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Una paella de fábula en Guanarteme: 50 kilos de arroz y un alegato de Arístides Moreno

El cantante lanza un alegato contra la turistificación y la gentrificación de Guanarteme

Paella y concierto de Arístides Morenos en las Fiestas del Pilar

Adzubenam Villullas

Las Palmas de Gran Canaria

"Está de fábula", resalta Marta Granados a un conocido mientras se come un plato de paella en la trasera del escenario. Son las fiestas de Guanarteme, en Las Palmas de Gran Canaria, y el encuentro gastronómico anual se ha convertido ya en canon. Tras 11 años consecutivos, la paella popular que organiza la comisión de fiestas del Pilar se ha convertido en una cita consolidada. Y es que los festejos de este barrio capitalino han cogido la delantera en el calendario festivo de la ciudad. Algo que se vio reflejado el sábado por la noche, cuando miles de personas desbordaron la plaza durante la verbena tras los fuegos artificiales.

Nueve paelleras y 50 kilos de arroz. El balance es más que positivo para los organizadores. «Ha sido increible la afluencia de público a todos los actos, con la plaza desbordada cada noche», apuntaba Simón Alejandro, presidente de la comisión de fiestas, cansado tras dos semanas intensas de programa de actos, «desde las 11 de la mañana ya había gente haciendo cola para la paella, la inversión ha merecido la pena».

Y cuando el arroz empezaba a escasear, Arístides Moreno subió al escenario acompañado de la 101 Brass Band. Conocido por unas letras irónicas e ingeniosas, aprovechó que estaba en Guanarteme para sacar su lado más reivindicativo: «creo que todos debemos tener derecho a viajar por el mundo, pero sí soy turismofóbico porque creo que el sistema debería regular todo esto, no puede ser que vengan aquí un fin de semana y compren una casa para hacer un Airbnb [alquiler vacacional]».

Ejemplo de gentrificación y turistificación

Guanarteme se ha convertido en uno de los grandes ejemplos de la gentrificación y la turistificación de las Islas, algo que el colectivo Guanarteme se Mueve ha denunciado a lo largo de las fiestas, colándose con pancartas en los actos y con camisetas reivindicativas -el 18 de octubre han convocado una manifestación en el barrio-. «Nos han convertido en un paraíso turístico y nos quitan de aquí», lanzó Moreno ayer; acto seguido defendió los lugares con alma e identidad frente al rodillo homogeneizador que hace que todos los lugares turísticos sean iguales.

Si hay un barrio en Las Palmas de Gran Canaria que ha demostrado tener alma, ese es Guanarteme. «El Pilar es un sentimiento, están la Unión Deportiva y el barrio», resalta MartaGranados mientras le echa un chorrito de limón a su paella. Vecina de toda la vida, nunca falla un 12 de octubre.

Hay otros que ya no viven en la zona, pero llevan Guanarteme dentro. Es el caso de Braulia Enríquez: «Ahora vivo en La Majadilla, pero vengo todos los años, aquí es donde se casaron mis papás, mis hermanos, aquí hemos hecho los bautizos, los funerales». Tras acompañar a la virgen en procesión, conversa y recuerda que «siempre te ves a alguien, gente que se ha ido del barrio pero que vuelve en esta fecha».

La fiesta traspasa fronteras

No obstante, la fama de esta fiesta traspasa las fronteras de Guanarteme y va más allá. Rosi, Mari y Sonia, sentadas en un murito, dos de ellas con la paella en la mano, vienen de Gáldar y Agaete. «Está buenísima», no para de repetir una de ellas. Mientras tanto, para cuando llevan una hora repartiendo platos, al módico precio de tres euros, la cola sigue llegando a la calle Castillejos.

La alcaldesa, Carolina Darias, y la concejala de Festejos, Inma Medina, también se pusieron el delantal para repartir platos de paella. El autor de esta iniciativa es Aurelio Gómez Bermúdez, quien hace 11 años le propuso a la comisión hacer una paella, «empezamos con dos y hasta sobró, ahora son nueve y hasta faltan más». Poco antes de las diez comenzaron a prepararlo todo. ¿Las paellas? De pollo y carne y de marisco, al gusto del consumidor.

«Las fiestas han sido espectaculares, anoche [la del sábado] cuando regresaron los papagüevos ya no cabía nadie más, estaban todas las calles llenas», precisó Pepi González, presidenta de la asociación. En la romería del sábado también se demostró la alta participación. «La carreta El Populacho iba en homenaje a Soraya, una vecina muy querida que murió el año pasado, y la acompañaban 140 personas», relata. Un éxito al que hasta Guanartemito, la mascota de la zona comercial, se apuntó.

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