La planta de gas del Puerto de Las Palmas carecía de estudios en profundidad sobre accidentes
La Declaración de Impacto Ambiental desfavorable emitida por Transición Ecológica advierte de que el proyecto contenía deficiencias significativas

Vista parcial del Puerto de Las Palmas con la parcela escogida para la planta de gas a la izquierda. / ANDRES CRUZ

La propuesta para construir una planta de almacenamiento de gas natural con central eléctrica en el Puerto de Las Palmas contenía deficiencias significativas a la hora de analizar el riesgo de accidentes. La documentación analizada por la Consejería de Transición Ecológica incluía contradicciones, carecía de estudios detallados y no tenía en cuenta las condiciones marítimas y portuarias del emplazamiento escogido, según se recoge en la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) desfavorable emitida por el departamento autonómico. El proyecto contemplaba la generación de hasta 70 megavatios para el suministro de electricidad a buques y el abastecimiento general de la Isla, pero recibió una fuerte contestación administrativa y social durante su tramitación, que ahora se verá paralizada de forma definitiva.
Contradicciones en el informe de riesgos de Totisa Holding
La Dirección General de Emergencias (DGE) del Gobierno de Canarias, una de las entidades públicas que analizó el proyecto de cara a la DIA, dejó constancia en su informe de que existían contradicciones en el análisis de riesgos presentado por la empresa promotora, Totisa Holding. Por un lado, la empresa aseguraba que ninguna de las sustancias presentes en la instalación resultaría peligrosa para el medioambiente, y que por lo tanto no se contemplaban afecciones al riesgo natural. Sin embargo, en otro apartado de la documentación se reconocía que si bien el gas natural licuado (GNL) no está catalogado como sustancia peligrosa para el medioambiente, se trata de un gas extremadamente inflamable, «con riesgo de explosión e incluso de accidente grave».
Ausencia de un análisis de riesgos en cascada
Emergencias también advirtió en su informe de otra omisión de relevancia en la documentación presentada por Totisa. La propuesta para la planta de gas carecía de un análisis de riesgos en cascada, esto es, un estudio que mediante un enfoque sistemático permitiera identificar y evaluar la propagación de riesgos hasta desencadenar efectos en cadena. Esta ausencia «resulta especialmente grave», en palabras de la DGE, si se considera que en la proximidad del emplazamiento escogido existen zonas densamente pobladas, «lo que incrementa la vulnerabilidad frente a incidentes de gran magnitud».
Deficiencias detectadas por Puertos del Estado
Además de las advertencias de la DGE, la Declaración de Impacto Ambiental tuvo en cuenta las respuestas remitidas por Puertos del Estado, organismo al cargo del sistema portuario español. La entidad detectó deficiencias en aspectos operativos, dado que la propuesta contemplaba el uso de infraestructuras marítimas para el amarre de la unidad flotante de almacenamiento (FSU), un barco de grandes dimensiones atracado de forma permanente que contendría el gas natural licuado antes de su regasificación.
Riesgos asociados al oleaje y la ubicación del atraque
La documentación remitida por la promotora no tenía en cuenta ni el oleaje ni la agitación marítima en el punto previsto para el atraque de la FSU, localizado en el extremo sur de los muelles interiores de la dársena de África, justo en la trasera del arranque del muelle Reina Sofía. De hecho, Puertos del Estado advirtió de que el muelle Nelson Mandela, en su configuración actual, no genera suficiente abrigo marítimo en esta área, algo que debería ser «ampliamente estudiado» en relación con la seguridad del atraque de la embarcación de almacenamiento.
Falta de información sobre maniobras náuticas y riesgos de colisión
La Declaración de Impacto Ambiental también considera deficiente la información aportada por Totisa sobre las maniobras náuticas y los riesgos de colisión. Al respecto, destaca que deberían haberse definido con más exactitud las condiciones océano-meteorológicas, así como el número de ocasiones en las que la FSU debería abandonar su puesto de atraque y las veces en que el tráfico de la dársena de África —desde donde operan los barcos interinsulares y con la península de Naviera Armas Trasmediterránea— debería paralizarse para facilitar el atraque de la unidad de almacenamiento.
Discrepancias sobre la inclusión de la FSU en el proyecto
La FSU también es objeto de la última discrepancia entre Puertos del Estado y la empresa promotora. Mientras Totisa consideraba que la unidad flotante no forma parte del proyecto, el organismo estatal discrepa, dado que se trataría de un sistema de almacenamiento vinculado a la planta y que el atraque de la unidad, casi permanente, debería contar con un informe favorable de la Dirección General de la Marina Mercante a través de la Capitanía Marítima de Las Palmas.
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