¿Dejas que tu perro orine en los árboles? Estas son las consecuencias

La orina de los perros mata 37 árboles y palmeras en Las Palmas de Gran Canaria en dos años

Árbol afectado por los orines de los perros en una calle de Las Alcaravaneras.

Árbol afectado por los orines de los perros en una calle de Las Alcaravaneras. / Parques y Jardines

Las Palmas de Gran Canaria

Quemaduras en el tronco, decoloración en la corteza o podredumbres por la aparición de hongos. Estas son solo algunas de las consecuencias que provocan los orines reiterados en la base de un árbol. En los últimos dos años y medio, las micciones de los perros han provocado la muerte de 32 árboles y cinco palmeras en Las Palmas de Gran Canaria. La concejalía de Desarrollo Estratégico y Sostenibilidad, que dirige Gemma Martínez Soliño, hace un llamamiento para evitar que las necesidades de las mascotas sigan dañando las zonas verdes de la ciudad.

Los técnicos de Parques y Jardines resaltan en un informe que la orina canina contiene compuestos químicos que al acumularse en la base de árboles y palmeras pueden provocar daños "significativos" en corteza, raíces, estructura y salud en general. Estos advierten que aunque puedan parecer "un comportamiento inofensivo", estas suponen "amenazas silenciosas, pero persistentes". Dado que, en algunos casos que han detectado, los ejemplares talados han soportado micciones de manera reiterada.

En la capital grancanaria, Parques y Jardines se ha visto obligado a talar hasta 37 ejemplares de árboles y palmeras repartidos por toda la trama urbana, en barrios como Schamann -el más afectado de todos-, Alcaravaneras, La Isleta o Tamaraceite. El Brachychiton, una especie con floración roja muy presente en las calles de la ciudad, es una de las especies que más se han visto afectadas -23 del total de afectados-, aunque también han sufrido daños la Roystonea regia o palma real, entre otras.

Composición química

La orina afecta a los árboles por su composición química al contener nitrógeno, amoníaco y sales solubles. El primero, en pequeñas cantidades puede ser beneficioso, apuntan los técnicos, pero de manera reiterada provoca toxicidad y estrés hídrico. De penetrar en la corteza puede alcanzar la capa responsable del crecimiento del árbol, produciendo necrosis en los tejidos, lo que se puede traducir en dificultad para transportar nutrientes en el interior de la planta.

Las micciones también alteran el pH del suelo por su acidez, por lo que la planta absorbe peor los nutrientes. Además, provocan los deshidrata; y es que las sales que contienen las micciones extraen aguas de la planta, lo que se traduce en hojas amarillentas y debilitamiento del árbol. Afecciones todas estas que se ven incrementadas dado que los perros tienden a orinar de manera reiterada en los mismos lugares.

Árbol afectado por los orines de los perros en Las Palmas de Gran Canaria, con una gran oquedad y podredumbre.

Árbol afectado por los orines de los perros en Las Palmas de Gran Canaria, con una gran oquedad y podredumbre. / Parques y Jardines

Los árboles más vulnerables son los más jóvenes o especies con corteza delgada, como los Brachychiton. Entre los daños visibles, la orina provoca decoloración en la corteza, con manchas blanquecinas o amarillentas; desprendimiento de la corteza por los compuestos químicos de la orina; quemaduras en la base del tronco; malformaciones o crecimiento irregular en las ramas; podredumbres al producirse heridas en la corteza, por donde pueden entrar hongos y generarse infecciones por bacterias; también pueden morir las raíces por acumulación de sales en la base.

Mal estado general de la planta

La mayoría de las especies que el servicio de Parques y Jardines ha talado en los últimos dos años y medio por los orines de los perros estos presentaban un mal estado general de la planta. En algunos casos había grave riesgo de caída a la vía pública, caso de un Brachychiton en la calle Mariucha. Otros tenían grandes oquedades y pudriciones en la base, como otro ejemplar de esa misma especie en 29 de Abril. Un Spathodea en la calle Manuel González Martín de Alcaravaneras estaba ya muerto, con el alcorque repleto de colillas. Varias palmeras del género Wodyetia tenían hongos. En la calle Fuente, en la zona Triana, todos están dañados, aunque solo se ha talado uno.

Para paliar esta situación, los operarios están cambiando las especies, por ejemplo en el caso de Schamann, los Brachychito por Citharexylum quadrangulare. También se están haciendo mayores aportes de tierra en los alcorques, ampliando espacios y colmatando la base con plantas para que los perros no tengan acceso directo al tronco o perimetrando los alcorques para que se desarrollen los ejemplares jóvenes.

No obstante, desde el Ayuntamiento señalan que la clave está en la prevención y concienciación. Algo que están trabajando en campañas, algunas específicas en los colegios de Schamann. "No queremos que esto se entienda como una batalla entre perros y árboles. Sin verde no hay futuro, y para cuidar lo verde debemos intentar que nuestros perros eviten los troncos y animarlos a orinar en alcantarillas o pipicanes", resalta la concejala del área, Gemma Martínez Soliño.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents