El caso Kokorev se cierra con una multa de 35 millones de euros para Vladimir y su mujer

El hijo, Igor Kokorev, queda fuera de la acusación

Vladimir Kokorev comparece a través de videollamada y acepta los cargos

La Provincia

Las Palmas de Gran Canaria

Los 20 años del laberinto judicial de la familia rusa llega a su fin con un acuerdo de conformidad que evitan las penas de cárcel solicitadas por la Fiscalía y que quedan reducidas a dos años y 10 meses en el caso de Vladimir y a un año y 11 meses en el caso de Julia, pero no entrarán en la cárcel porque ese es el tiempo que estuvieron en prisión preventiva

La batalla judicial en la que ha estado inmersa la familia Kokorev en los últimos 20 años por el presunto blanqueo de capitales de 108 millones de euros ha llegado a su fin con un acuerdo de conformidad entre las partes este lunes. 

La sección sexta de la Audiencia Provincial dictó sentencia 'a viva voz' conforme los términos del acuerdo alcanzado recientemente y por el que aceptan solo el delito de defraudación a la Hacienda Pública española.

Tras ese acuerdo de conformidad, el matrimonio formado por Vladimir y Julia Kokorev evita el ingreso en prisión ya que las penas solicitadas inicialmente por la Fiscalía quedan reducidas a dos años y 10 meses, en el caso de Vladimir, y a un año y 11 meses en el caso de Julia, y corresponden al tiempo que ya estuvieron en prisión preventiva.

El escrito de acusación recoge que los dos "crearon y ejecutaron un modelo de transformación de ganancias ilícitas derivadas de la actividad prolongada de Vladimir, en el que participaron las personas más próximas de su círculo más íntimo personal y familiar: su mujer, Yulia, así como el asesor fiscal, Juan Arencibia, y sus hermanas, María Luisa y Margarita Arencibia".

En el caso del hijo del matrimonio, Igor Kokorev, queda fuera de la acusación por "no constar acreditado" que ni él ni su hermano Vladimir, "hayan tenido participación alguna en los hechos, transacciones y operaciones descritos", recoge el escrito.

El fiscal Anticorrupción, Javier Ródenas, explicó durante la vista que de los 108 millones de euros imputados inicialmente solo se ha podido actuar en la mitad de ellos, 58 millones de euros, como delito por fraude fiscal a la Hacienda Pública.

En la sala estuvieron presentes durante la vista Julia y su hijo Igor, mientras que el patriarca de la familia intervino a través de videollamada debido a su estado de salud. Vladimir Kokorev aceptó las penas por el delito de blanqueo de capitales desde su cama. Precisamente, su complicado estado de salud fue uno de los principales incentivos para llegar al acuerdo.

"La verdad judicial es esta"

El abogado de la familia, Antonio José Cabrera, subrayó al término de la vista que "estos señores han pasado 15 años con el relato de que eran testaferros de Obián, de una malversación de caudales públicos del Estado de Guinea y de que eran traficantes de armas de guerra".

Añadió que "si eso hubiera sido verdad, el relato se hubiera mantenido, pero por mucho que diga el fiscal, la verdad judicial es esta: solo se les condena por haber defraudado a Hacienda". Unas operaciones que, según quedan recogidas en el escrito, se extendieron al año 2012.

Cabrera hizo hincapié en que "hicieron unas operaciones cuyos beneficios tenían que haber sido declarados en España, y en vez de pagarse a la Hacienda Pública se destinaron a comprar inmuebles. Esos inmuebles se decomisan y se les ha puesto una multa por ello".

Respecto a la causa por el presunto delito de tráfico de armas abierta en la Audiencia Nacional contra Vladimir Kokorev, el abogado de la familia subrayó que en ella "solo está Vladimir" y que la instrucción está "sobreseída" a la espera de si se produce un nuevo informe policial.

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