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Paseo del Guiniguada: Las estatuas de las cuatro estaciones serán el epicentro del nuevo barranco

Enric Batlle plantea que derribar la autovía del Guiniguada y destapar el barranco es inviable por su alto coste y el problema para tratar los residuos

Las Palmas de Gran Canaria

Primavera, verano, otoño e invierno. Las estatuas de las cuatro estaciones que hasta hace medio siglo flanqueaban el desaparecido puente de Piedra serán el kilómetro cero del nuevo Guiniguada, en Las Palmas de Gran Canaria. Así lo explicaron este jueves los arquitectos Enric Batlle y Flora Pescador, quienes forman parte del equipo que lidera la propuesta AWA. Lo hicieron en una presentación junto a la alcaldesa, Carolina Darias, que tuvo lugar en las Casas Consistoriales, un encuentro en el que desgranaron los detalles del proyecto que dará vida al futuro Paseo Guiniguada de las Artes y la Cultura canaria.

«Este punto es el centro de Las Palmas, el que no habíamos visto, el punto céntrico que da y dio vida a la ciudad», resaltó Pescador en referencia a las estatuas. El proyecto, que todavía está pendiente de su redacción, transformará en una primera fase 650 metros lineales entre la actual ubicación de la estatua de Pérez Galdós y justo antes del Rectorado de la ULPGC. De esta manera, la eliminación de la autovía GC-110 permitirá conectar los barrios de Vegueta y Triana y El Toril con El Terrero mediante paseos y zonas de esparcimiento y disfrute, que estarán ajardinadas y arboladas.

Uno de los grandes retos del proyecto será renaturalizar el barranco sobre la losa de hormigón construida en la primera mitad de los años 70. Con respecto a las críticas y polémicas por no destapar las bóvedas de canalización, Batlle incidió que en arquitectura y urbanismo hoy día «no se está por destruir». El técnico planteó la siguiente pregunta al respecto: «¿en qué parte de Gran Canaria vamos a poner los residuos generados?».

Cubierta arbolada

Batlle afirmó que en las tendencias de hoy día «parten de las situaciones actuales, aceptándola y aprovechándola», poniendo de ejemplo las viejas líneas de tren del Highlander de Nueva York. «Los ecologistas de verdad plantean ¿por qué derribas?», precisó y, en su lugar, están por aprovechar y dar un nuevo uso a ese espacio ya existente. Caso de la autovía del Guiniguada, donde la demolición de la carretera supondría un alto coste económico y de gestión de residuos, detalló.

Además, planteó que esta opción descartada supondría generar un espacio público escaso al haber un cauce seco a cielo abierto, con pocas conexiones salvo mediante puentes. Esto añadido a «con la imposibilidad de renaturalización», dado que, según afirmó Batlle, la cubierta arbolada sería similar a la actual, «por lo que no habría una reducción de la isla de calor» que genera la ciudad.

La alcaldesa, Carolina Darias (c), y los arquitectos Enric Battle (i) y Flora Pescador (d).

La alcaldesa, Carolina Darias (c), y los arquitectos Enric Battle (i) y Flora Pescador (d). / Quique Curbelo / Efe

En su lugar, han optado por lo que los técnicos definen como «isla de frescor». Y es que la cubierta general del paseo tendrá como hilo conductor las cuatro estaciones. Para ello, el equipo de trabajo hará uso del manual que dejó el botánico David Bramwell, donde recoge toda la flora ideal para renaturalizar el Guiniguada y estará presente a lo largo de las cuatro zonas en las que se dividirá el paseo una vez esté hecho en esta fase.

Las estaciones del año

«Cogimos toda la vegetación que proponía y la organizamos por cromatismos», puntualizó Pescador. De esta manera, cada una de las secciones del nuevo Guiniguada tiene asociada una estación del año mediante la floración de las plantas. El tramo entre el Teatro Pérez Galdós y el Mercado de Vegueta evocará al invierno, con una gran plaza con una pérgola que recuerde al puente de Palo.

En el siguiente tramo, entre el cruce con Triana y el del viejo puente de Piedra se encuentra la zona denominada como el paseo para exposiciones, será la zona noble del proyecto y estará vinculada con el otoño. El límite lo marcarán precisamente esas estatuas neoclásicas que hoy están «ocultas» entre una maraña parterres, vallas y medianas, tal y como describió Pescador.

El proyecto AWA, del equipo Batlle i Roig Arquitectura, elegido ganador del concurso.

El proyecto AWA, del equipo Batlle i Roig Arquitectura, elegido ganador del concurso. / La Provincia

A partir de este punto se desarrolla lo que han denominado el jardín. En este caso, la flora evoca la primavera y la intención es crear un espacio polivalente ajardinado, con zonas de juego y hasta un terrero con la idea de recordar aquellas luchadas que se jugaron allí antiguamente. Un deporte autóctono que dio nombre al vecino barrio de El Terrero. Por último, el cierre entre el Rectorado y los Riscos será el bosque, con alusiones al verano y donde habrá un gran espacio arbolado.

Identidad y imaginario colectivo

Batlle y Pescador hicieron hincapié en que el proyecto tendrá «identidad», asociada «ese imaginario colectivo». De ahí que se recuperen simbólicamente los dos malogrados puentes o el terrero de lucha. «Si saco los coches, tengo la oportunidad de hacerlo más verde, más biodiverso, de trabajar con el agua de la forma diversa», apuntó el arquitecto catalán. Y es que, aunque no se levante la autovía, esta estará restringida al transporte público, emergencias y, según el anteproyecto, a vecinos, aunque la alcaldesa puntualizó que es pronto para definir este punto.

«Llegar hasta aquí no ha sido fácil. Ha sido un proceso apasionante, de reflexión sobre lo que necesitaba este espacio de la ciudad, pero también un proceso laborioso, de elaboración de unas bases ajustadas a la legalidad vigente», subrayó Darias. Durante su intervención resaltó la vocación del proyecto por realzar la «identidad» y lo que definió como «ese gran anhelo colectivo», transformar el Guiniguada.

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