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Las Palmas de Gran Canaria acumula miles de quejas ciudadanas por la basura

El informe elaborado por el Ayuntamiento para motivar el contrato de emergencia cifra en cerca de 3.000 las reclamaciones vecinales por los residuos

Basura y suciedad en diferentes puntos de Las Palmas de Gran Canaria

La Provincia

Jacobo Corujeira

Jacobo Corujeira

Las Palmas de Gran Canaria

El contrato de emergencia activado por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria para reforzar los servicios de limpieza urbana llega tras un aumento sostenido de quejas vecinales por la acumulación de residuos y el deterioro de las condiciones higiénico-sanitarias en la ciudad.

Según los informes municipales que dan sustento legal al contrato adjudicado a FCC, la medida se fundamenta en más de 2.960 reclamaciones ciudadanas registradas hasta octubre de 2025, junto con los informes del Servicio de Limpieza Viaria (LV) y de Salud Pública.

Un repunte "exponencial" de quejas desde el verano

Los anexos del expediente documentan 2.065 reclamaciones vinculadas al servicio de Limpieza Viaria y 895 relacionadas con Residuos Sólidos Urbanos, con un notable incremento desde el mes de julio.

El documento oficial describe un "aumento exponencial de reclamaciones vecinales" que se duplicaron entre septiembre y octubre respecto a los meses previos, reflejando una situación que los técnicos califican de emergencia sanitaria y de seguridad pública.

Además de las denuncias formales, los equipos municipales reportan haber recibido insultos y amenazas por parte de vecinos en distintas zonas de la capital durante las labores de vaciado y recogida.

Basura acumulada, plagas y materiales peligrosos

Las reclamaciones más graves reflejan riesgos sanitarios, ambientales y de seguridad derivados de la falta de limpieza y la acumulación de residuos.

Entre los ejemplos más severos documentados en los informes se incluyen la presencia de excrementos humanos en la vía pública y peticiones de baldeo por "heces" y "orines" en distintas zonas. También se reportan ratas, ratones y gatos muertos sin retirar, además de "rebosos con presencia de cucarachas" y contenedores infestados. Asimismo, se hace mención a vertidos contaminantes, como líquidos procedentes de camiones, restos de aceites y residuos tóxicos como tóner o materiales peligrosos junto a paradas de guaguas. Del mismo modo, la documentación resalta la proliferación de depósitos de uralita, un material que contiene amianto y requiere tratamiento especializado por su riesgo para la salud.

Calles intransitables y riesgo de accidentes

Numerosas denuncias también aluden a la acumulación prolongada de trastos y basura, que convierte aceras y zonas de contenedores en puntos intransitables.

Algunos vecinos aseguran que los residuos permanecen durante semanas o incluso meses sin ser retirados. En un caso, la acumulación de objetos habría contribuido al incendio de un local, mientras que otro parte de la ciudadanía denuncia accidentes por resbalones en zonas con desechos.

Los técnicos municipales destacan asimismo la proliferación de contenedores quemados, rebosos constantes y acumulaciones de vegetación que dificultan el tránsito peatonal.

Impacto en la convivencia vecinal

El deterioro del entorno urbano ha generado un clima de tensión en algunos barrios. El personal de limpieza indica haber sufrido agresiones verbales y amenazas durante el desempeño de su labor, y varios vecinos expresan su temor por la seguridad y la salud pública ante la falta de respuesta efectiva.

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