Así desapareció el palacio más insólito de Las Palmas de Gran Canaria

Antes de que las palas y las piscinas llegaran a Escaleritas, hubo un lugar que parecía sacado de otro país. Se trata de un edificio con una pista de hielo olímpica, gradas para 750 personas y un equipo canario de hockey que llegó a fichar a una promesa universitaria canadiense. Su historia, olvidada por muchos, terminó envuelta en llamas.

El creador de contenidos y profesor de historia Luis Cabrera Rodríguez (@historiaparagandules en TikTok) ha recuperado la historia del desaparecido Palacio de Hielo, que se encontraba en el solar que hoy ocupa el Club Deportivo La Cornisa. Un lugar que marcó a toda una generación y que aún vive en la memoria de quienes patinaron allí.

Un palacio de hielo en Escaleritas

El Palacio de Hielo abrió sus puertas en mayo de 1975 en plena expansión urbanística del barrio. Estaba ubicado en el cruce entre la avenida de Escaleritas y Ansite, una zona que por entonces se llenaba de rascacielos como las torres Solyvista.

Su pista de hielo de 1.500 metros cuadrados fue todo un hito, con medidas olímpicas y gradas que podían albergar a 750 personas. "La gente iba a patinar, pero también a competir en hockey", añade el profesor.

Aquel recinto albergó al Club Hielo Las Palmas, un equipo que incluso llegó a competir en primera división de hockey sobre hielo. Tal fue la ambición del proyecto que llegaron a fichar a David Conte, un jugador canadiense procedente de la liga universitaria de Estados Unidos.

Sin embargo, en palabras del experto, los costes de mantenimiento del hielo eran tan elevados que la empresa tuvo que cerrar el recinto apenas dos años después.

No obstante, en 1977 el espacio volvió a abrirse con un nuevo nombre: Bowling Palace. Se convirtió en la bolera más grande de España y una de las mejor equipadas de Europa, con 34 pistas. Pero esa segunda vida fue también fugaz, ya que en una madrugada de julio de 1982, un incendio arrasó el edificio. El fuego fue tan intenso que despertó las sospechas de que pudiera haber sido provocado, aunque nunca se confirmó nada.

Durante casi dos décadas, el solar quedó abandonado hasta que en 2001 se construyó allí el actual Club Deportivo La Cornisa. Hoy, pocos de los que entrenan allí saben que bajo sus pies hubo patinaje, hockey y una ciudad que soñaba en hielo.