Beatriz Calzada lamenta los «seis años perdidos» con la planta de gas y el Puerto busca opciones para su almacenaje
La presidenta de la Autoridad Portuaria afirma que Totisa desistió tres días después de la firma del informe negativo

Recreación de la planta que pretendía construir Totisa Holdings en el Puerto de Las Palmas / La Provincia
La presidenta de la Autoridad Portuaria, Beatriz Calzada, reconoce que «se han perdido seis años» con la tramitación del proyecto de la planta de gas promovida por Totisa Holding contra el que la Dirección General de Transición Ecológica y Lucha contra el Cambio Climático del Gobierno de Canarias ha emitido una Declaración de Impacto Ambiental desfavorable por suponer riesgos «inaceptables» a la población de Las Palmas de Gran Canaria. Ahora, los esfuerzos se centran en la dotación del Puerto de Las Palmas de tanques para almacenar este combustible que es una de las alternativas que la industria marítima internacional baraja como alternativa a los fósiles.
Mientras, el sector empresarial de La Luz reclama fórmulas para ofrecer gas natural licuado a los barcos que utilicen este recinto como punto para el suministro de combustible. Los colectivos que engloban a la mayoría de las empresas portuarias, la Federación de Operadores Logísticos y Servicios Portuarios (Oneport), la Asociación de Consignatarios y Estibadores (Asocelpa) y la Federación de Empresas Portuarias (Fedeport), coinciden en la necesidad de que el Puerto de Las Palmas busque alternativas para poder ofrecer este combustible a los barcos cuanto antes.
Desistimiento tres días después de la firma
Beatriz Calzada afirma que desde que se «generó toda la polémica» en torno a la idea de construir una planta de gas en el Puerto de Las Palmas ya se intuía que el posicionamiento del Gobierno de Canarias iba a ser negativo y que «el 17 de octubre ya el promotor presentó un escrito desistiendo a continuar con el procedimiento porque efectivamente, es inviable continuar con él». Este escrito llegó tres días después de que la Dirección General de Transición Ecológica y Lucha contra el Cambio Climático firmara el informe desfavorable.
La presidenta de la institución del Puerto lamenta los «seis años de tramitación de un proyecto que parecía que no tenía muchas luces de salir, pero fue el que en el año 2019 el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria aprobó, desechando otros dos que se habían presentado, entendiendo que era el mejor y a la vista está que tenía ciertos fallos o no tenía determinadas garantías para la salud de las personas».
Tancaje
En vista de que «la generación de esa electricidad a través del gas natural licuado no iba a ser posible», agrega, la Autoridad Portuaria lleva «mucho tiempo trabajando en alternativas» para «poder tener tancaje y poder almacenar» este combustible que «parece que pueda tener la demanda suficiente para llevar a cabo para llevar a cabo esta inversión». Eso sí, cualquier proyecto que quiera instalarse en el Puerto debe garantizar que no supone «algún tipo de emisión que pueda causar daños a la población».

A la izquierda, la parcela del Puerto de Las Palmas donde se pretendía construir la planta de gas. / Andrés Cruz
En ese sentido, apunta a que en las últimas semanas y meses se han «tenido diferentes reuniones con todos los operadores de combustible que hay en el Puerto ahora mismo y otros dos operadores más que se han interesado por la viabilidad de hacer una inversión». Ahora, la institución portuaria está analizando «qué suelo sería factible en función de los proyectos», aunque no hay nada decidido aún.
Biocombustibles
En cuanto a la posibilidad de que el Puerto de Las Palmas pueda almacenar y suministrar también hidrógeno u otro de los biocombustibles que el sistema portuario baraja como alternativa a los fósiles, Calzada asegura que los operadores apuntan que se puede aprovechar el tancaje que ya existe sin necesidad de «hacer demasiadas inversiones», aunque algunos «están estudiando la viabilidad de ampliar sus zonas de almacenamiento para poder dotarse de más biocombustible». El hidrógeno, sin embargo, «conlleva muchísimo espacio de almacenamiento y es difícil de transportar y de manipular».
Para empezar, la apuesta del Puerto es el gas natural licuado, apostilla, ya que «el resto de combustibles todavía están en fase de experimentación».
«Lo que está claro es que Canarias está en una situación de emergencia energética» y que el Puerto debe ofrecer a los barcos la posibilidad de poder enchufarse y eso requiere «de una mayor producción de electricidad» y está a la espera de que Puertos del Estado «comunique la potencia eléctrica que ha dado a cada una de las autoridades portuarias».
Unidad de criterio
«El futuro energético, como se dejó claro en las jornadas Shipping Canary Island, es un desafío», asevera el presidente de Oneport, José Mayor, que añade que «en el Puerto de Las Palmas se tiene que suministrar gas para los buques, porque es uno de los combustibles del futuro y un puerto tan importante no puede no tener un producto que va a ser solicitado».
En ese sentido, Mayor desconoce si la Autoridad Portuaria tiene previsto «conceder concesiones para el almacenamiento del gas» en breve, una alternativa «que sí es viable porque no es contaminante, es menos dañina para la ciudad y menos problemática, y solucionaría el problema del suministro».
Convivencia de varias opciones
Sin embargo, el presidente de Oneport insiste en que el mercado no se ha decantado por un combustible alternativo a los fósiles y no descarta que el gas natural licuado conviva en el futuro con otros como el hidrógeno verde, por lo que para él, el desafío de La Luz es ofrecer todas las opciones para no perder el posicionamiento que tiene en este momento en materia de bunkering.
Por su parte, la Asociación de Consignatarios y Estibadores (Asocelpa) reitera que «es necesario buscar alternativas de avituallamiento para atender las nuevas demandas del tráfico marítimo, como siempre lo ha hecho el Puerto de Las Palmas para ser uno de los líderes nacionales».
El colectivo añade que «debe garantizarse como mínimo el almacenaje de gas natural licuado, que entre los combustibles alternativos de transición es el mejor posicionado. Por ahora, lo único seguro para emitir menos dióxido de carbono es el gas natural licuado y muchos buques lo están utilizando».
Respeto
Con ellos coincide el presidente de Fedeport, José Juan Socas, que muestra su respeto al dictamen del Gobierno de Canarias e insiste en que «el gas tiene que tener una cabida dentro de lo que son los combustibles actualmente y sobre todo dentro de las posibilidades, las distintas posibilidades energéticas que creo que debemos de tener en Canarias».
«Siempre que una inversión está prevista es aplaudida por las patronales portuarias, como no puede ser de otra manera desde Fedeport, siempre y cuando que esas inversiones estén dentro del cauce administrativo y legal», precisa Socas, que manifiesta su respeto a la decisión que está basada en «unos criterios técnicos y está afianzada».
«Lo que no entendíamos era esa desesperación que había en algunas administraciones o incluso en el conjunto de la sociedad de tirar un proyecto sin que hubiera todavía dictámenes de los técnicos», concluye.
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