Descubren un casino ilegal en el sótano de un restaurante en Las Palmas de Gran Canaria

Una fachada legal. Un restaurante tranquilo. Y, bajo tierra, un mundo oculto de apuestas, humo y billetes en movimiento. Así comienza la historia de un casino ilegal desmantelado en Las Palmas de Gran Canaria, una operación que destapa la cara más oscura de algunos negocios aparentemente inocentes.

Durante meses, la Policía Nacional siguió con atención los movimientos nocturnos de ciudadanos asiáticos que entraban y salían del sótano de un restaurante asiático en la zona Puerto - Canteras, una de las más transitadas de la capital grancanaria.

Lo que parecía solo una sospecha se confirmó el pasado 10 de mayo, cuando un amplio dispositivo policial reveló lo que muchos ignoraban: un casino clandestino completamente operativo, con mesas de póker, dinero en efectivo y un ambiente de juego ilegal instalado entre basura y escombros.

Vigilancia, sospechas y una red de ilegalidades

Todo comenzó a finales del año pasado. Los agentes de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras detectaron un flujo inusual de personas en horarios extraños. Lo que en un principio se investigaba como posible trata de personas con fines de explotación sexual o laboral, derivó en algo diferente, pero igual de grave: un centro de apuestas ilegales escondido bajo un restaurante.

Fin de semana tras fin de semana, las vigilancias confirmaban lo que los agentes sospechaban: una intensa actividad en el sótano, con asistentes entrando discretamente tras la cena para participar en partidas ilegales.

El operativo: acceso simultáneo y hallazgos inquietantes

La entrada en escena fue simultánea. Mientras unos agentes accedían al restaurante, otros descendían al sótano. Allí encontraron todo un casino montado entre la suciedad: mesas de juego, fichas, dinero, y personas apostando sin autorización alguna.

Además, en el restaurante se hallaron condiciones higiénico-sanitarias deficientes, lo que refuerza la sospecha de que el local, más allá del juego, podría haber estado operando fuera de toda legalidad en varios frentes.

Uno de los descubrimientos más delicados fue la presencia de una persona en situación administrativa irregular, lo que activó procesos relacionados con extranjería por parte de la Policía Nacional.

La Policía Canaria, en coordinación con la Inspección de Trabajo, procedió a incautar los elementos del casino y a levantar actas por las múltiples irregularidades detectadas tanto en el negocio como en la forma de operar del propietario, identificado como el responsable directo del sótano clandestino.