El sabor se cocina a 77 grados en Las Palmas de Gran Canaria

El restaurante ofrece cocina mediterránea a la carta y menús semanales

Lomo alto y arroz al horno, entre las especialidades

Restaurante 77 grados

José Carlos Guerra

Las Palmas de Gran Canaria

Una latitud y un punto de cocción. Ese es el significado de este restaurante, ubicado en la calle León y Castillo. Referencias que trasladan a la ciudad cubana de Camagüey y a la elaboración de un lomo alto de ternera; pero también a una nueva oferta gastronómica en una de las calles de la ciudad que va sumando locales de restauración, entre la tradición y la innovación. 

«La provincia de donde somos se encuentra situada a 77 grados latitud oeste, en el centro de Cuba; pero además es la referencia a nuestro producto estrella: el punto del lomo alto de carne uruguaya infiltrada con mantequilla, ese es su punto óptimo».

Miguel Rodríguez, su propietario, tiene solo 25 años. Tras seis en España dedicado al turismo y la hostelería, aterrizó en Gran Canaria junto a su familia para meterse de lleno en su proyecto más ambicioso. Con él, parte de su familia, su pareja Deysabel y su suegro Humberto.

Este nuevo local cuenta con capacidad para 40 personas y ofrece una carta que ellos mismos definen como mediterránea. «Hemos fusionado recetas, por ejemplo, al tradicional bacalao al ‘pil pil’ le hemos dado una vuelta y lo hacemos con albahaca y melocotón asado», detalla. Pero también ‘caracolas de salmón’, cortado en juliana con calabacín, salsa de menta y vinagre de Módena.

Una carta que se completa con carnes, pescados, ensaladas y arroces, como el ‘arroz al horno’, especialidad heredada de su paso por Oropesa del Mar, Valencia. «Con sus típicos garbanzos, ajo, panceta, costilla, papa y tomate», añadió. 

Una manzana gastronómica

Dicen que no hay mejor publicidad que el ‘boca a boca’, y eso bien lo sabe Miguel, que en tan solo nueve meses ha conseguido fidelizar a su clientela. Este joven empresario, que iba para médico, y al que los caminos de la vida le hicieron desviarse hacia la hostelería, no duda en seguir formándose en el área de empresariales, ahora que lidera su propio negocio.

La calle León y Castillo se ha convertido en los últimos años en una gran manzana gastronómica asequible para trabajadores y residentes. A diferencia de lo que se puede creer, no hay competencia entre los establecimientos. «Aquí hay trabajo para todos, es una calle que concentra varios locales, y eso atrae más clientela», opina este empresario, que lo compara con lo que sucede en los centros comerciales. «Atrae tanta clientela porque todo está concentrado en el mismo sitio». En su caso, «hoy comen aquí y mañana en el de al lado. La gente quiere diversidad».

Asegura que el 90% de su clientela es de la zona, «bien porque trabajan por aquí o porque viven en los alrededores». Los que trabajan en las oficinas aledañas «vienen con un tiempo justo para comer y eso obliga a que seamos rápidos», añade. En el caso de las familias, son los que se acercan más los fines de semana. 

Menú semanal y carta

El restaurante 77 grados ofrece no solo platos a la carta, sino también menú semanal, este último por 12,90 euros. Miguel quiso recoger en un inicio en su recetario su origen cubano, dedicando un día a la semana a la comida típica de su país, «pero al final el público te va pidiendo algo concreto y te tienes que adaptar», aunque no descarta recuperarlo. 

Mientras tanto, esa clientela se decanta por el menú de lunes a viernes, «pero el jueves ya se anima a pedir la carta», comenta sonriente. A pesar de que el lomo alto es su especialidad, otros platos han ido ganando en popularidad, como el cachopo, uno de los más solicitados. 

Tanto él como su familia encontraron en este local el lugar perfecto para su proyecto, un espacio que ha albergado otras historias de dulce tradición en la ciudad como la heladería Los Alicantinos. «El día que llegamos y lo vimos, nos miramos y dijimos, aquí tiene que ser». Recuerda que todavía tenía el letrero colgado fuera. «Es bonito que un sitio que tuvo tanta acogida aún se recuerde y nos lo compartan ahora los clientes». Algo que supone para ellos una cálida acogida. 

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