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«Mi abuela vive aquí y no se va a ir»: Guanarteme, contra la gentrificación y la especulación urbanística

Más de cien personas recorren el barrio para reclamar el derecho a una casa y denunciar que la situación es «insostenible» y «expulsa» a los vecinos

Manifestación en Guanarteme contra la gentrificación y la especulación inmobiliaria

La Provincia

Las Palmas de Gran Canaria

«Mi abuela vive aquí y no se va a ir» o «de norte a sur, de este a oeste, salvar Guanarteme cueste lo que cueste». Estas eran dos de las proclamas que se corearon ayer más de un centenar de vecinos que salieron a la calle para protestar por la gentrificación y la especulación inmobiliaria en este barrio de Las Palmas de Gran Canaria, que les limita el acceso a una vivienda.

Una de las promotoras de la manifestación, Lidia Cruz, explicaba que los vecinos reclaman más zonas verdes y están en contra de los edificios que se están construyendo. Además, asegura que las políticas urbanísticas y de vivienda les expulsan del barrio.

«Con los rascacielos no vemos el sol, cada vez hay más sombra y las corrientes de aire quedan bloqueadas», afirmaba poco antes de que los manifestantes iniciaran el recorrido entre las plazas de América y del Pilar, pasando por las calles Luchana, Párroco Francisco Rodríguez, Numancia, Almansa y Simancas . Por otro lado, la plataforma Guanarteme se mueve denuncia que «el coste de vivir en este barrio es muy caro». En los últimos años, el precio del alquiler ha aumentado tanto que «la gente no se lo puede permitir y ya es impensable comprar».

Apoyo de otros barrios

A los vecinos de Guanarteme se sumaron otros de barrios capitalinos como El Cardón, Atlántico, Escaleritas o Las Torres que portaban pancartas en las que afirmaban: «Unidos somos más LPGC».

Precisamente de Las Torres es Enrique Reina, que asegura que «esta problemática se extiende como un cáncer urbano por la ciudad» que ha afectado a su núcleo. «Llevan muchos años tirando casas terreras, casas familiares de toda la vida, para hacer macroconstrucciones que los propios vecinos no podemos pagar», una situación que preocupa mucho a los jóvenes. Donde vive, añade, conoce a gente que paga 1.200 euros de alquiler por un piso.

«Insostenible»

Por su parte, Sara Bordón, de Vecindario, se unió a la movilización «para apoyar la lucha vecinal y el movimiento que han construido los vecinos y porque la situación ya es un poco insostenible».

Los manifestantes a su paso por Las Canteras.

Los manifestantes a su paso por Las Canteras. / La Provincia

Los manifestantes no solo protestaban por las nuevas construcciones, sino por la cada vez mayor oferta de viviendas vacacionales, lo que reduce las opciones para acceder a una.

Barrio de pescadores

Adolfo Padrón recordaba que Guanarteme era «un barrio popular, con tradiciones; un barrio de pescadores» y en los últimos años se ha transformado «expulsando» a estas personas.

Los manifestantes que recorrieron durante más de una hora las calles de Guanarteme se encontraban a su paso con vecinos que apoyaban desde fuera las protestas. Una de ellas, una mujer mayor, había recibido recientemente una oferta de 600.000 euros por su casa de dos plantas, pero ella se resiste a abandonarla. Otros, sin embargo, acceden a la venta de viviendas.

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