Ni croissant ni helado: esta es la joya dulce que conquista Las Canteras este verano

En verano, todo sabe diferente. El sol derrite el tiempo, el mar lo adoba todo de salitre y las calles de la capital rebosan diversión y antojos.

Justo en ese punto donde la arena termina y comienza el paseo marítimo, entre sombrillas, desayunos tardíos y paseantes con la piel dorada, se esconde uno de los mejores locales de Las Canteras: Ganache The Cake Boutique.

No es una pastelería más, es el rincón al que la creadora de contenidos Tania Pyetku ha declarado su lealtad repostera.

“Tiene mini tartas de mil sabores, cheesecakes supercremosas y unas cookies calientes que sirven con helado que te harán soñar”, cuenta entusiasmada a sus seguidores.

Un bocado de playa

Ganache se ubica en la calle Ferreras, número 5, a tan solo unos pasos del mar. Y aunque su escaparate parece sacado de una pâtisserie parisina, lo que se cocina dentro tiene acento isleño y raíces caseras.

“Probamos varias de sus tartas de queso, pistacho y la de queso puro de Valsequillo se llevan más que un merecido 10”, afirma Tania, mientras muestra el interior cremoso de una porción que se deshace con solo mirarla.

La estrella de la carta, sin embargo, es la combinación que más se repite en stories y recomendaciones: su galleta recién horneada con bola de helado, crema y topping.

Un postre que combina lo cálido y lo frío, lo crujiente y lo suave, lo dulce y lo salado. Ideal para acompañar un atardecer con los pies llenos de arena y la cabeza llena de verano.

Desayunar junto al Atlántico

Pero Ganache no es solo un lugar para la merienda. Su desayuno, que por 9,90 euros incluye bebida caliente, zumo natural, tarta a elegir y un brioche salado (puede ser de salmón o jamón serrano), se ha convertido en un ritual entre locales y visitantes.

Todo elaborado en casa, con mimo y con ingredientes que recuerdan que estamos en una tierra fértil en sabor y memoria.

“No es solo lo que comes, es cómo lo vives”, dice Tania. “Estás ahí, al lado de la playa, sientes el calor del horno y el fresco de la mañana marina. Es un desayuno que te envuelve”.

Una boutique con alma de horno

El alma de Ganache es la pastelería artesanal, esa que no busca atajos. Aquí cada tarta tiene su historia, desde la tradicional “de la abuela” hasta la sofisticada Red Velvet, pasando por la de zanahoria con nueces, la de yogurt griego con melocotón o el tiramisú de limón.

Las mini tartas oscilan entre los 3,75 y los 4,20 euros, mientras que las cheesecakes especiales (como la de pistacho o la de chocolate) pueden llegar a los 8,50 euros. Pero cada euro vale el viaje.

Tienen terraza, buen café, atención amable y un aroma que te envuelve antes de cruzar la puerta. Abren de martes a sábado de 9:00 a 20:00 horas, y domingos y festivos de 9:30 a 19:30.

Las reservas pueden hacerse por WhatsApp al 928 75 04 51 o al 640 63 17 27. Aunque si te dejas llevar por el paseo y el mar, seguro que llegas sin darte cuenta.

Más que dulce

En medio del bullicio de la ciudad y el vaivén de las olas, Ganache se ha convertido en un refugio de sabor y calma. Un lugar donde el verano no solo se vive, sino que se saborea.

Donde cada cucharada tiene un poco de infancia, un poco de isla y un mucho de felicidad. Porque al final, como diría cualquier canario con buen paladar, hay cosas que saben mejor con los pies llenos de arena. Y este es uno de esos sitios donde la marea también sabe a postre.