La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Lotería de Navidad 2021

El Castillo de Oro de Las Palmas de Gran Canaria da su cuarto premio en los últimos seis años

El bazar situado frente al Castillo de La Luz, en la calle Juan Rejón de Las Palmas de Gran Canaria, vende un décimo del 42833, agraciado con el cuarto premio del sorteo de Navidad

Cuarto premio, del 42833, en Las Palmas de Gran Canaria

Cuarto premio, del 42833, en Las Palmas de Gran Canaria

Para ver este vídeo suscríbete a La Provincia - Diario de Las Palmas o inicia sesión si ya eres suscriptor.

Cuarto premio, del 42833, en Las Palmas de Gran Canaria Adzubenam Villullas

La suerte volvió a sonreír a la tabaquería Castillo de Oro de Las Palmas de Gran Canaria. El bazar que está situado frente a los jardines del Castillo de La Luz repartió este miércoles su cuarto premio de Navidad en los últimos seis años. Concretamente, vendieron un décimo del 42833, que resultó agraciado este miércoles con el primer cuarto del sorteo extraordinario, 6.000 euros para el afortunado. Sin duda, un auténtico regalo para Juan Ramón Granados, gerente del establecimiento, «lo he pasado muy mal estos dos últimos años por temas de salud, así que esto ha sido un subidón, te da una alegría impresionante».

Justo un minuto antes de las 10 de la mañana los niños de San Ildefonso cantaron el 42833 con el primero de los cuartos; un número que acabó más que repartido por el Archipiélago -solo en Gran Canaria fue vendido en seis administraciones, entre otras, en el Centro Comercial El Mirador, agraciada después con El Gordo-. Papá Noel, sentado en el interior de la tabaquería Castillo de Oro, en Juan Rejón 95, empezó a tocar la campana y pronto se armó el revuelo. El bazar está en una calle donde pasa continuamente gente y después de casi 30 años abiertos ya son más que conocidos en el barrio. «Por aquí viene gente de todos lados, pero también tenemos clientela fija de La Isleta, de los que vienen todos los días como quien dice», apunta Yaiza Domínguez, una de las dependientes, «así que, quien sabe».

«Lo he pasado muy mal estos últimos años por salud, esto te da un subidón», apunta el lotero

decoration

«Llevo dos años de médicos para arriba y para abajo, me he visitado todos los hospitales de la Isla», comenta Granados, con la emoción palpable, «y encima en pandemia, llegó un momento en el que me sentía jubilado de todo esto». Una situación que le ha llevado a viajar a la Península en este tiempo, explica. Precisamente, la última vez, «hace poco más de un mes», se trajo un gran mago, una figura de más de metro y medio de alto, que ahora preside el local. «Nos ha traído la fortuna», comenta, minutos después de abrir la botella de cava que tenía guardada como cada año, «por si acaso», porque nunca se sabe lo que puede deparar el azar.

 Un premio que ha sido como un soplo de aire fresco para este quiosquero y que, además, inundó de alegría -por un instante- a esta parte del barrio de La Isleta. «No me digas que has dado un premio, ¿el 33? Vaya, yo te compré hace poco el 13», se lamenta una de las clientas nada más entrar y ver todo el tenderete que había montado dentro, entre cámaras de televisión, Papá Noel tocando la campana y las caras de felicidad inconfundibles entre Granados y sus dos empleadas.

«Escuché la campana de Papá Noel y lo supe», indica un cliente habitual

decoration

«Escuché la campana y lo supe», comenta otro vecino al acercarse a comprobar si el número que llevaba en el bolsillo era el agraciado. Pero no. El boleto salió por máquina y es posible que permanezca en el anonimato. Aún así, esto no era pretexto para que los conocidos del personal del bazar Castillo de Oro festejaran haber repartido un pellizco de felicidad.

 Y es que Papá Noel brindó la suerte a este establecimiento de la capital grancanaria, pero no ha sido la primera vez que lo hace. Cada año les acompaña el 22 de diciembre y en los últimos seis años han logrado vender, con este, cuatro premios de la Lotería de Navidad. «Nos hemos convertido en un sitio de los que nunca falla», asevera Yaiza Domínguez.

Abrieron hace casi 30 años, pero hasta 2016 la magia de la Navidad no les había tocado a la puerta. Ese año vendieron un décimo de uno de los quintos, el 22259. En 2017, justo un año después, la suerte volvió a sonreírles con otro quinto, el 22253. Y ya por última vez en 2019, el 06293 dejó otro pellizco con un quinto. Ahora en el Castillo de Oro lucen con orgullo el palmarés en una de las paredes del establecimiento, junto a otros premios de otros sorteos que también han repartido en este tiempo. Habrá que estar atentos de cara a El Niño.

Compartir el artículo

stats