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Vecinos de Arenales reclaman las cámaras de seguridad para las calles más conflictivas

La asociación de vecinos critica que la videovigilancia se instale en la confluencia entre Suárez Naranjo y Castrillo, una de las calles más tranquilas del barrio

La esquina Suárez Naranjo con Castrillo, donde quieren instalar la cámara de seguridad en Arenales.

La esquina Suárez Naranjo con Castrillo, donde quieren instalar la cámara de seguridad en Arenales. / José Carlos Guerra

Las Palmas de Gran Canaria

Una de las demandas históricas de los vecinos de Arenales es la instalación de cámaras de seguridad para reducir la delincuencia en el barrio. El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha anunciado el inicio de un expediente para solicitar la instalación de dispositivos de videovigilancia en Vegueta, Triana, Lugo y Santa Catalina, con el objetivo de reforzar la seguridad ciudadana. En el caso de Arenales, está previsto colocar una cámara en la confluencia entre Suárez Naranjo y Castrillo. Sin embargo, los residentes consideran que existen ubicaciones más adecuadas. "Nos parece que es desperdiciar una cámara en el sitio donde menos conflictividad hay después de todo lo que nos ha costado que la pongan", explica el presidente de la asociación de vecinos Pamochamoso-Arenales, Domingo Santana.

La asociación propone que el dispositivo se instale en la esquina de Carvajal con Molino de Viento, una de las zonas más conflictivas del barrio. "Ahí es donde está realmente el mogollón del problema", detalla Santana. Además, resalta que en este punto se han llevado a cabo importantes intervenciones contra el narcotráfico, como la Operación Quijote. El líder vecinal aclara que no se oponen a la colocación de cámaras, pero considera que la decisión debería haberse consensuado con los vecinos.

Criterios técnicos

El Consistorio ha trasladado la petición a la Comisión de Videovigilancia junto con los correspondientes informes criminológicos. Además, el concejal de Seguridad, Josué Íñiguez, informó en una comisión plenaria que se está elaborando un informe específico sobre delitos medioambientales para solicitar la instalación de otra cámara en el barranco del Guiniguada. Desde la asociación de vecinos aseguran que han remitido tres solicitudes para reunirse con el edil de Seguridad, aunque, por el momento, no han obtenido respuesta.

Desde el Ayuntamiento capitalino explican que las ubicaciones de las cámaras se han definido a partir de los informes de criminalidad elaborados por el Cuerpo Nacional de Policía. También señalan que, en el proceso, se tuvo en cuenta la opinión de los residentes, con quienes se mantuvo una reunión previa. "No obstante, la decisión final sobre los puntos concretos de instalación responde a criterios técnicos y a las necesidades policiales, de forma que los dispositivos resulten realmente útiles para la seguridad ciudadana", detallan fuentes municipales.

Más cámaras

Los vecinos reclaman la instalación de cuatro cámaras en total para frenar la criminalidad. En la actualidad, hay dos colocadas y una de ellas no está en funcionamiento. "Si no creyeran en las cámaras de vigilancia no pondrían 10 en el edificio de la Delegación del Gobierno", compara Santana, quien insiste en que el barrio merece las cuatro cámaras solicitadas.

Santana considera que la cámara se ha colocado en esa zona del barrio porque ha aumentado el número de denuncias y, por tanto, los casos registrados. No obstante, asegura que en Carvajal con Molino de Viento los problemas son antiguos y persistentes, aunque los vecinos ya han perdido la esperanza y apenas llaman a la policía. "Ya ni llaman porque piensan que no sirve de nada, porque la policía viene tarde, cuando ya ha desaparecido el altercado y al final no solucionan nada", lamenta el representante vecinal.

Una medida efectiva

La criminalidad en Arenales no se concentra en unas pocas calles, sino que es un problema de todo el barrio. Aun así, los vecinos identifican varios puntos críticos donde los conflictos son más frecuentes y alertan de que la delincuencia se está expandiendo porque los autores perciben que pueden seguir actuando sin grandes consecuencias. "¿Van a esperar a que nos convirtamos en Harlem?", se pregunta Santana. "Hay gente que tiene muchas denuncias y sigue estando en el barrio, porque ejercen una delincuencia menor", añade.

Desde la asociación subrayan que las cámaras son una herramienta eficaz para combatir la inseguridad. Santana confía en que la videovigilancia tenga un efecto disuasorio y facilite las investigaciones policiales. "Recientemente, hemos visto cómo se han resuelto varios robos en locales o apartamentos simplemente visualizando las cámaras, o sea, que es 100% efectivo y estamos a favor, pero que sean en sitios donde realmente se necesita", apunta.

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