Emalsa limpiará el barranco Guiniguada ante la alarma por la basura acumulada

La compañía mixta señala que estaban actuando en otros cauces pero que darán prioridad "de forma inmediata" a esta zona

Las Palmas de Gran Canaria

La empresa mixta Emalsa limpiará "de forma inmediata" el cauce del barranco Guiniguada en las inmediaciones de la GC-110 ante la alarma suscitada en los últimos meses. Un particular denunció el lunes ante la Fiscalía de Medioambiente la situación que vive este tramo del emblemático cauce de Las Palmas de Gran Canaria. A lo largo de un tramo de unos 400 metros entre el Pambaso y las bóvedas que separan Triana de Vegueta las toallitas, los escombros, los muebles y los lodos se acumulan por todo este paraje natural.

Fuentes de la compañía señalan que dentro de la planificación que manejan para el mantenimiento de cauces "estaban actuando en otras zonas". No obstante, matizan que "debido a la preocupación provocada por la situación de este lugar en concreto, Emalsa procederá a su limpieza de forma inmediata". Lo cierto es que el Consejo Insular de Aguas envió un requerimiento al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria en la primera quincena de febrero, tras producirse una denuncia ciudadana a través de este periódico.

Según han indicado desde el Consejo Insular de Aguas, organismo dependiente del Cabildo, la limpieza y mantenimiento de los cauces canalizados y urbanizados es competencia de los ayuntamientos, más teniendo en cuenta que gran parte de los desechos depositados en esta zona concreta son de origen humano. Se trata de algo estipulado en los artículos 41, 42 y 45 del Plan Hidrológico de Gran Canaria.

Basura y escombros en el barranco de Guiniguada

La Provincia

Bóvedas de hormigón

El barranco Guiniguada, el cual nace en la zona de cumbre en el municipio de San Mateo, se encuentra canalizado en su último kilómetro y medio entre el Pambaso y su desembocadura. La mayor parte de este tramo del cauce está cubierto por cuatro bóvedas de hormigón y una autovía que separa los barrios de Triana y Vegueta. Los 400 metros previos están al aire libre y delimitados por muros de hormigón, en una actuación ejecutada a principios de los años 70 del siglo XX.

Al ser esta última una zona poco frecuentada, pero de libre acceso, se ha convertido en un punto habitual para depositar basuras de manera descontrolada. El particular que ha interpuesto la denuncia ante la Fiscalía y la Agencia Canaria de Protección del Medio Natural visitó la zona a principios de febrero con varias asociaciones de vecinos de barrios de la zona y constataron la situación; realidad que mes y medio después ha seguido igual pese a haberse denunciado en los medios y existir un requerimiento por parte del Cabildo.

Toallitas, muebles, colchones, vidrios, latas, escombros y hasta las losetas de caucho de un parque infantil. A lo largo de esta zona e, incluso en el interior de las bóvedas de hormigón que soterran el barranco, los desperdicios se suceden de forma incontrolada. Este particular también ha denunciado la presencia de lodos y de varios vertidos de aguas residuales que están yendo directamente al cauce junto a la basura existente.

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