El jurado declara culpable al hombre que mató y quemó a su tía en San Roque

El veredicto considera probado que confesó los hechos tras el crimen, lo que rebaja la petición de pena a siete años y medio

Juicio contra el acusado de matar y quemar a su tía en San Roque

Andrés Cruz / La Provincia

Benyara Machinea

Benyara Machinea

Las Palmas de Gran Canaria

El jurado popular ha declarado culpable de asesinato a Francisco José F. H. por matar a su tía Angelines y quemar su cadáver en una pira improvisada en su vivienda de San Roque, en Las Palmas de Gran Canaria, el siete de mayo de 2022. El veredicto leído a primera hora de la tarde de este miércoles considera probado que confesó los hechos desde el primer momento de la investigación, una colaboración que, según las partes, permitió esclarecer la investigación y se le aplica como circunstancia atenuante.

Afronta, por tanto, una pena de siete años y seis meses de prisión tras el acuerdo alcanzado entre la Fiscalía y la defensa al comienzo del juicio. La pena, que rebaja la petición inicial de 15 años de cárcel, incluye una indemnización de 60.000 euros a los herederos legales de la víctima.

El jurado considera probado que el día de los hechos el acusado mantuvo una discusión con su tía, de 91 años de edad, en la casa de esta en la calle Florinda. En el curso de la misma, le dio dos golpes en la cara que la dejaron tirada en el suelo, inconsciente.

Cuando la mujer no tenía posibilidad alguna de defenderse, el acusado acabó con su vida colocándole una bolsa de plástico en la cabeza que ató con una cuerda. Después, fabricó una especie de pira con unos trozos de madera y bloques que había en el lugar y procedió a quemar el cadáver. El motivo del fallecimiento, tal como consta en el informe forense, fue una asfixia por la obstrucción de los orificios nasales y bucal, que provocaron a la mujer una anoxia encefálica.

El veredicto determinó probada la circunstancia agravante de alevosía, que eleva el delito de un homicidio a un asesinato, por el estado de indefensión de la víctima debido a su avanzada edad y a que la asfixiaron cuando estaba inconsciente. Al día siguiente, el acusado decidió entregarse a la policía y confesar los hechos. "He matado a mi tía", manifestó ante el agente que le tomó declaración.

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