La ballena muerta en Las Palmas de Gran Canaria sufrió un problema pulmonar grave

La ballena hallada muerta el pasado lunes en aguas del noreste de Las Palmas de Gran Canaria falleció por causas naturales. La necropsia, llevada a cabo por el equipo de Patología Veterinaria Forense del Instituto Universitario de Sanidad Animal y Seguridad Alimentaria (IUSA), determina que la causa fue un grave problema pulmonar, descartándose así cualquier intervención humana. Así lo confirma Antonio Fernández, catedrático de Veterinaria.

El ejemplar de rorcual, de aproximadamente 18 metros de longitud y 27,5 toneladas de peso, fue trasladado al Puerto de Las Palmas gracias a la labor de la empresa Reprosub. Desde allí, fue llevado al Ecoparque de Juan Grande para realizarle la necropsia. Su tamaño y peso, superiores a lo previsto, complicaron los planes iniciales de transporte.

Presencia ocasional en aguas canarias

El rorcual común, Balaenoptera physalus, es el segundo mamífero más grande del planeta, solo superado por la ballena azul, y puede alcanzar una longitud de hasta 27 metros. Según un estudio de la Universidad de La Laguna sobre los cetáceos que pueden avistarse en Canarias, su presencia en aguas del archipiélago es ocasional.

Los más comunes son el rorcual tropical, especialmente visible en verano, y el rorcual boreal. El más difícil de observar es el azul, del que hasta ahora solo se tiene constancia en La Gomera y Tenerife.

La especie a la que pertenece el cetáceo que apareció muerto en la costa de Las Palmas de Gran Canaria se caracteriza en ser el único rorcual con una «coloración asimétrica en la mandíbula inferior (derecha blanca, izquierda gris)», tener una carena dorsal y una aleta dorsal triangular ancha, tal como recoge la ULL en su página web.