones, y demás. Pero estaba previsto que las obras empezaran el año pasado, entre los meses de septiembre y octubre.

¿Cree que ese retraso ha hecho que la zona comercial no remonte como esperaban?

En gran parte, sí, pero es un cúmulo de muchas cosas, la falta de actuación del Ayuntamiento para dinamizar la zona. Hay comercios antiguos que han ido cerrando y los hijos no se atreven a continuar con ellos por la falta de motivación al ver que nada de lo que llevamos años esperando, salga adelante.

¿Cuántos negocios han cerrado?

Ahora mismo unos 45 locales vacíos, solo en la calle principal de Pedro Infinito hay 28. En los últimos dos años, de 620 negocios que había en toda la zona comercial abierta, ahora mismo solo quedan 480 empresas. De hecho, cerró hasta el Mercadona. Y, en cambio, se han abierto ciertos locales que han tenido incidencias por peleas y eso provoca el malestar a los vecinos, que hace que la gente prefiera salir del barrio. Se trata de bares, que habían cerrado, pero los han vuelto a abrir y lo que han generado más bien es conflicto.

Hablaba de comercios tradicionales y de negocios que no han encontrado relevo generacional. ¿De qué comercios históricos se trata?

Por ejemplo, de Confecciones Lasy, que llevaba más de 40 años vendiendo ropa de diseño y se traspasó. La persona que lo cogió vio una oportunidad en otra zona comercial con más clientela.También teníamos Muebles Trébol, una empresa que tenía tres locales en la misma zona y cuyo propietario se jubiló. El hijo decidió no continuar ni pasárselo a nadie, y su local ahora mismo es uno de los vacíos en la calle Pedro Infinito. El 99, otro de los grandes, nunca más volvió a abrir. De los antiguos, de los que perviven, y al que le sigue yendo bien, es el estudio fotográfico de Pablo Díaz. El hijo continuó con el negocio y es de los que funciona perfectamente. Schamann se ha convertido en una zona en la que ahora mismo hay muchas peluquerías, bares y tiendas de segunda mano.

¿Recuerda con nostalgia la buena época de Schamann?

Sí, bastante. Soy de Schamann de toda la vida. Mi madre empezó con una peluquería en un primer piso de la calle Pío Coronado y lleva 47 años abierta. Yo la llevo yo desde hace 22 años.

¿Qué pediría para la zona comercial?

Lo mismo que hemos tratado de hacer desde hace tiempo, un Plan director. Y más, siendo Schamann parte de uno de los distritos más habitados de la ciudad, como lo es Ciudad Alta. Eso haría que la zona cambiara y fuera más atractiva.No espero que vengan de Tenoya o Los Giles a comprar -aunque eso sí sucedía antes-, lo que quiero es que el vecino de Schamann vuelva a sentir que este es su barrio y vuelvan a confiar en los comerciantes de su zona.

Y respecto a la dinamización, ¿qué tipo de actividades?

Ya hicimos el Schamann Market y nos dio bastante resultado. Se llegó incluso a cerrar la calle Pedro Infinito, desde la calle Tormento hasta la calle Zaragoza y eso generaba mucho movimiento. Este año tendremos que correr para hacer uso de los recursos que han llegado tarde, pero esperamos hacer algo entre el 22 y 23 de marzo, aprovechando la coyuntura de los carnavales, con un encuentro de murgas que se complementaría con un Schamann Market para que los empresarios puedan vender sus artículos ahí.

Le noto pesimista...

Sí, si lo estoy. Llevo 14 años como presidente de la zona comercial y poco a poco te van desmoralizando. Este último año no es que haya sido el peor, pero se le acerca. Había emprendedores que se habían acercado a preguntar por locales y eso se ha vuelto a perder. Que las cosas mejoren depende de la voluntad del Ayuntamiento, del Gobierno de Canarias y el Cabildo, y de que respondan un poco más ante las necesidades de los pequeños comerciantes, ofreciendo ayudas para la dinamización.

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