La suerte, el azar y los sueños tienen una cita el próximo 22 de diciembre, día en el que se celebra el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad. Todos los españoles esperan con ansias la mañana en la que los niños de San Ildefonso cantarán los números que se llevarán a casa una porción de esos 2.408 millones que se sortean en la pedrea. Cualquier persona puede ser loada por la suerte y la diosa fortuna mientras haya conseguido una participación en el sorteo. Cualquier jugador puede estar ahora mismo mirando el número que será ganador del primer premio: el Gordo.

La Lotería de Navidad lleva dos siglos repartiendo dinero por toda España, y es tal su importancia que cada año miles de extranjeros acuden a las administraciones de lotería y puntos de venta para hacerse con el boleto dorado. Más de 200 años de historia de la lotería navideña han demostrado una cosa: todo el mundo quiere ganar el Gordo, ese premio valorado en 680 millones de euros que tanto alborozo crea en España durante días. 

Seguro que más de una vez has pensado en el porqué de su nombre. Seguro que también habrás pensado que se llama el Gordo simplemente porque es el premio que más dinero reparte. 

¿Por qué llamamos al primer premio del Sorteo Extraordinario “El Gordo”?

Para saberlo, tendremos que viajar hasta finales del siglo XVIII, antes de que se celebrara el primer sorteo de la Lotería de Navidad -recordemos que se hizo en el año 1812 y que las Cortes de Cádiz fueron las encargadas de su creación- y a un personaje: el Enano Afortunado.

El Enano Afortunado es una imagen que aparece por primera vez en un grabado, una disciplina artística que consistía en dibujar una imagen sobre una superficie rígida. Este personaje fue utilizado como anuncio publicitario para vender lotería. 

Se trataba de un hombre pequeño y rollizo, de origen desconocido, que representaba la figura de un enano afortunado, de ahí su nombre. Vestido al estilo de Napoleón -figura relacionada estrechamente con el origen de la Lotería de Navidad, ya que se ideó para echar a los franceses de España-, la ropa de este personaje estaba cubierta por bolas de lotería y varios números.

Junto a la imagen del enano, en los anuncios se podían apreciar una serie de textos, como "Aunque enano nací, no soy enano, prodigioso en saber de lotería, que el juego para mí no es un arcano, y en cábalas que os dé desde este día, de fijo, como puesto con la mano, el terno (combinación de números) habéis de ver por vida mía". 

El personaje recibió varios nombres, todos reflejo de su físico, hasta que uno de ellos tuvo más éxito que otro: El Gordo. De esta manera, el sorteo acabó recibiendo el mismo nombre. 

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Puede que este año este carismático enano traiga más de una alegría a los españoles. Pero habrá que esperar hasta el día del sorteo para comprobarlo