Crónica de un rompesuelas
Conversación en la catedral
Durante una visita a la Catedral de Canarias, el descubrimiento de un relieve da pie a una profunda reflexión sobre su simbolismo religioso, histórico y cultural

Relieve con un unicornio y un león en la Catedral de Santa Ana. / ANDRÉS CRUZ
Este Jueves Santo visitaba la Catedral de Santa Ana con un amigo y mientras caminábamos por la nave de la Epístola, que es como se conoce el transepto derecho, íbamos conversando tranquilamente, comentando los detalles arquitectónicos. Al llegar a la tercera capilla según se entra, levanté la vista casi por casualidad, y fue entonces cuando algo llamó poderosamente mi atención. En el capitel de la jamba del arco de acceso, tallada en la piedra, vi una escena que me dejó intrigado: dos figuras animales enfrentadas, una de ellas con un largo cuerno atrapado en lo que aparentaba ser un árbol, mientras la otra se disponía a atacar. No supe de inmediato qué representaban, pero intuí que debía de tener un significado profundo.
-¿Has visto ese relieve en la piedra? –pregunté–. Justo ahí, en el arco de esa capilla. ¿Qué es eso? ¿Un unicornio?
-¡Efectivamente! Y me alegra que te hayas dado cuenta. Pocas personas lo advierten, a pesar de ser una de las cosas más interesantes de este templo. Mira bien, es un unicornio enfrentado a lo que parece un león. Y si te fijas aún más, su cuerno está atrapado en un árbol por lo que su rival aprovecha para elevar la zarpa derecha en ademán de atacarlo.
-¡Qué escena tan curiosa! No esperaba encontrar algo así en una catedral. ¿Sabes cuándo se hizo?
-Claro. Esta capilla, la de Teresa de Jesús, se empezó a construir en el siglo XVI, por Martín de Narea, quien la levantó hasta la altura del techo, y después su sobrino, Pedro de Narea, la terminó. Como en la mayoría de las catedrales emplearon una mezcla de estilos: elementos góticos como los arcos apuntados y la cubierta, y detalles renacentistas en la arcada y las pilastras que la decoran. Así que esta escena debió tallarse entre 1540 y 1545.
-¿Y por qué pondrían un unicornio en una iglesia? No parece un símbolo muy religioso…
-Es que en la Edad Media y el Renacimiento, los unicornios no se veían como criaturas fantásticas. Por aquel entonces nadie dudaba de su existencia, ¡eran reales!, y poseían una gran carga simbólica. Por eso aparecen repetidamente en el arte medieval.
-¿Cómo es posible, si nadie había visto uno?
Mi amigo contestó a mi pregunta con otra:
-¿Alguna vez has visto a un tigre?
-Personalmente no, pero los he contemplado en documentales y películas.
-Pues la películas y los documentales de aquella época eran los bestiarios y libros de viajes que contenían numerosas descripciones de unicornios y testimonios de personas que aseguraban haberlos visto. Entre ellos, nada menos que Marco Polo.
-¿El famoso mercader?
-En su celebérrimo El libro de las Maravillas, uno de los mayores superventas del siglo XIV, describe uno que encontró en Sumatra mientras emprendía su viaje de regreso a Italia.
-¿Y qué fue lo que vio?
-Bueno, por su descripción, seguramente se topó con un rinoceronte asiático, pero lo confundió con un unicornio. En esa época, los europeos identificaban los animales exóticos con los seres que conocían de sus bestiarios o libros de criaturas. Y el unicornio era uno de los más especiales.
-¿Qué lo hacía tan particular?
-La creencia de que su cuerno tenía poderes mágicos. Por ejemplo, se decía que podía neutralizar los venenos. Lo cual resultaba extremadamente útil en una época en la que los asesinatos por envenenamiento estaban a la orden del día debido a que la toxicología apenas estaba desarrollada. Como puedes imaginar, las copas y vasos de cuernos de unicornio eran considerados poderosos antídotos por los cuales los más ricos estaban dispuestos a pagar lo que hiciera falta, cuando en realidad provenían de animales como antílopes, rinocerontes o narvales.
-¡Menuda estafa! Pero por lo que cuentas, parece que la gente se lo creía de verdad…
-Ciegamente. Incluso el cuerno de unicornio pulverizado se vendía como panacea, elixir de la eterna juventud e incluso afrodisíaco. Alcanzaba precios tan desorbitados que dio origen a un lucrativo comercio que se extendió hasta los rincones más remotos del planeta.
-¿Incluso Canarias?
-Especialmente estas islas, pues incontables cuernos de unicornios, que en realidad eran de rinoceronte, llegaron a nuestras costas procedentes de África, en su ruta hacia Europa o América.
-¿Y cuándo se convencieron definitivamente de que los unicornios no existían?
-Bueno, durante el Renacimiento aún se creía en ellos, pero se les consideraba criaturas extremadamente esquivas, escasas, relegadas a los rincones más remotos del mundo por culpa de la acción humana.
-¿Cómo los linces o las focas monje?
-¡Exactamente! Pero ya en el siglo XVII, tras la Era de los Descubrimientos, cuando el orbe dejó de ser tan ignoto, esa creencia comenzó a desvanecerse. La gente dejó de pensar que eran reales, y comprendió que tan sólo se trataba de otra criatura mítica, como los grifos o los basiliscos. Por eso dejaron de ser tan recurrentes en el arte.
-Pero si están por todas partes. En camisetas, juguetes, películas…
-Indudablemente, pero eso es a partir del romanticismo, cuando hubo una revalorización de la Edad Media que idealizó todo lo gótico: castillos, caballeros… y también los unicornios. Entonces reaparecieron, transformados en símbolos de la imaginación y la libertad. Como consecuencia de ello, hoy pueden verse en dibujos animados, en productos infantiles… ¡y hasta en las marchas del orgullo gay!
-Es cierto. Pero, volviendo a esta catedral, ¿por qué se le representa atrapado?
-Porque la escena representa una historia recurrente en los bestiarios medievales. El unicornio, al verse acorralado, embiste contra un árbol, y su cuerno queda atrapado. Entonces, queda indefenso y es atacado, ya sea por cazadores o, como en este caso, por un león.
-¡Qué metáfora más poderosa! ¿Pero qué hace en un templo, acaso tenía un significado religioso?
-Por supuesto. Estas figuras no eran meramente decorativas. Transmitían lecciones visuales a la feligresía que mayoritariamente era analfabeta. Así, enseñaban sobre el pecado, la redención, la lucha espiritual. En este caso, el unicornio representa a Cristo, pues en los Salmos se dice ‘Y el Amado será como el hijo del unicornio’, y en Libro de los Números se afirma que Dios tiene ‘fuerzas como de unicornio’.
-¿Y el árbol donde queda atrapado?
-Simboliza el árbol prohibido del jardín del Edén, de manera que la escena es una alegoría de la tentación y la caída de la humanidad. Así, el unicornio atrapado supone una alusión directa a la Pasión de Cristo, quien quedó atrapado y fue sacrificado para redimir a la humanidad del pecado original.
-Y el león, ¿qué representa?
-El pecado, el mal, que aprovecha la vulnerabilidad de la pureza. Es como si la escena fuera una señal de alarma que advirtiera: ‘¡cuidado!, hasta el más noble puede caer en la tentación si baja la guardia’.
-Nunca imaginé que una escena tan sencilla pudiera encerrar tantos significados…
-Y eso es precisamente lo más maravilloso del arte medieval. Todo tenía un propósito, una enseñanza. Los capiteles, las gárgolas, los vitrales… eran como libros de piedra. Enseñaban sin palabras. Este unicornio es sólo uno de los muchos ejemplos de cómo la fe y la imaginación se entrelazaban en los templos para transmitir mensajes muy poderosos.
-¡Qué lástima que los unicornios no sean reales!
-¡Claro que lo son! Sobreviven en la heráldica, en el arte y la literatura, pero sobre todo en un mundo muy distinto al nuestro. Desde allí siguen fascinando a quienes, como tú ahora, los descubren por azar: ocultos en el capitel de una catedral o entre las páginas de un periódico. Allí aguardan pacientemente, listos para revelar sus enseñanzas sobre la batalla que libra el espíritu dentro de nosotros contra lo material.
Suscríbete para seguir leyendo
- Un compañero de la princesa Leonor: 'Estamos todos muy unidos
- La Fiscalía Anticorrupción admite a trámite una segunda denuncia contra la Sociedad de Promoción
- La Policía acude a un local de Las Palmas de Gran Canaria que estaba abierto a altas horas de la noche
- Adiós a un Mercadona de Las Palmas de Gran Canaria
- Un barco partido en dos y 587 contenedores: la increíble operación que cambió el Puerto de Las Palmas para siempre
- Pancartas y banderas para dar la bienvenida al mandatario chino
- Ni uno, ni dos: una niña de Gran Canaria consigue tres funkos dorados de Harry Potter que valen miles de euros
- Adiós a uno de los supermercados más céntricos de Las Palmas de Gran Canaria