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Kim Duck Park, el 'pescador' de coreanos

Era dueño de 11 de los 250 barcos de la flota pesquera coreana del Puerto de Las Palmas y ahora centra sus esfuerzos en atraer a compatriotas a la Isla

Kim Duck Park muestra la réplica de uno de los barcos pesqueros de la flota coreana en el Puerto de Las Palmas.

Kim Duck Park muestra la réplica de uno de los barcos pesqueros de la flota coreana en el Puerto de Las Palmas. / José Carlos Guerra

Las Palmas de Gran Canaria

Si se le escucha hablar de Gran Canaria, nadie podría imaginar que la primera impresión que tuvo de esta isla Kim Duck Park cuando llegó un día de febrero de 1975 fue tan negativa. El camino desde el aeropuerto hasta Las Palmas de Gran Canaria, cuando aún no había autovía y se realizaba un árido recorrido por el interior de los municipios del sureste y este, le pareció desolador. Ahora, sin embargo, se empeña en transmitir su amor por esta tierra que lo acogió hace 50 años para atraer a más ciudadanos coreanos, ya sea para que se asienten en Canarias como para que disfruten de un viaje turístico.

Ese objetivo y la creación de alianzas comerciales entre el Archipiélago y el país asiático, son las tareas que desvelan a este antiguo pescador, uno de los marinos que en la década de los sesenta y setenta dejaron todo atrás para crear sus familias en Gran Canaria aprovechando la pujanza de la industria pesquera en la costa de África.

De los 250 barcos coreanos que llegaron a haber en el Puerto de Las Palmas, 11 eran suyos, y su testimonio ha sido recogido en el documental que ha elaborado el Clúster Marítimo de Canarias para recordar la edad dorada de la pesca en La Luz, y en un libro publicado por él mismo que rescata la historia de la flota pesquera coreana en la Isla con el objetivo de evitar que se pierda en la memoria.

Director de pesca en Canarias

Kim Duck Park nació en Corea del Norte, pero se trasladó al país vecino en su infancia. Allí, tras terminar su carrera, entró a formar parte de una empresa de pesca estatal y con solo 29 años, dejando en casa a su mujer y su hijo recién nacido, llegó febrero de 1975 «como director de pesca en Canarias», después de que su compañía construyera tres barcos en Santander y tres barcos en Sevilla, y de que Corea y España firmaran un contrato de pesca. Un año más tarde, se reunió en la Isla con su familia, que hundió sus raíces en esta tierra.

«No había árboles, solamente piedras y pensé que iba a sufrir un montón aquí, pero cuando entré en la ciudad, me gustó», recuerda. Ahora, después de 50 años, cree que «es el mejor lugar para vivir».

Comité de turismo

Por ese mismo motivo, una vez que decayó la actividad pesquera en el Puerto de Las Palmas y la presencia de coreanos en Las Palmas de Gran Canaria ha pasado de los 10.000 del último tercio del siglo XX a los 800 actuales, Kim Duck Park ha centrado gran parte de sus esfuerzos en atraer a sus compatriotas hasta esta isla y el resto del Archipiélago, no solo como opción para trasladar sus residencias, sino también como destino turístico, convirtiéndose, casi, en un embajador de Canarias en su país.

Kim Duck Park, en la sede de su empresa ubicada en Santa Catalina.

Kim Duck Park, en la sede de su empresa ubicada en Santa Catalina. / José Carlos Guerra

Para lograr este objetivo, hace unos años creó un comité de turismo, aunque la pandemia del Covid paralizó temporalmente las acciones que ahora se están recuperando y recopiló en un libro editado en coreano en el que se conserva la historia de la pesca en Gran Canaria. Durante un año y medio, relata, se reunió con varios capitanes, armadores y testigos de esta actividad para recoger sus testimonios y ofrecer una visión más completa de lo que supuso para cientos de familias y la propia Corea, «que en aquel tiempo estaba económicamente muy mal», por lo que se mandaba parte de las ganancias al país. Con el libro bajo el brazo, se ha reunido con diputados, ministros y educadores, entre otros, con el fin de que en este lugar de Asia se conozca bien esta parte de su historia.

Asimismo, contactó con el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, la alcaldesa de Las Palmas, Carolina Darias, el concejal de Ciudad de Mar, Pedro Quevedo, y otros representantes de las instituciones para que la Isla estuviera presente en una Feria de Turismo Internacional en Seúl que recibe la visita de 45.000 personas.

Este empeño le ha llevado a hablar también con los presidentes de otros cabildos insulares y con el propio Gobierno de Canarias.

630.000 turistas al año

Kim Duck Park lamenta que «los 630.000 coreanos que visitan España cada año no vengan aquí» y que en los catálogos de Turespaña que están escritos en su lengua no aparezca Canarias salvo en una foto. Por ese motivo ha hablado ya con el director de Turespaña para que hagan uno dedicado a las Islas Canarias.

Eso sí, para hacer atractivo el destino turístico a este turismo coreano, asegura, es necesario contar con ofertas que se ajusten a sus preferencias. En ese sentido, este ‘embajador’ asegura que, basándose en las experiencias de los amigos que han estado en las Islas, sus compatriotas pueden ver en actividades como el golf un aliciente para escoger las islas, así como las ciudades y la actividad cultural. «Una de las cosas que más les gustó fue la Casa Colón, las Dunas de Maspalomas o las playas de Lanzarote, entre otros.

Una de las esperanzas de Kim Duck Park es que parte de esas personas que puedan llegar como turistas decidan asentarse en la Isla y por ese motivo ha ido allanando el terreno manteniendo conversaciones con entidades como centros educativos o deportivos que resultan interesantes a su comunidad.

Alianzas comerciales

Por otro lado, este empresario coreano intenta establecer alianzas comerciales entre empresas coreanas y las canarias para la ejecución de proyectos, sobre todo aquellos que puedan redundar en la mejora de la competitividad del Puerto de Las Palmas.

Kim Duck Park reconoce que siente «pena» cuando ve cómo ha cambiado el Muelle Pesquero, que ha pasado de tener una actividad intensa con los barcos de las flotas canaria, coreana, japonesa, china o italiana, por ejemplo, a estar casi parado. Sin embargo, también ve cómo el resto del recinto portuario ha ido creciendo en otras actividades que lo convierten en un referente del Atlántico Medio.

Invitación al Rey

Este antiguo pescador está entusiasmado con la instalación, el 14 de octubre, de la escultura Greetingman frente al Muelle Santa Catalina como símbolo de agradecimiento a la población de la ciudad por la acogida que tuvieron a su llegada en la década de los sesenta, tanto que envió una invitación al rey Felipe VI, apuntando que su presencia «serviría como un testimonio imborrable de los lazos valiosos que se han forjado entre Corea y Canarias a lo largo de los últimos 60 años». Sin embargo, Casa Real ha comunicado que el monarca no puede asistir.

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