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El Rincón del Bolero celebra su segundo aniversario con un derroche de pasión y mucho ritmo

Esta sala cumple dos años y aspira a convertirse en referente musical de las noches capitalinas

El Rincón del Bolero celebra su segundo aniversario.

El Rincón del Bolero celebra su segundo aniversario. / LP/DLP

Rubén Reja

Rubén Reja

Las Palmas de Gran Canaria

Música y pasión a raudales. La celebración del segundo aniversario del Rincón del Bolero se convirtió en mucho más que una fiesta. Un verdadero encuentro de corazones, de melodías compartidas y de complicidad íntima entre escenario y público. Una noche donde el bolero, con su elegancia y hondura, se vistió de gala para rendir homenaje a la cultura y a todos los que, con su voz o su presencia, han hecho del Rincón un espacio de referencia en la capital grancanaria.

Desde el primer instante, la atmósfera se impregnó de una calidez acogedora. Las mesas repletas de amigos, el cóctel de bienvenida, las risas y las miradas cómplices anunciaban lo que estaba por venir. Cuando las luces se atenuaron y sonaron los primeros acordes, el público entendió que no asistiría a un simple concierto, sino a una noche ceremonial.

La familia del Rincón la encabezó, en una noche mágica, Irene la cubana, quien ejerció de maestra de ceremonias. A ella se le unieron Magdalena Padilla, la fuerza de Greta, Sandra y Marieme, o la solera de Laura y Reynier, entre otros.

Sobre el escenario, los artistas que forman parte del alma de esta casa fueron desfilando con la emoción de quien celebra algo propio. Con sus voces cargadas de sentimiento y esa elegancia serena que las caracteriza, regalaron una velada inolvidable con interpretaciones que levantaron al público.

El escenario irradió alegría y sabor, llenando el aire de ese carisma caribeño que convierte cada tema en una fiesta de emociones. Fuerza y dulzura completaron un cartel que respiró talento, amistad y amor por la música. Cada artista aportó su sello, su historia, su forma de entender el bolero. Y juntos construyeron algo más grande que una simple sucesión de canciones.

Todo un viaje sensual compartido, una conversación entre almas que se reconocen en la música. “Hemos querido crear un espacio cultural con mucha ilusión y fuerza, con la ayuda de artistas que derrochan talento”, aseguran Sucel y Luis, responsables de la sala musical. Un recinto que aspira a cumplir más aniversarios y convertirse por derecho propio en referente de las noches capitalinas.

El Rincón del Bolero no es solo un local; es un refugio para los amantes de la nostalgia, un espacio donde la voz sensible y el roce de la guitarra de Fofi Lussón se convierten en lenguaje universal. Allí, cada gesto tiene sentido, cada nota encuentra su lugar. Una noche donde cada suspiro y cada acorde llegan al corazón.

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