Vivienda
Un hombre estafa más de 200.000 euros con anuncios de pisos fraudulentos en Las Palmas de Gran Canaria
Tiene 13 causas abiertas por todo el territorio español relacionadas con timos inmobiliarios
Ha sido detenido cinco veces pero no ha entrado en prisión porque las cuantías sustraídas en cada caso suponen delitos leves que conllevan pena de multa, no de cárcel
Se centra sobre todo en "ciudades tensionadas" donde hay mayor "necesidad de alquiler", según explica Pedro Troule, inspector de la Policía Nacional

Vehículos de la Policía Nacional, en una imagen de archivo / POLICÍA NACIONAL

Más de 200 personas estafadas en Las Palmas de Gran Canaria al intentar alquilar viviendas: ese es el balance que hace el inspector de la Policía Nacional Pedro Troule después de cuatro años investigando a un timador de la ciudad. Lo han detenido en cinco ocasiones, tiene 13 causas abiertas en distintos juzgados del territorio español y está involucrado en 158 delitos, pero Troule, jefe del grupo 2 de la Policía Judicial de la Comisaría de Distrito Centro, asegura que "nunca ha entrado en prisión" porque cada una de sus estafas ha sido por una cuantía que no constituye un delito grave. Sus métodos no son sofisticados, pero sí convincentes. Entre sus víctimas se encuentra un guardia civil al que timó y luego suplantó su identidad para engañar a unas 80 personas más.
El estafador se encuentra actualmente en busca y captura y está pendiente de juicio por una docena de timos, aunque el inspector explica que el número total de afectados es mucho mayor. Solo en la capital grancanaria, estima que el dinero que puede haber obtenido con estas actividades fraudulentas supera "seguro" los 200.000 euros, a los que habría que sumar las cantidades sustraídas en otros puntos del territorio español.
El juicio, que aún no tiene fecha, también investigará a otros dos autores que forman parte del entramado, así como a decenas de "mulas financieras" que han sido "colaboradores necesarios", según explica Troule.
Copias de anuncios y suplantación de identidad
La trampa comienza cuando el autor de los hechos publica copias de anuncios verídicos en Idealista. La diferencia es que les baja sustancialmente el precio original para servir como gancho, tal y como explica el inspector. Por ejemplo, ofertando una vivienda íntegra en Escaleritas por 500 euros al mes. Cuando alguna persona manifiesta interés por alquilar una de las muchas casas anunciadas, el timador desvía las conversaciones a WhatsApp para eludir los controles que realiza la plataforma ante posibles fraudes.
Una vez comienzan a chatear, el estafador suplanta la identidad de un tercero para ganarse la confianza de la gente y pedirles dinero por adelantado, así como sus documentos de identidad y nóminas. El inspector recuerda que, en una de esas ocasiones, el estafador habló con un guardia civil interesado en alquilar un piso y, una vez obtenida su documentación, la utilizó para suplantar su identidad y engañar a otras 80 personas. En cualquier caso, esa es tan solo "una de las múltiples identidades que suplantó", subraya Troule.
"Mulas financieras"
A la hora de hacer la transferencia bancaria para reservar la supuesta vivienda entran en juego las "mulas financieras". Troule explica que, en argot policial, son aquellas personas cuyas cuentas sirven como intermediarias para recibir el dinero antes de enviarlo a otro destino. El cabecilla de estas operaciones, según cuenta Troule, acudía a "barrios con escasos recursos o zonas marginales" donde es fácil encontrar a "personas con dificultades económicas o problemas de adicción que necesitan dinero instantáneo". Una vez localizadas las posibles "mulas", el autor de las estafas "les ofrecía unos 50 euros por abrir una cuenta bancaria a su nombre" que él manejaba para recibir el dinero.
Pedro Troule explica que, hasta la fecha, lo han detenido en cinco ocasiones (la última en octubre de 2024), pasándolo a disposición judicial. Sin embargo, en todas ellas fue puesto en libertad con cargos porque, al tratarse de unos 600 o 700 euros en cada caso, constituyen un delito leve continuado por el que las penas son de multa, pero no de cárcel.
El inspector opina que la complicación está en que, muchas veces, el juzgado "se desentiende" de los casos anteriores, por lo que "habría que agruparlos todos" y valorarlos conjuntamente.
Ciudades tensionadas
Además, considera que se trata de una actividad delictiva "doblemente grave", ya que buena parte de los estafados son "gente con pocos recursos que lo está pasando mal" y que ingresan el dinero por miedo a perder un piso a buen precio. Además, indica que este tipo de actividades delictivas se centran sobre todo en ciudades tensionadas. "El alquiler es un problema bastante grave y se aprovechan de ello. Juegan con la ansiedad y la necesidad de la gente", reflexiona.
En cualquier caso, Troule insiste en que las estafas inmobiliarias son "masivas" y "constantes", si bien hay algunas que son a menor escala y, por tanto, afectan a un menor número de víctimas. Para evitar caer en este tipo de estafas, aconseja desconfiar de aquellos anuncios que están por debajo del precio medio de mercado y no hacer pagos por adelantado antes de ver la vivienda. Asimismo, indica que las plataformas donde se llevan a cabo son muy variadas, pasando por Milanuncios y Facebook, entre otras.
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